REENCUENTRO

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Muchas gracias por su paciencia, como comentarios, me alegra que les guste esta historia


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REENCUENTRO

—Hola Dean

—Cass—Respondió Dean viendo directamente a su ángel parado a unos pasos de su cuerpo, no pudo evitar mostrar una sonrisa al verlo con su vieja gabardina como si el tiempo en que no estuvieron juntos fuera solo una ilusión, esa gabardina que al principio no podía ver por anticuada, pero ahora no podría vivir sin verlo puesto en Castiel, porque era algo que lo conectaba con él y su protector, con ese hombre o ángel que dejo todo lo que consideraba hogar, que se rebelo solo por estar con alguien como él. Un simple hombre que no merecía ser salvado, pero algo haya arriba le dio al fin algo precioso con su guardián. Porque de todos los que merecían quizás algo mejor al fin el era feliz con su familia, con su distorsionada familia, pero al fin familia.

Porque ellos no necesitan palabras para decir lo que sienten solo con verse era como si ambos supieran lo que necesitan sin necesidad de hablar, porque si eran sinceros Dean era el cazador que no puede hablar libremente de sus sentimientos, porque de esa manera aprendió de su padre, de disparar primero y luego preguntar, de que sus sentimientos debían ser metidos en una caja fuerte, porque si los mostraba seria débil, algo inútil y Dean Winchester parecía un mendigo rogando por las migajas del cariño de su padre, que se sintiera orgulloso de él pero nunca pudo llegar a las expectativas de su padre Jhon. Y estaba Castiel el ángel que servía al señor, el que no cuestionaba nada y solo obedecía a todas las ordenes sin siquiera dudarlo entonces ambos se toparon en el mismo camino, llámenle destino, suerte o lo que se que quieran llamarlo eran los pensamientos de Dean, pero agradecía todo eso porque, aunque no lo gritara era feliz con lo que actualmente tenía.

Ambos sabían que no era solo por su conexión, era algo más era como si ambos buscaran desesperadamente para llenar el vacío que tenían, hasta que al fin lo encontraron y sin necesidad de palabras solo con verse a los ojos podían trasmitir tantos sentimientos, como opiniones y es que su lazo se fortalecía como nunca. Porque Dean al ver esa mirada de color azul sobre su persona sabían que estaría protegido, que Castiel haría todo lo que tuviera a su alcance y más por protegerlo a él como a Sammy, mejor dicho a su loca y rara familia, que era la primera vez que no debía proteger, sino que en su puta vida podía confiar que alguien estaría para él primero, que no lo dejaría a un lado y sobre todo jamás lo dejaría solo en un mundo oscuro, un lugar en el que podía poner su frente y mostrarse débil sin temor de que estaba defraudando a su padre. Y Castiel al ver esa mirada de color verde sentía que estaba en el lugar correcto, que al fin tenía un hogar, aunque sus hermanos hayan decidido tacharle de aberración, algunos no todo pero para él no le interesaba nada de eso, solo con ver a Dean ese cazador que a veces, o mejor dicho muchas veces lo saca de sus casillas, que se burla a veces de su inocencia a la hora de actuar pero sobre todo que admira su fortaleza, porque Dean sabe que fue un guerrero, uno de los mejores, un ángel que lucho no solo una sino varias guerras, que sus alas fuertes solo estuvieron a un servicio exclusivo para el cielo, pero ahora todo su ser, sus alas, su corazón le pertenecían al hijo mayor de los Winchester a Dean, su cazador con alma de niño y cuerpo de guerrero.

—¡Castiel hasta que al fin te dignas a traer tu puto trasero aquí! —reclama Dean sin quitar su sonrisa socarrona y es él ahora el que invade el espacio personal de Castiel que solo sonríe al ver al fin sin necesidad de utilizar el cuerpo del tal Steve, porque aunque no lo diga necesitaba estar de esa manera con su cazador, no con intermediados sino que sea él ahora con este recipiente que es suyo que es de Castiel y no Jim ni Steve sino Castiel el ángel enamorado de un cazador, acerca una de sus manos en la mejilla de su ahora esposo, este solo niega un poco porque sabe que Castiel es posesivo, como celoso y no puede evitar colocar su mano en la mano contraria de su ángel, ambos se quedan viendo fijamente, sintiendo como su corazón palpita al fin en paz, que por ese momento no existe los problemas, que no deben cazar a ninguna criatura sobrenatural que va detrás de ellos o solo es un caso más, no ahora solo son ellos dos, dentro de una burbuja lejos de todo y todos solo ellos en su propio mundo.

UN CASO PARTICULARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora