Hola!! Esta es mi primer historia, decidí incursionar con este tema que me vuelve loca.. nada más y nada menos que Sesshomaru y Kagome de la serie Inuyasha. Espero que les guste!
Los personajes no me pertenecen.
Era un día normal en la época Sengoku, todos se encontraban descansando mientras esperaban que el agua esté caliente para preparar la comida. Se hallaban cerca de un río bastante alejado de la aldea ya que hacía no muchos días habían tenido un enfrentamiento con las extensiones de Naraku. Cuando la comida estuvo lista todos comieron mientras se reían de la cachetada que Sango le había dado al monje Miroku
- Lo siento señorita Sango, ya sabe que es mi mano maldita la que me arrastra hacia el lado del mal
- Monje libidinoso! Espetó ella, no sin antes cambiarse de lugar para así sentarse al lado de Aome. Mientras los demás reían y Shippo alegaba que era una mala influencia para el. Y así prosiguieron por algún rato más, sentados conversando y haciendo nuevos planes por si Naraku o alguna de sus extensiones hacia alguna aparición. El naranja de los cielos podía verse junto a los pájaros volando mientras buscaban refugio; La noche empezaba a tornarse e Inuyasha y Miroku debían ir en busca de leña para hacer fuego, mientras Shippo coloreaba con unos crayones que Aome había traído de su época.
- Feé, maldito zorro deberías hacerte más hombrecito y ayudarnos a buscar la leña! Nunca haces nada! Dijo Inuyasha mientras tomaba al pequeño zorrito de la cola
- Ya déjame Inuyasha eres un tonto! Parloteaba el pequeño mientras peleaban entre ellos y luchaba para zafarse de las manos de Inuyasha
- Abajo. En menos de un segundo Inuyasha se encontraba besando la tierra, Shippo le sacaba la lengua en forma de burla mientras corría a los brazos de Aome.
- Aome insolente como te atreves! Bufaba el Hanyo
- Inuyasha deja de estar molestando a Shippo, no crees que eres demasiado grande para pelear con un niño de su edad? Madura ya!
- Madurar?? Como te a..
No terminó de hablar ya que Sango lo interrumpió, sabía lo que pasaría después.. esos dos comenzarían a pelear otra vez así que decidió interrumpir para luego decir
- Oye Aome, no quieres ir a darte un baño? Nos caería muy bien no crees?
- Si claro Sango, vámonos ^^
- Por cierto Inuyasha, no estés molestando a Shippo
-Feé. Bufó este
- Inuyasha, apresúrate. Lo apuró el monje Miroku quien aún seguía esperándolo para ir en busca de la leña. Shippo se quedó pintando mientras el resto iba por lo que debían hacer. Una vez en las aguas del rio, Sango y Aome se quitaron sus ropas dejándolas dobladas a una orilla, luego procedieron a sumergirse en el agua mientras charlaban divertidas entre ellas. Pero un sonido proveniente de unos arbustos captó la atención las muchachas.
- Quien anda ahí? Gritó Sango desafiante, no sin antes arrojar una piedra. De los arbustos salió un chichón, y era nada más y nada menos que el monje Miroku
- Oye monje te lo dije, te iban a descubrir tarde o temprano. Eres un ton..
- ABAJOO!!! Pumm.. Inuyasha tragó tierra otra vez
- Son unos degenerados como se atreven a estar observándonos!! Gritó Sango
- Es cierto, pervertidos!!
- Oye Aome de que estás hablando? Yo no estaba observando, aparte no tengo nada que pueda observar..
- Abajo!!!
Maldito Inuyasha, como se atrevía a ofenderla de esa manera. Que no tenia nada que pudiera observar? Acaso se había atrevido a criticar su cuerpo? Vaya que era tonto, quien se creía que era para ofenderla de esa manera.. seguía caminando hacia el campamento junto a Sango, pensativa y molesta sobre lo que había pasado. Ese Inuyasha siempre la estaba molestando. Cuando de repente dejaron de caminar.
