Varias veces me escapé de casa con la idea de ir a buscarla pero nunca encontraba el camino, mi madre insistió diciendo que eso sería perder toda la dignidad ya que volver con alguien que después de tanto tiempo juntas es capaz de engañarme tan descaradamente y en un lugar público no merecía la pena, y que probablemente ya lo había hecho en alguna ocasión anterior, me destrozaba cada vez que la juzgaba de esa manera pero era cierto las pruebas las tenía o creía tenerlas, eran unas fotografías que sacó Christofer en el aeropuerto cuando volvía de una de sus numerosas vacaciones. Lo cierto era que odiaba a mi hermano por hacerlo, por ser justo él quien las sacara ya que no podía dudar de eso, cómo dudar de tu propio hermano? las vi creo que solo una vez, cada una donde veía a Camila feliz y sonriente con un chico más alto que ella, delgado y con el pelo teñido, donde él la abrazaba con todo el cariño del mundo y ella dejándose, no podías editar eso.

El segundo mes o que yo recuerde mi padre me obligó a prepararme para mis últimos exámenes, fueron días completos en donde todo lo que veía eran letras y escuchaba a los profesores hablar y hablar sobre leyes, por insistencia otra vez de mi madre no había día libre para mí, luego de rendir mis exámenes en el tercer mes comencé a trabajar con mi padre

La fiesta del aniversario de la firma de abogados de mi padre fue un mes después de mi graduación como nunca me prepare con la esperanza de pasarla bien, ya vestida con un traje hecho a medida fui presentada como la aprendiz oficial de mi padre y quien estaría a cargo una vez él se retirara, era muchísima presión para mí a esa edad, todos los ojos de sus socios caían sobre mi persona como analizándome y sobre todo criticando cada cosa que hacía. Una mujer llamó mi atención esa noche, era morena, delgada, y con los ojos color café sonreí para ella e inmediatamente se me acercó debí saber que solo era una interesada, estaba claro que al ser la heredera del buffet era un buen partido para cualquier mujer manipuladora, solo me hizo recordar a Camila, no Camila no era así pero ella se parecía bastante, al menos fisicamente.

Empecé a salir los fines de semana buscando alguna distracción y solo me di con muchachas fáciles de una noche, una en particular empezaba a frecuentarme cada vez que iba parecía buena gente, una joven muy comprensiva pero no era para mí, al momento de entregarnos no pude simplemente no podía, mencione a Camila y ella quedó destrozada, comprendí que quien intenta curar un corazón roto a veces se puede cortar con los pedazos.

Cansada de los controles de mi madre me mude a un departamento sola, habían pasado más de seis meses en que no sabía nada de ella, si está bien o sufre al igual que yo, quizás estaría con ese imbécil y yo sufriendo por ella, la presión aumentaba mientras más tiempo pasaba y solo quería acallar las voces interiores que me decían que ella me había engañado, que no valía la pena seguir sufriendo, empecé a beber luego de llegar del trabajo, a veces incluso llegaba tarde y hasta me perdía las reuniones, me encerraba en mi mundo "feliz", las botellas vacías se acumulaban a medida que pasaban los días, estaba bien cuando estaba a punto de dormir por el alto nivel de alcohol la veía, sonriéndome y diciendo lo mucho que me amaba, la veía sentarse en mi regazo y hacer el amague de darme un beso.

Los sonidos estridentes de la puerta me despertaron un día, no tenía muchas fuerzas ni para hablar, normalmente esperaría hasta tenerlas para levantarme y quizás comer algo si es que había, pero los golpes no se detenían finalmente vi que alguien entraba, era Verónica

-Maldita sea Lauren!- Verónica era como mi hermana, nos criamos juntas, e íbamos a las mismas escuelas hasta que me cambiaron de colegio, luego Vero prefirió ir a la universidad en los Ángeles ya que había obtenido una beca completa ahí, mi padre le ofreció pagar sus estudios aquí en Miami pero ella lo rechazó diciendo que tenía que demostrarse a sí misma que podía hacerlo por su cuenta.

Era tiempo que no veía a Vero, solo venia un par de semanas por Miami solo a visitarnos a nosotros, luego se la pasaba con Lucía en Nueva York.

-Nada más mira este desastre!- estaba molesta, demasiado y no la culpaba- que demonios estás pensando Lauren!?- fue levantando las botellas y llevándolas a la cocina volvió con un vaso de agua y me lo tiro en la cara

Vuélveme a querer-CamrenWhere stories live. Discover now