Di que sí (Dylmas)

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Era un día más o por lo menos pensé que sería así, pero pese a que estaba consiente de la fecha, nunca hubiera esperado todo lo que pasó ese día.

Para empezar, al despertar Dylan no estaba a mi lado, lo cual me sorprendió, él generalmente se queda acostado aunque haya despertado antes que yo. Me estiré y solté un bostezo para luego levantarme. No tardé en percatarme de dónde estaba mi querido novio por el olor exquisito que salía de la cocina.

En cuanto puse un pie adentro, las cosas se pusieron raras.

—Hola, mi amor —dijo mirándome, o mejor dicho, cantó —. ¿Cómo estás? ¿Dormiste bien? Hoy, tú sabrás, es día para celebrar.

—Dylan, ¿qué está pasando? —pregunté frunciendo el ceño.

Él se acercó a mí y abrazó mi cintura.

—Mi corazón, vamos a festejar, pues el día hoy, años cumples tú —siguó cantando —. Sorpresas hay porque lo mereces, ¡será el mejor cumpleaños!

—¿Por qué estás cantando?

—Oh, todo es parte del plan, imaginé que preguntarías. Tú solo deja que te consienta. Sigue la corriente, pues esto en regalo de corazón —parece que no va a hablar como persona normal.

El resto del desayuno fue lo mismo, pese a que estuvo delicioso, estoy muy confundido. Me avisa que tengo que vestirme con lo que me dejó en el armario y después nos iremos. La ropa también es maravillosa, sigo analizando la situación, pero aún no lo resuelvo cuando salimos y Kaya está ahí con su auto y música sonando.

—¡Tom! ¡Felicidades! ¡Felicidades a ti!

—Oh, no. ¿También estás cantando? —digo abriendo los ojos como platos.

—Tenemos que irnos ya, no hay tiempo para explicar. ¡Vamos!

Tira de mi mano y Dylan y yo subimos en el auto. De alguna manera en el camino ambos cantan sobre los momentos que he vivido con Kaya, además, por más que intento e intento, no he logrado que me explique porqué siguen cantando.

Luego llegamos a un cine, pero no transmiten ninguna maldita película, solo la locura continúa. De los asientos aparecen más de nuestros amigos, desde Ki Hong y Tyler, hasta mi mejor amigo y mi propia hermana. Todos. Y. Cada. Uno. Cantando.

Era una clase de musical en el que cantaban lo maravilloso que soy, incluso también algunos de mis defectos aunque de tal manera en que no pude evitar que se me escaparan sonrisas y risitas. Bailaban, me llevaban por toda la sala de cine entre música y cantos, incluso luces. Hubo un punto en el que dejó de importarme el porqué lo hacían, estaba muy impresionado.

Hasta que me sentaron en primera fila justo en medio mientras decían cantando:

—¡Y aquí hay una sorpresa más para ti...!

Las luces se apagaron y en la pantalla comenzó a proyectar un video, eran fotos mías de pequeño, Dylan cantaba en el video mientras cada fotografía pasaba. Luego también pasaron grabaciones, algunas eran sobre películas en las que he estado, otras sobre ocasiones en las que Dylan me graba en momentos inesperados, de hecho pasan uno en el que yo estaba dormido y él me despierta diciendo palabras bonitas, terminé lanzándole almohadas porque aún estaba adormilado como para que grabara.

Y al final pasan un video de él cantando lo mucho que me ama, lo cual logra que se acelere mi corazón. También es cuando finalmente me da explicaciones sobre el motivo para hacer esto.

—Te mereces esto y más, Trombone —canta sonriendo, mostrando esos hoyuelos tan bonitos que tiene —, me quería mostrarte mi gran afecto al igual que todo el cariño que te tienen los que te rodean. Pero no es el único motivo, yo quiero hacerte dos preguntas, que espero contestes con un sí.

La imagen desaparece de la pantalla y es cuando noto que Dylan camina hacia mí, ahora trae puesto un traje que lo hace lucir condenadamente guapo. Se arrodilló frente a mí, yo me sentía desfallecer.

—¿Te casarías conmigo? —pregunta sonriendo, y cantando por supuesto. Me muestra un anillo color plateado.

Nuestra compañía hace un sonido a coro, siento la mirada de todos mientras esperan mi respuesta. Asentí sonriendo tanto que pensé que mis mejillas estaban entumecidas. Dylan coloca el anillo en mi dedo antes de elevantarse y tomar mi mano, me levantó y dió algunas vueltas antes de envolverme en sus brazos y besarme.

Era como salido de una película romántica.

El resto celebró mientras aún cantaban, sin embargo, las cosas aún no acababan.

—Falta una pregunta más —dijo Dylan cantando —. Thomas, mi amor. Vamos, ¿podrías aceptar hacer el musical conmigo?

Solté una risita. De inmediato recordé cuando él y Ki Hong plantearon la idea de hacer un musical en caso de volver a trabajar juntos, yo me negué porque los musicales no son lo mío. Sin embargo...

—Solo porque te amo, lo haré, Dyl —respondí uniéndome a la canción.

Creo que jamás me habían preparado algo tan grande y bonito para mi. cumpleaños.

¡28 años! Nuestro bebé ya tiene 28 :'3 y el desgraciado se ve menor de 20 😂 se ve caaaasiiii legal 😂

Oh bueno, quise hacer algo tierno en ésta ocasión, no se acostumbren :v

Chero Dashner

PD. A éste paso, en unos años Dylan se verá como el Sugar daddy de Thomas 😂

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