LXXII

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Parte dos.

*

Aquel alfa que había estado corriendo por el pueblo durante mucho tiempo, había visto la escena de como dos personas estaban enfrascados en una pelea con aquellos hombres del rey, ambos estaban siendo maniatados y pedían por auxilio, su primer pensamiento fue seguir con lo suyo pero al ver que ellos realmente necesitaban ayuda, había decidido interceder por ellos. Ahora mismo, los observaba en silencio y bastante concentrado. Él tenía un objetivo en mente pero ver como de alterados y nerviosos estába esa pareja, decidió ir a ver si ellos estaban heridos o necesitaban algún tipo de ayuda.

Desde que había sentido esa necesidad de liberar al que parecía ser un omega de las manos de ese hombre, él no pudo irse hasta ver que esté seguro y para nada lastimado. Incluso aunque tuviera compañía, él no podría seguir haciendo lo suyo sin asegurarse de eso. Podía escuchar los gritos desde su posición pero estos también eran opacados por los ruidos de todas las demás personas en la calle, que al igual que ellos, estaban nerviosos y asustados.

Desde que había escapado de su padre y su tío, él se preguntaba si ellos estaban bien... Incluso si estaba preocupado, tenía algo muy importante en lo que concentrarse... El joven alfa sabía que sus mayores estarían bien por su cuenta.

Él lo sabía.

Así que esprintó rápidamente hacía esa pareja, preguntaría si todo iba bien y seguiría buscando a su omega con cautela y cuidado, en momentos como esos agradecía llevar siempre su espada y haber podido deshacerse de un rebelde que portaba el arco que ahora mismo estuvo ocupando, a distancia era mejor defenderse, incluso aunque nunca había estado en una emboscada o en alguna pelea... Él no dudó en defenderse, ni mucho menos matar por su vida. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, sintió los sollozos y besos de aquellos amantes que yacían en el suelo, tratando de recuperar la calma. Él automáticamente pensó en su omega, él hubiera reaccionado igual en una situación como esta y quiso pensar en que él estaba bien. Donde quiera que esté.

Disculpa ¿Se encuentran bien?— Consultó más cerca pero no recibió respuesta y se lo esperaba, deben tener desconfianza de él— ¿Necesitan ayuda?

Taehyung en ese mismo instante sintió como su corazón dejaba de latir y el aire no llegaba a sus pulmones con normalidad, Hoseok por su parte sintió su sangre hervir ante aquella voz que ambos reconocieron enseguida. Ninguno fue capaz de mediar palabra.

—Si están heridos puedo ayudarlos pero no es conveniente que estén aquí— Volvió a decir— Soy Jungkook, hijo del rey Namjoon, no les haré daño. Lo prometo.

Con pasos lentos y dubitativos él decidió que sería mejor actuar, ellos deben estar algo abrumados ahora mismo y unas simples palabras de presentación no los dejaría entrar en confianza suficiente para poder ayudarlos, se acercó y agachó a su lado, sólo para ver a quién estaba ayudando y en que condiciones estaba también.

Pero se detuvo cuando aquellos ojos brillantes chocaron con los suyos.

Y las lágrimas empezaron a caer por si solas, sin ninguna advertencia, él lloró fuertemente cuando reconoció el rostro que había estado buscando con tanta desesperación. Era una reacción que ni el mismo espero porque claramente él no esperaba encontrar a Taehyung... Tenía los ojos muy abiertos mientras estos lloraban insaciablemente.

Jungkook estaba ayudando a su omega... Estaba ayudando a Taehyung.

Rápidamente, saliendo de su transe y sin pensar en el movimiento que estaba efectuando, tomó el mentón del omega que lloraba y le hizo levantar la vista, ya que este la había bajado repentinamente. Taehyung no fue capaz de mirarlo a los ojos y Hoseok, quién miraba la escena, sólo pensó en que nadie le quitaría a su omega, que él estába dispuesto a todo con tal de que no le arrebaten a Taehyung... Nunca más.

Past Lives: Destiny || Hopev «Omegaverse» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora