Narra Diana
-¿Segura que puedes sola? -Preguntó James, ayudandome a pararme.
-Si puedo, ya nos falta poco. -Dije mientras agarraba de nuevo las sillas. -Yo puedo sola.
-Deacuerdo. -James aceleró el paso dejandome sola. Fue a dejar las sillas que el llevaba, después de eso regresó donde yo estaba. -¿Segura que no necesitas ayuda?
-¡No seas tan terco! No necesito ayuda. -James chasqueó la lengua, aceleré el paso, alcance a llegar al lugar que dijo Sophie, después de eso llegó James. -¿Ves que no necesito ayuda? -Dije cruzandome de brazos frente a James.
-¿Enserio no la necesitabas? Te caíste como veinte veces. -Dijo James acercandose a mi e inclinandose para verme a los ojos.
-No seas exagerado, solo me caí dos veces. -Hice un puchero y James rió.
-Bueno. -James se acercó a mi. -Nunca te volveré a ofrecer mi ayuda señorita "Yo puedo sola" -James se alejó.
Reí por ese comentario.
-Está bien, no me ayudes señor terco. -Dije tratando de desdoblar una silla de las que llevé. -Mierda. -Susurré.
-¿Que paso? -Preguntó James.
-No puedo abrir la maldita silla. -Dije poniendo mas fuerza en la palanca de la silla. -Volteé a ver a James.
-No, no necesitas mi ayuda. -James rió.
-No, no la necesito. -Dije y me pegué con la silla. -Auch.
James rió.
Miré a James con una mirada de "Lo siento, ayudame porfavor"
-No, no me necesitas. -James rió y seguidamente llegaron los demás chicos.
-¿Que está pasando aquí? -Preguntó Camila.
-James no me quiere ayudar.
-Cuando estabas trayendo las sillas me dijiste que no necesitabas mi ayuda. -James rió.
-Ah si, vi que te caíste como unas 9 veces. -Dijo Sophie mientras ponía las bebidas en la mesa.
-¡Fueron solo 2 veces! -Me volví a pegar con la silla -Auch!
-Además ya te pegaste con la silla como 12 veces -James rió.
-¡FUERON SOLO DOS MALDITAS VECES! -Dije haciendo puchero.
-Yo te ayudo Diana -Dijo Alan sonriendome.
-Gracias -Le entregué la silla a Alan -ALMENOS ALGUIEN ES BUENO AQUI -Grité volteando a ver a James.
James sonrío.
-Oye Diana, ¿Tocas algún instrumento? -Preguntó el amigo de Alan.
-Si, toco la guitarra.
-Wow, eso es genial. -Agregó el amigo de James.
-¿Oigan chicos me pueden repetír sus nombres? Los olvidé. -Dijo Camila.
-Yo me llamó Diana. -Dije mientras abría la caja de pizza que habían dejado para agarrar un pedazo, y seguidamente sentarme.
-Que graciosa. -Camila me volteó los ojos.
Yo reí.
-Yo soy Edison. -Dijo el castaño recargandose en la misma pared en la que se encontraba James mirando su celular.
-Yo soy Corey. -Dijo el rubio.
-Yo soy Alan.
-Deacuerdo, trataré de no olvidarlos. -Dijo Camila sentandose a un lado de mi.
Todos decidieron sentarse a comer pizza, aveces veía de reojo a James, y alguna vez lo sorprendía a el viendome, todos la pasamos muy bien esa noche, bailamos, tomamos ponche, refresco, pastel y pizza, fue bastante bueno pasar ese rato con mis amigos.
(...)
-Chicos, creo que yo ya me iré -dije mirando la hora.
-¿Ya te vas? ¡Pero apenas son las 8:13pm! -Dijo Edison.
-Si pero, le prometí a mi mama que iría temprano, porque hoy mi padre llega de viaje, y ya lo quiero ver. -Dije metiendo el celular en mi bolsa, mirando a Sophie.
-No Diana, yo no puedo ahora. -Dijo Sophie
-Pero, prometiste que me llevarías. -Saque mi labio inferior semejando un puchero.
-Quedate 10 minutos más y prometo llevarte. -Dijo Sophie.
-No, porque esos diez minutos se convertiran en treinta, luego en una hora, ademas necesito irme ahora, porque seguramente mi padre trajó dulces de Mexico y no quiero que mi hermana pequeña se los acabe. -Contesté.
Corey rió.
-¿Tu padre fue a Mexico? Genial. -Dijo Alan.
-Si, pero me tengo que ir ahora. -Dije cruzando los brazos.
-10 minutos más. -Sophie hizo puchero.
-¡YA! Me voy caminando -Giré sobré mis talones y me fui. Cuando iba a salir del parque sentí como alguien me agarró del brazo, era James.
-¿Quieres que te lleve a casa?
-No gracias, estoy bien. -Volteé a ver a James y le sonreí.
-Minimo dejame acompañarte, es muy tarde, y puede haber gente loca por ahí y pues, yo siempre estoy dispuesto a defender a mis amigos. -James sonrió.
-Bueno tu ganas. -Reí
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Perfección.
UngdomsfiksjonDiana Williams y James Morgan, Ella es linda, tierna, un poco alocada y tranquila. El es posesivo, celoso, y tiene un muy mal pasado. Dicen que los opestos se atraén y al atraerse normalmente forman pues, ya saben. Perfección.