Chapter Nine: Uno, dos, tres... Perdiste

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Adrien se miró al espejo, acomodándose la corbata del traje, asegurándose de estar perfecto. Ese día iría a visitar a Edith a la empresa, quería darle una sorpresa a su amada.

Si, él sabia que ella estaba un poco trastornada ¿como no hacerlo con alguien como Oliver conviviendo contigo?, pero aun así la amaba y estaba seguro de que ella se alegraría, él estaba seguro de que podría mantenerla de su lado, que con su amor la convencería de que dejara que trataran a Oliver... si es que era tratable lo que el mocoso parecía padecer.

Si, definitivamente ese niño no estaba bien de la cabeza. Tal vez él tampoco lo estaba por amar a una mujer a la que parecía no importarle.

"Los oficiales Wells y Turner caminaron tras Adrien a la sala, donde les ofreció tomar asiento. Oliver no se quedó atrás y se sentó cerca de ellos, con Cerbero echado a sus pies.

A Wells le pareció curioso el como la escena le recordaba a esos cuadros antiguos de grandes aristócratas en los que aparecían de esa forma. Sentados imponentemente en un sillón lujoso y, a simple vista, cómodo, con un animal a sus pies o una mujer a su lado, una fiel seguidora igual de poderosa pero obediente. ¿Encajaría Edith Pritzker al lado del niño de esa forma? Sacudió la cabeza cuando extraños pensamientos cruzaron su mente.

-Muy bien, he de suponer que están aqui por la desaparición de Luz -Argumentó Adrien, con un tono un tanto extraño al mencionar la palabra "desaparición".

Oliver apretaba los dientes con disimulo. "Maldito seas si te atreves a delatarme" pensaba observando con fijeza al adulto.

-Exactamente por eso estamos aqui, señor Pritzker...-El hombre interrumpió al oficial.

-Adrien, dígame Adrien, el señor Pritzker era mi hermano, que Dios lo tenga en su gloria -Argumentó con una sonrisa.

Turner asintió sacando una libreta, mientras que Wells volvio a observar al hombre frente a ellos.

-Bueno... Adrien -El moreno hizo énfasis en el nombre, a lo que el pelinegro mayor asintió- ¿Como era su trato hacia la señorita Cáceres? -Comenzó el cuestionamiento.

-Bueno, yo la trataba bien, después de todo era como de la familia. Ella adoraba a Edith -Contestó con total despreocupación. Tecnicamente no mentía, él la trataba bien pero por alguna razón parecía no caerle bien a la mujer.

-Uhmm... ¿sabe si la señorita Edith la trataba bien? -

Adrien casi sonreir con ironía, pero se contuvo. No podía delatar al mocoso sin hacer caer a Edith, debía ver la manera de arrojarlo al fuego sin perjudicarla a ella.

-Si, Edith tambien quería mucho a Luz -Asintió el hombre.- Era como una madre para ella..-

Oliver quiso reír con burla ante aquello. Una madre, ja. Si, claro. El niño sabia perfectamente que su madre solo lo valoraba a él, incluso Adrien era solo un pasatiempo, una herramienta mas, para que su caballo no se sintiera tan solo.

Oliver: Inocencia maldita [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora