CAPÍTULO 9:

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8 de Junio del 2018.

Victor había tomado un taxi. Le tomaría alrededor de dos horas y media llegar al Prado –suponiendo que tendría que buscar pistas en el lugar, ya que dudaba realmente que ella se lo colocara tan fácil.

–Dios, espero que no sea solo imaginación mía.

Eran casi las once de la mañana cuando el taxista lo deja en el lugar que pidió. Se acerca y nota a lo lejos a una pareja en un picnic, estaban sentados sobre un mantel azul y tenían una cesta llena de lo que parecía emparedados de atún y varias frutas. Había traído la carta consigo, así que la saco y desdobló para asegurar su orden mental, aunque ya lo conocía –gracias a su memoria fotográfica– necesitaba algo con que sentirse seguro de no estar equivocado, así que pasó a la siguiente frase

"Pero nunca sabes que te puedes encontrar en el camino; tal vez más adelante seas una buena flor en la tierra de un castillo importante".

Victor alzó la mirada en busca de algún castillo o su semejanza, pero no había nada más que el prado y la carretera. No perdió las esperanzas tan rápido y se acercó a la pareja a ver si tenían conocimiento del mismo pero lamentablemente ambos desconocían su ubicación, que lo mejor era preguntarles directamente a los campesinos del lugar que son los que habitan estas tierras. Agradeció a la joven pareja y se encamino en dirección a las casas de los habitantes que no deslumbraba aun en la distancia.

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Sigrid despierta y al salir de su habitación nota al pasar por el olor cerca del comedor que en la mesa había un hermoso y dulce arreglo de flores.

En la base había claveles rojas intercaladas con flores de manzanilla, iba subiendo en forma de cono con la punta hacia arriba, llevando rosas rojas abajo rosadas en medio y blancas arriba en forma de degradación ascendente, con unas calas representando la punta.

Finnian pasó cargando unas cajas de lo que parecía ser herramientas y al ver a Sigrid en el comerdo sale corriendo hacia ella.

–Buenos días mi amada –hablaba mientras le daba una gran abrazo.

Ella cargaba una lycra beige y un blusón blanco que le llegaba hasta los muslos. Tenía el cabello suelto mojado con una toalla en los hombros, acababa de bañarse.

–Buen día querido, este trabajo solo lo puede hacer alguien en esta casa, ¿fuiste tú no?

–Si –se ruborizo un poco al instante–, te prometí que haría algo para ti, fue algo apresurado. Espero que te guste.

–Me encantó –afirmó mientras le daba un abrazo fuerte, aunque él no fuera capaz de sentir la presión ni el roce de sus delicados y suaves brazos–. Gracias mi querido Finn por tu precioso regalo.

Él se ruboriza aún más, se le notaba en los pómulos e incluso en las orejas. Le deseo un feliz día dándole un beso en el mejilla y se dirigió rápidamente a su tarea anterior.

12:13 – 8 de Junio del 2018

Alberts y Robert llegaron a la mansión. Sigrid es quien los recibe a ambos entre abrazos y juegos con el pequeño Alberts y un abrazo paternal a Robert.

–Buen día jefa –Saluda Alberts y Robert lo imita haciendo un leve reverencia.

Alberts es un chico alegre y energético de 17 años de edad. Era más o menos de la altura de Sigrid. Cabello castaño claro en modo de cresta reducida, piel bronceada y ojos de un azul eléctrico. Ella lo había salvado de un incendio en un orfanato en la misma Francia, tenía 12 años cuando ocurrió esa tragedia donde todos murieron; menos él. En cierta ocasión Sigrid admitió haber visto a un chico en el último piso pidiendo ayuda mientras se estaba desmayando por el humo –la asesina debía tener alrededor de unos dieciséis años, pero ya para ese entonces su cuerpo se había desarrollado gracias a los difíciles entrenamientos a los que fue sometida–, se bañó en agua y entró corriendo a sacar al chico, dando órdenes a Robert y Kayari de preparar un trampolín de los bomberos que estuviera bajo la ventana en menos de 10 minutos, y así hicieron, Robert se encargó de los bomberos y Kayari incorporó con mucho esfuerzo el trampolín para su caída. Justamente a los 10 minutos rompió el vidrio de una patada, saltando de la ventana con el chico entre brazos completamente inconsciente.

Al despertar ella estuvo cerca –los bomberos y las personas del vecindario les explicaron que es un chico huérfano y había perdido lo único que tenía–, él la atiborro con preguntas que ella contesto calmadamente, explicándole que él fue el único superviviente y que el orfanato lo dieron por cerrado. El rompe a llorar pero entre el llanto le pide que se quede con él, ella se sorprende y le advierte que ella no es una persona corriente; a él no pareció importarle y desde entonces el chico está bajo su cuidado, aunque legalmente su tutoría la tenía Robert, la asesina fue quien lo acogió y le enseñó todo lo que sabía.

Al año comenzó su entrenamiento de informante, recolector y espía bajo la tutela de otro sirviente de Sigrid. Por ende también le enseñó el arte de la informática en la cual se destacó enormemente siendo capaz de hackear incluso satélites del gobierno.

Por otro lado Robert era el antiguo sirviente en la familia de Sigrid cuando sus padres vivían, incluso mucho antes de que ella naciera. Cuando ella volvió al mundo lo localizó y le pidió ser de nuevo su mayordomo.

Un nuevo mayordomo.

Había servido a su familia desde que él tenía 15 años, actualmente tiene 43 años, él tiene entrenamiento en artes marciales mixtas, ya que a veces se le confiaba el cuidado de algunos de los hijos de la familia, así que Sigrid solo modificó su entrenamiento. Era alto, blanco con unos ojos grises llenos de experiencia y silencio bajo unos delgados lentes y un cabello teñido en varias partes con canas. A pesar de su edad tenía un cuerpo musculoso y fornido.

–Buen día chicos. Bienvenidos de nuevo, pasen y dejen todo, el almuerzo está casi listo, hablamos ahí.

Ambos se apresuraron en entrar a la mansión. Saludaron a las chicas que ya estaban sirviendo la comida –Kayari había hecho con la ayuda de Lily paella, que acompañaron junto a una bebida tropical alcoholizada y para Alberts jugo de frutas críticas–, se sentaron en la mesa adyacentes a Sigrid para compartir lo más rápido la información.

–Bien, ¿qué consiguieron?

–Alberts logro conseguir los planos del edifico de nuestro siguiente objetivo e información –en ese momento Finnian también entro con las botas llenas de tierra a almorzar.

– ¡Oh! –Asombrado por los recién llegados– Bienvenidos chicos, no los vi llegar, debía estar en la parte trasera de la mansión.

–Finn –Alberts alza los brazos hacia el chico en señal de que se siente a su lado– te traje unas semillas de unas flores de cerezo.

Robert por otro lado seguía informando sobre todo lo obtenido, lo que él opina y cuando comenzarían la operación, mientras por otro lado los chicos tenían una emocionante conversación sobre las nuevas semillas.

–Buen trabajo chicos, coman todo lo que quieran y descansen bastante –ofrecía mientras abría los brazos en señal de invitación– Después tendremos trabajo que hacer.

Todos se sirvieron y comenzaron a comer. Alberts interrumpe la comida para decirle a Sigrid algo que pareció olvidársele.

–Por cierto, creo que vimos a un extraño en la carretera, venía en esta dirección a pie. No estoy seguro pero creo que les estaba pidiendo direcciones a los campesinos.

Lily abre los ojos como platos y voltea a ver a Sigrid con rostro de pánico, pero ella ni siquiera volteó a verla, al contrario parecía despreocupada y siguió comiendo.

Entre Sangre y SueñosWhere stories live. Discover now