💚21💙

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Las cosas iban de maravilla. O al menos para nuestro par.

Después de ese encuentro tan íntimo su relación había parecido mejorar exponencialmente. El problema es que no seguiría así por mucho tiempo.

La supuesta cena se había pospuesto demasiadas veces. Tan así que de haber empezado a planearla para el 24 de diciembre, ahora estaba fechada para 23 de enero, cumpleaños de Janeth.

La fecha se acercaba más y más. Elías le había dicho a Murdoc que podía llevar un acompañante. Claramente el verdoso ya tenía en mente a 2D.

Ahora mismo se encontraba de camino a su nuevo hogar. Hannibal lo había hartado diciéndole lo bueno que sería cambiar de aires. Además, su padre hace tiempo que había emprendido camino a uno de sus acostumbrados viajes, donde no sabían a dónde iba y les dejaba dinero suficiente.

Este "dinero suficiente" se estaba terminando, así que decidió ir. Lo que lo había convencido era que solo irían a acomodar las cosas que Elías y Janeth habían comprado. Nada oficial todavía.

Horas después habían llegado a la gran casa. Algo muy grande para 6 personas, pensó.

Murdoc se adentró por las puertas principales. Había varios muebles exparcidos por la estancia. Las escaleras de caracol estaban llenas de cajas de tiendas de renombre.

Hannibal entro lentamente junto con su hermanastro más pequeño. Este le ayudaba con una de las muletas.

-¡Mira, Murdoc! Vayamos a nuestras habitaciones- exclamó el pequeño acompañante.

-Pueden elegir la que quieran, pero la principal es nuestra- Janeth abrazo a su esposo, dándole un beso en la mejilla.

Murdoc rodó los ojos, odiaba que hiciera eso.

Subió lentamente mientras revisaba su teléfono, esperando un mensaje de Stuart. Aún nada.

Camino por el pasillo y la primera habitación ya estaba ocupada por el bebé. La aledaña por Hannibal y la del final, por el del medio.

Bufó. Giro sobre sí mismo en busca de otra cosa. Había otro pasillo, con 3 puertas.

Camino a la primera y para su fortuna era una habitación.

-Esa no, es la de huéspedes- dijo Janeth desde la puerta de la recamara principal.

De mala gana abrió la otra y era un baño. Solo quedaba la última.

-Casa tan grande y le faltan habitaciones- masculló lo suficientemente alto para que su "madre" escuchara.

Abrió con dificultad la última. Estaba un tanto atascada. Se llevo una sorpresa cuando encontró escaleras.

Las subió. Allí encontró una gran habitación con un ventanal muy grande. Había encontrado un tesoro.

-Vaya... Hasta que esta situación de mierda tiene algo bueno.

Se sentó en la ventana, ya luego haría sus deberes.

(...)

Por su lado, los Pot trabajaban en la feria, como cualquier fin de semana "normal".

El único peliazul de la familia trabajaba en los carritos chocones. Operaba aburridamente los carritos de un grupo de chicas, que lo veían mucho a decir verdad.

El juego acabo. Stuart agradeció a todas las deidades que conocía por ello. Una de las chicas se acercó al peliazul. Removió su rubia cabellera, intentando ser coqueta. Stuart hizo una mueca, por lo que se rieron las restantes.

New Guy  || STUDOC AU || En EdiciónWo Geschichten leben. Entdecke jetzt