Capítulo 10: ¡Toma Mi Expresión!

587 70 2
                                    

La puerta se abre con un chillido infernal que despertaría incluso al del sueño más profundo. Pero como en esta casa incluso Hansel está despierto, no me importa.

Dejo el casco a un lado y las llaves en su respectivo lugar. Después de todo lo que ha pasado, solo quiero tumbarme en la cama, colocarme en postura fetal y llorar como nunca he hecho en toda mi vida.

Pensar en lo que haré, en el futuro y en quién quiero de verdad. Marth siempre estará en mi corazón, pero ahora a un lado de ese amor. Alex ha vuelto y Marth no pudo ayudarme en saber si me gusta más Alex o Hansel.

En cierta parte, la cagué bien fuerte al presentarme a tales horas y de pelearme con su novio. Se hizo bastante tarde, incluso diría que el sol saldrá en una hora.

No me importa ir a trabajar sin descansar, no sería la primera ni la última vez que lo hago.

Camino por el pasillo para llegar a mi habitación, pero mi compañero de hogar sale del suyo y me propina una buena torta con la mano abierta, creando escozor en mi mejilla con unas cuantas palabras que no son muy agradables a simple llegada.

-¡Eres un puto desagradecido! -grita, intentando despertar a los vecinos-. ¡Casi haces que la boda se cancelase!

-Qué rápido vuelan las noticias -sobo mi mejilla.

-No me hace gracia, Farren. ¿Tienes idea de lo que has creado? ¡Te follaste a mi pequeño!

-Técnicamente, fue correspondido. Espera, ¿cómo sabes tú eso?

-Antes de que vosotros fuerais en su búsqueda, me mandó un mensaje explicando todo.

-¿Se lo ha mandado a todos?

-No, solo a mí. Soy el único que le conoce desde pequeño y me habló.

-Entiendo...

Agacho la cabeza. Sé que fue un error, incluso él lo dijo, pero conocíamos los riesgos de aquel momento íntimo y seguimos. Éramos adolescentes, no debería sorprenderle a nadie.

-¿A qué fuiste exactamente? -se cruza de brazos y apoya su espalda en la pared.

-Para hablar de una cosa.

-¿Y no estoy yo para ello? -camino a mi puerta, él me sigue.

-Estabas deprimido por Alex, dudo que pudieras darme consejo sobre algo.

-Tal vez pudiera, pero siquiera me has preguntado.

-Tampoco hacía falta. De seguro me habrías dicho lo mismo que Marth. "Eso solo lo sabes tú. Yo no te puedo decir nada" -una voz burlona interpreta el momento.

Abro mi dormitorio, Hansel se interpone entre mi cama y yo.

-¿De qué hablabais exactamente?

Esa cara preocupada, ese ojos curiosos, esos labios carnosos, su cabello despeinado por la falta de sueño, esas manos que desean alzarse de nuevo, pero no para pegarme.

-Algo que te incluye por estar celoso.

-¿Yo? ¿Celoso? Je. ¿De quién?

-De ella -señalo el salón, al momento se le viene a la cabeza la imagen.

-¡No estoy celoso de ella!

—No es verdad. No has dormido en una semana por su presencia en mi vida de nuevo. Te has estado comportando extraño desde que vino a casa. ¿Tanto te cuesta expresar lo que sientes? ¿Tanto te cuesta decir lo que se te pasa por la cabeza? Porque creía que eras un hombre, pero ahora pienso que tan solo te ocultas para que nadie se ría de lo que tu mente crea —su mandíbula aprieta y rechina los dientes—. ¡Ten huevos y dilo de una vez!

Te Quiero VerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora