Capítulo 21: "El juego"

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Si antes me costaba reconocerlos, en el último tiempo ya no se me hacía difícil, los fantasmas tenían características que un humano normal no. La mayoría eran pálidos, independiente de su color de pie, siempre se veían morados o blancos, con ojeras marcadas. Algunos tenían vida en la mirada, pero otros parecían estar en modo automático. Esos eran los "normales" y abundaban más, pero había otros que parecían salir de una película de terror. No eran muchos de ellos, por lo mismo, podía evitarlos o simplemente no tomarles atención.

Después de pasar por el salón de biología, vi a lo lejos a Anna, que se dirigía a nuestra dirección, le sonreí y le hice una señal para que se acercara. Puso los ojos en blanco y con resignación se aproximó.

—Viniste. —dije acusadora.

—Me obligaron. —respondió cruzándose de brazos. Me aclaré la garganta.

—Ellos son mis amigos. James y Mia, son de Nueva York—ellos la saludaron, cordialmente, Anna se cohibió un poco, pero les correspondió el saludo—. ¿Quieres venir con nosotros?

—No me odio lo suficiente como para hacer eso, pero gracias. —dijo sin pensarlo demasiado. Reí ante eso.

—Entonces nos vemos. —nos despedimos y ella siguió su camino. Verónica se adelantó a nosotras y negó con la cabeza.

—¿Cómo la aguantas? —preguntó un tanto molesta.

—Es tierna. —bromeé.

—Me pareció un poco desagradable—dijo Mia—. Aunque hay algo que me gusta, ese sarcasmo no muchos pueden tenerlo.

—Esa chica tiene problemas con el mundo. —comentó James.

—Con todo el mundo—continuó Vero, cruzándose de brazos—. Odia a Emy, el otro día cuando Anna la golpeó...

—¡¿Qué?! —chillaron mis amigos al unísono. Allí me di cuenta que había omitido ese pequeño detalle, sonreí de medio lado. Verónica me miró con un gesto de disculpa, sabiendo que había metido la pata.

—No fue para tanto. —aclaré.

—¡Que maldita! Espero que se lo hayas devuelto. —reclamó Mia, me quedé en silencio.

—Si no lo hiciste, Mia lo hará por ti. —dijo James y mi amiga asintió, nuevamente reí.

—Vero, mira lo que hiciste.

Vero se encogió de hombros.

—Pensé que lo sabían, aunque también la golpearía.

—Sí, a veces yo también la quiero golpear, pero recuerdo que es mi amiga y se me pasa. —dijo mirándome amenazante.

—Está hablando de Anna, Mia. —aclaré. Sonrió con malicia.

—Lo sé. ¿Por qué no nos muestras el invernadero?

Suspiré y los hice seguirme, mientras cambiaba el tema. Mia y James se relajaron y comenzaron a bromear. Les mostramos el invernadero y para mi alivio, los fantasmas no estaban, eso me decía una cosa, ya estaban descansando. O eso creía.

Nos dirigimos al gimnasio para ocupar un buen lugar en las gradas. Mis compañeros ya estaban allí y al vernos se nos acercaron. Presenté a mis amigos, y estos no perdieron el tiempo de invitarlos a la "fiesta" de cumpleaños. Al escuchar eso, me felicitaron. Acepté sus saludos y nos fuimos a sentar rápidamente.

James y Mia no paraban de hablar de lo ansiosos que estaban de conocer al fin a mi novio. Además, de apuntar disimuladamente alguno que otro chico que llamaba su atención, preguntando todo sobre ellos. Verónica era la encargada de responder, ya que muchos de esos chicos no los conocía.

Todo sucede en NomeWhere stories live. Discover now