Capitulo 17

13K 1.2K 7
                                    

Capítulo 17


     Caroline cerró los ojos. No quería recordar el tiempo en que había tenido una gratificante sensación de pertenencia a una gran familia, de seguridad, de paz; pero ya era demasiado tarde. Aquella familia Thomas realmente no era su familia. Aunque trabajara para ellos.



     Sin embargo, al amanecer, no había podido dormir apenas, tan sólo una o dos horas. Y durante aquel tiempo, había soñado con aquel amor imposible que la vida le había hecho conocer y jamás tendría. En sus sueños, Edward había vuelto a buscarla, pero había cambiado y tenía un rasgo inquietante y oscuro. Ella se había despertado asombrada, creyendo por un momento que sus sueños eran reales. Y cuando se había dado cuenta de que sólo eran sueños, se había sentido totalmente abatida.




     De seguro era aquella respuesta que tanto en su subconsciente había querido conocer y jamás conocería.




— ¿Te has sentido mal esta mañana? — le había preguntado el ama de llave cuando se encontraron en el desayuno.

— Un poco... Pero se me pasara.

— ¿Segura?

— Sí...



      Cuando regresó a su habitación. Sintió una vocecita dentro de ella que le recordaba que las damas no debían mentir jamás. Recordándole lo que había ocurrido cuando ella había mentido. Si debía ser sincera. Debería serlo ese día. En ese momento. Antes de que el señor Thomas se marchara a reunirse con unos caballeros que habían viajado desde tan lejos a Southampton.




     Era como si lord Collingwood estuviera a su lado, clavándole una mirada llena de acusaciones. Recordándole aún más las razones de porque era bueno decir siempre la verdad, aún por más dolorosa que fuera. ¿Cómo era posible que aquello siguiera haciéndole daño, a punto de que deseaba desaparecer de la faz de la tierra? ¿Acaso el dolor jamás acabaría?



     Caroline no pudo soportar aquella punzada de tristeza. No necesitaba aquellos pensamientos en aquel preciso instante. No quería tenerlos.




— ¡Déjame en paz, por favor!... Diré la verdad... Diré la verdad... Pero, déjame en paz...




       Sin embargo, el daño estaba hecho. Ella se había atrevido a dejarle entrar de nuevo en su mente, por lo que no iba a marcharse de su cabeza tan fácilmente.




      Antes de que el señor Thomas se marchara. Le detuvo. Tenía el rostro bañado de lágrimas, por lo que antes de aquel paso que habrían de dar, ella necesitaba decirle toda su verdad. Sobre quien realmente era y lo que la había llevado a huir.




— Lo siento... Lo siento...No fue mi intención hacerlo. Debí negarme. Actué tontamente. Nunca debí mentirle... Ahora debe de odiarme y ni siquiera querrá saber de mí. No le culpo. Por eso hui. Me siento completamente avergonzada por lo que hice...




      Caroline no esperaba que Brian la abrazara al verla la abatida. Pero eso fue lo que consiguió. Consiguió que él la abrazara con ternura. Y no le juzgara como se lo merecía.



— Al fin nos encontramos en Southampton... Aunque nunca me imagine encontrarme en este lugar.— dijo lord Collingwood aún en un tono desinteresado y frío. Realmente se cuestionaba que rayos había habido en su cabeza cuando aceptó a acompañar a Harold a Southampton.



       Había algo más fuerte que lo había impulsado a ir a aquel lugar.



— Quita esa cara... Realmente no fui yo quien te obligó a venir. Solo te sugerí que vinieras. No coloqué jamás un arma en tu cabeza.

— No me lo recuerdes... ¿Bien? Sé que fui yo quien acepto venir...— dijo no muy contento.

— Bueno... El señor Thomas pronto llegara. Veras lo agradable que es. A pesar de ser un hombre de grandes compromisos, es un caballero que sabe distribuir su tiempo...




    La vida volvía a darles una oportunidad de remediar sus errores. De enfrentarlos a lo que realmente eran uno para el otro. ¿Terminaría lord Collingwood cegándose por completo o permitiría que el perdón entrara en su corazón?


Blanca Mentira (Editada)Where stories live. Discover now