- si, cené cuando acabamos. Ve a dormir ve, me daré una ducha y también me voy a echar á la cama ya.

Acompaña a su madre hasta su habitación y se despide de ella con un beso. Sale silencioso, y anda hacia su cuarto. Otra ducha y se va a la cama en ropa interior, no sin antes ponerse los auriculares para escuchar algo de música que también le venia para relajarse y ayudar a dormir mejor. Pone el despertador antes de quedarse dormido y cierra los ojos, la canción entra un bucle hasta que cae rendido.
                                          ...
  
    3:00 de la madrugada, otra vez sudando en la cama, se despierta de un sobresalto y el corazón le va a mil, como si se le quisiera salir del pecho, aquella sensación una vez más empieza a preocuparle. No es normal, se levanta y baja a la cocina a por un vaso de agua, bebe de la botella que vuelve a meter en la nevera y sube de nuevo hasta la habitación, antes de volver a la cama se moja la cara en el lavado, estaba rojo y sudado y aquellas ojeras cada vez eran más grandes. A pequeños pasos camina hacia la ventana, necesita algo de aire fresco, y otra vez la misma historia, allí estaba Max, también despierto y bebiendo agua, con sus calzoncillos de marca rojos. Se queda embelezado tras el cristal de la ventana, no puede quitar la vista. Max ya sabe que lo está mirando, pero esta vez se hace el que no se da cuenta, guarda la botella de agua en la nevera y apaga la luz volviendo a su habitación. Ryan también vuelve a la cama y recupera el sueño quedándose esta vez profundamente dormido.

La clase de educación física había acabado, se duchaban por grupos, Ryan siempre era el último, no le gustaba ducharse junto con sus compañeros por aquel tema de su complejo de inferioridad. Ya todos se habían cambiado y estaban en los pasillos o en la cafetería, Ryan se desviste y deja la ropa cerca de la última ducha de la fila. Cierra los ojos y deja que el agua caliente recorra su cuerpo.

- Hola - una voz hace que casi resbale.

- ¿qué estas haciendo aquí? - pregunta asustado, nervioso.

- ducharme - contesta con una sonrisa pícara.

- vamos Max, ¿que quieres? Se que estas molesto por lo del examen. Oye yo...

- sshh - se acerca a el - tranquilo, yo no he dicho nada de eso.

- ¿qué estas haciendo? - se siente arrinconado, Max está totalmente desnudo frente a él y cada vez más cerca - ¿de qué va esto? - Su corazón va a mil, sus pulsaciones se disparan.

- vamos Ryan, ¿crees que no me doy cuenta como me miras en la ventana por las noches? Veo como me miras los slips se que deseas ver lo que hay dentro, mira, es esto lo que hay, miralo ¿te gusta? - lo toma por los hombros y lo intenta hacer que se arrodille frente a él - ven, miralo más de cerca - era una situación tan morbosa que Ryan no pudo controlar la excitación de su entre pierna. Estaba de rodillas frente a él y no pudo contener las ganas de tocar con sus manos el cuerpo de Max, pero en ese justo momento el chico toma la toalla y empieza a secarse alejándose de Ryan dejándolo en el suelo desnudo y totalmente excitado.

- ¿qué haces? - pregunta confundido - pensé que ...

- ¿pensaste que era marica? - y se echa a reír - ya te estabas imaginando follando conmigo en las duchas del Instituto ¿no Ryan?

- ¿por que hiciste esto?

- porque quería saber si te gustaba, y efectivamente es así. Me voy, te dejo que te toques tranquilo imaginándote cabalgando encima de mi - dice refiriendose al pene aún erecto de Ryan.

- ¡eres un gilipollas Max Robinson! - le grita enfurecido.

Por primera vez Ryan se salta las clases y regresa a su casa. No estaba preparado para entrar en el aula y ver a Max reírse de el delante de todos en el Instituto. Sin imaginarse que la sorpresa que venía en camino era aún muchísimo peor.
                                       ...
Después de tantas noches despertandose a la misma hora bajo aquella terrible misma sensación Ryan logró dormir de un tirón, lo mismo no pasó con Max, estaba en la cama cuando de repente algo fuera de lo común paso, se despertó en un sobresalto, se incorporó un poco y se estrujó los ojos, miro sus manos, estaban sudando. Se puso en pie para estirarse aún medio dormido, fue hasta el aseo y cuando volvió, ahí estaba su gran sorpresa, cuando volvió pudo verse a si mismo aún durmiendo encima de su cama. Su corazón empezó a latir fuertemente, su cabeza no paraba de maquinar cosas constantemente, no sabia que sentía de tanto que empezó a sentir, a medida que pasaban los minutos y por más que se observaba cada vez se ponía más nervioso, no entendía nada, se pellizcaba a si mismo por si se trataba de un sueño, cerraba los ojos fuertes y los volvía abrir con la esperanza de que todo aquello desapareciera, no sabia que era realidad y que no, ¿que era lo que estaba pasando? Cuando abrió los ojos muy lejos de su esperanza de que todo fuera parte de una terrible pesadilla su alrededor se había vuelto más oscuro, era como si estuviera flotando, su cuerpo estaba bajo el, era como su propio reflejo, no era un sueño, era demasiado real.
   Quiere entender que es lo que está pasando, todo es demasiado confuso, demasiadas sensaciones, vuelve a cerrar los ojos con la ilusión de que al abrirlos todo aquello hubiera acabado, pero vuelve a fracasar, al abrirlos se da cuenta que ya no está en su habitación, esta de pie frente a la cama de Ryan, algo lo condujo hasta allí y aquello si que no le estaba gustando, el joven estaba profundamente dormido, Max intenta despertarlo de alguna manera pero no puede tocarlo, es como si pudiera atravesarlo, sin embargo algo más llama su atención, cuando sus manos se acercan al cuerpo de Ryan un cosquilleo inmenso recorre todo su cuerpo, quiere saber si siente lo mismo con cualquier otra cosa, intenta tocar algo, es imposible, es como si fuera aire, aquello sí que no le estaba gustando, algo no estaba entendiendo, abría los ojos fuertes y grandes bajo aquella terrible impresión.
Regresa su habitación y quiere regresar a su cuerpo, aquello es guay pero siente miedo, oye pisadas en la casa, murmullos por todos lados, ruidos extraños, es como si alguien lo estuviera mirando, eso le empieza acojonar. Entonces vuelve a experimentar la misma sensación de noches atrás, siente como si se cayera por un hueco oscuro y de repente entra en su cuerpo que se despierta exaltado sobre la cama bañado en sudor. Se mira las manos, se toca la cara, camina hacia el espejo, ve en el su reflejo, se acuerda de todo, esta vez fue demasiado real, otras veces todo parece un vago sueño, pero esta vez recuerda cada cosa que paso y que vio. Esta sudando, agitado, intranquilo, vuelve a la cama, mira el reloj, son las 3:00 de la madrugada.
...
Al día siguiente el día parecía acompañar su estado anímico, con oscuras nubes y una floja lluvia constante. Se siente raro, no deja de pensar en lo que había experimentado, ni siquiera sabe si debería contárselo a alguien, era cosa de locos que no cualquiera creería. También hay otra cosa que le roba la tranquilidad, ¿Porque fue hasta la habitación de Ryan? ¿porqué había intentado despertarlo y porque aquella sensación extraña cada vez que se acercaba a él? Noches atrás recuerda que Ryan siempre se asomaba a su ventana sobre la misma hora, se pasó haciendo aquello más de tres noches seguidas y sin embargo ayer el durmió mientras estaba pasando por aquel extraño trance que no sabe cómo llamarlo. Se mete en la biblioteca, desesperado por buscar una respuesta, empieza a investigar. Nadie se cree lo que están viendo, Max sentado frente a un ordenador solo, en la biblioteca del mismo Instituto.

- ¿Has mirado la página del Instituto? - le pregunta Tiffany a su amigo que acaba de llegar con mejor cara que nunca después de haber logrado dormir una noche entera.

- no, ¿que pasa? - el chico mira a su alrededor y nota como todos le miran, la gente hablan bajo al rededor de el, muchos lo miran con pena y otros se ríen - ¿que hay ahí? - se refiere al móvil de la joven que se aferra a él, empieza a preocuparse.

- no tienes que verlo, con no hacerle caso es suficiente, si le das importancia es ...

El joven le arrebata el teléfono de las manos y mira la imagen de la que medio Instituto se reía, era el mismo, desnudo frente a un cuerpo de espaldas en las duchas del Instituto.

- ¡mierda! - se pone de pie - me las vas a pagar Max Robinson, me las vas a pagar ...

El chico de la calle de atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora