💚4💙

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-Saquen sus frutas. Es hora de hacer el trabajo.

Murdoc sacó sus materiales: un plátano y una manzana. La última estaba previamente cortada. Volteo al único peliazul que conocía y vio como sacaba un bote con naranjas.

-Reúnanse en equipos de 4. Mezclen su fruta y comanla. Luego me harán un escrito de las mezclas heterogéneas.

Stuart solo se acostó en la banca, sin importarle el bote en medio de la misma. Se sentía mal, de la mierda. Si no fuera por su madre, estaría acostado, durmiendo o leyendo. Sobó su vientre bajo; dolía. "Parece que tengo cólicos ¿Qué hacen las chicas en estos casos? "- su pensamiento le saco una ligera risa.

Su azabache favorito le llamó. Como pudo caminó hacia el con una sonrisa, vaya que lo hacía cambiar de opinión. Se sentó y repitió su acción.

-¿Qué traes? -preguntó- yo tengo manzana. Paula tiene melón y Matías tiene piña.

-Naranjas-sin despegar la cara de la banca acerco la fruta. Sus compañeros mezclaron todo y se dispusieron a comer. Stuart solo observaba, él hambre no habitaba en el.

-¿No comerás nada? - cuestionó Paula.

-Vamos, come un poco- Matías acerco en bote con la fruta.

-Gracias, pero no gracias. No tengo ganas. Ni hambre.

Murdoc observó como el ojinegro hacia muecas mientras revolvía la fruta con el tenedor. "Seguro no son frutas de su antojo" -pensó. Tomo el bote y busco alguien con algo diferente. Una de sus compañeras comía feliz unas fresas.

-Hey, Verónica. ¿Podrías darme un poco de fresas?

La chica antes mencionada asintió. Puso unas pocas en el bote y Murdoc regresó muy feliz, dándole otra opción a Stuart.

-¿Ahora comes?

Stuart hizo una mueca, de nuevo. No tenía hambre, pero esas fresas se veían deliciosas. Tomo una y la metió a su boca. Esa sensación de no-hambre no desapareció, pero termino comiéndose las fresas, porque su azabache se las había traído. Termino con ellas, dándose más satisfecho de lo que estaba.

-Gracias, Mudz.

-¿Mudz?- Stuart se abofeteó mentalmente. Le había llamado como solo en sus pensamientos y fantasías hacia.

-E-es un apodo... Si no te gusta, no ha...-Fue interrumpido por su compañero.

-Esta bien, 2D. 

-¿2D?

-Es un apodo.- repitió con una sonrisa en su rostro.

--(=)--

La hora de salida había llegado. Stuart tomó sus cosas de manera rápida, saliendo así del salón. Estaba enfadado. Había visto como Murdoc abrazaba a Paula y a otras compañeras. <<me encantas cuando estás así>>- las palabras de Murdoc resonaban en su cabeza.

-¡2D!

Paró. Realmente no tenía ganas de hacerlo, pero lo hizo. Volteo a ver al dueño de esa voz.

-Espérame. Hoy quiero irme contigo.

Una ligera sonrisa apareció. Asintió y espero a que llegara donde el. Caminaron y caminaron tranquilamente, hasta que el dolor abdominal de Stuart regreso.

Paró en seco y comenzó a sobarse. No entendía bien que tenía. De un momento a otro comenzó un fuerte dolor de cabeza. Estos eran habituales, pero complementados con el "cólico" eran insoportables.

-Así que esa es mi serie favorita. - no veía esa cabellera azul a un lado de él-  ¿Stuart?

El pobre chico estaba recargado en un árbol. Vio como saco unas píldoras y las tragó sin agua.

-¿Qué pasa? ¿Estás bien?

-N-no.

Se estaba poniendo muy pálido. Como pudo lo puso cargo en su espalda. La estatura de peliazul era un problema; los pies le chocaban contra el suelo.

-Vamos, estamos cerca.

El cargado daba ligeros quejidos. No soportaba el dolor. Ni siquiera podía hacerle caso a esa felicidad que le daba estar siendo cargado por su compañero.

Arribaron pronto a casa. Murdoc dejó a su acompañante en el suelo, con cuidado de que no se golpeara. Toco y segundos después una señora salió. La misma cambio su sonrisa al ver a su hijo al pie de las escaleras, totalmente pálido.

-Buenas tardes, señora Pot. Soy Murdoc Niccals, compañero de su hijo. Veníamos caminando y se puso así. Lo traje lo antes posible.

-Ho-hola, ¿Murdoc?-recordó ese nombre en las pláticas, pero la prioridad era su hijo- Gracias por traerlo. Stu... -Bajo las escaleras, agachándose donde su hijo- cariño...¿Qué pasa? 

-M-me duele el vientre... -musitó-y las migrañas...

-Murdoc, hijo, ¿Me ayudarías a meterlo en casa?

El nombrado asintió, bajando las escaleras. Tomo a Stuart en brazos y subió de nuevo, entrando en la casa, que a decir verdad, era muy bonita.

Lo dejo en el sofá. La señora más temprano que antes llego con dos paños, uno para la cabeza y otro para el vientre. Se los puso.

-Muchas gracias, Murdoc. Son consecuencias de sus accidentes de niño. Cada cuanto le dan, y se pone así.

-De nada señora. Su hijo es importante para mí, no podía dejarlo ahí.- analizó lo que dijo, y al igual que su amigo prácticamente desmayado en el sofá, se golpeo mentalmente.

La señora lo vio con una sonrisa. Sabía lo que estaba pasando ahí, y no tenía problema. Su hijo podía ser como quisiera.

-Ammm... Creo que es hora de irme. Por favor despidame cuando despierte.

-claro

Se despidió y salió.

¿Porque había salido eso de su boca?

---(;-;)---
                                                            No me gusto.

                                                              Kdcirte :P

                                                               Andrea

New Guy  || STUDOC AU || En EdiciónWhere stories live. Discover now