Capitulo XVIII: Una decisión

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Pudo jurar que la muerte fue quien apareció ante sus ojos, pero también podía jurar que había sido demasiado amable con ella. Las llamas lo consumieron todo, el miedo y la ira hicieron lo suyo esta vez acabando incluso con aliados que estuvieron cerca, algo que por suerte, ella ni siquiera notó.

No tuvo la oportunidad de recuperarse puesto que todo sucedía demasiado rápido.

Llegó tan rápido como pudo hasta su siguiente blanco, con un gran dolor en su brazo por la lanza que había derretido su hielo continuó peleando. El dolor punzante solo aumentó su ira y esta vez no utilizó el hielo para acercarse, esta vez se abrió paso con grandes llamaradas que aparecían frente a ella mientras corría hacia el que suponía su atacante. El color morado lo envolvió, entre gritos y chillidos de dolor cayó, la nieve que estuvo alrededor de la criatura ya se había derretido.

Con el dolor que suponía hacerlo, puso la palma de su mano sobre su herida y cauterizó la misma apretando sus dientes para aguantar el dolor.

En el cielo estaban aún los dragones, los vivos y los muertos enfrentándose en el aire, las llamaradas azules consumiéndolo todo, matando a todo enemigo de los muertos mientras que las llamaradas anaranjadas intentaban proteger la vida. Era solo cuestión de tiempo para que alguno de los dos cayera.

Con un brazo prácticamente inútil, continuó peleando, no sabía si el dolor pasaría, si su brazo volvería a moverse, ni siquiera sabía si saldría viva de la pelea pero ahí se encontraba peleando.

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Jon Snow peleaba con valentía junto a los demás, pero podía ver a lo lejos el brillo inusual del fuego que la forastera era capaz de invocar y en su corazón sentía miedo, el miedo de perderla de manera irremediable, que toda esa oscuridad terminara por consumirla. Quería acercarse a ella, pelear a su lado, pero se movía tan rápido que le era imposible alcanzarla, le era imposible destruir a los caminantes blancos con tanta simplicidad como ella lo hacía.

¡Cuidado! —escuchó Snow quien se volteó y fue derribado, rápidamente se puso de pie atravesando su espada de acero valyrio en el muerto.

Su mirada se fijó en el cielo casi en el preciso momento donde la vio caer, Evey caía desde un gran puente de hielo que se quebró junto con ella, pudo jurar que todo lo vio en cámara lenta, quiso correr, atraparla entre sus brazos pero no podría llegar a tiempo. Jon peleó con fervor para acercarse, esperaba que estuviera viva pero incluso a lo lejos pudo ver como todo muerto saltaba sobre la mujer. Su corazón se apretó en su pecho, casi sintió las lágrimas en sus ojos de temor pero pensó "ella no morirá así". Continuó peleando, abriéndose paso hasta que finalmente pudo ver las llamas brillar nuevamente y pudo sentir que algo en él se relajó.

Por un momento miró al cielo para ver a Daenerys junto a sus dragones pelear contra el fallecido Viserion, comenzaba a pensar que debió haber montado uno de los dragones hasta que recordaba que nunca lo había hecho y que no tomó la oferta porque temía arrasar con los aliados y no solo con los enemigos.

No podía poner su atención como desea en ciertos puntos, el preocuparse de Evey o Daenerys no podía ser algo central en la batalla, tenían que acabar con el enemigo pero aun así, abriéndose paso Jon se acercó a la muchacha de pelo blanco solo para darse cuenta que lucía como otra persona, que su cabello ondeaba junto con el viento con un brillo inusual.

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Sus ojos morados seguían cada movimiento del Rey de la Noche en los cielos, estaba buscando la manera de llegar hasta él, de poder atacarlo desde el cielo pero se le hacía básicamente imposible alcanzarlo y no porque fuera una criatura poderosa, sino por el dragón que montaba y seguramente no le dejaría acercarse.

Cuando una mano se posó sobre su hombro, la mujer se volteó lista para atacar pero de inmediato bajó su guardia cuando sus ojos se encontraron con los de Snow —Jon —dijo aunque el sonido de su voz se perdería entre tantos sonidos.

Evey —respondió el acercándose. Verla viva, aunque herida, le aliviaba.

El brazo derecho de la norteña estaba en mal estado, la sangre era evidente, su armadura estaba rota y su brazo colgaba casi sin vida aunque ella juraba que aun podía sentir sus dedos, quizá había sido el susto más que la herida la que la hizo caer porque si lo pensaba, no recordaba que aquella lanza hubiera atravesado su extremidad.

La mirada de Jon lentamente transitó hasta llegar al brazo herido de la muchacha pero nada pudo hacer, un caminante blanco se abalanzó sobre ellos y por suerte, el pelinegro fue lo suficientemente rápido para acabar con este.

Evey, ignorando la completa destrucción a su alrededor, tenía su mirada fija en él, en el rostro de Jon, en sus ojos, en su cabello, en sus labios, ingenuamente ignoraba le hecho que no había acabado con lo que se había propuesto y aquello era un error que iba a costarles caro.

"Acabare con los generales —dijo Evey a Jon mientras caminaban al campo de batalla.

¿por qué con ellos? —preguntó dando por hecho que se refería a los cuatro que vio aquel día con el Rey de la noche.

Si el Rey de la noche monta a Viserion, estará ocupado peleando con Daenerys en el cielo y eso probablemente sea una oportunidad que aprovecharan para intentar que alguno de los dos dragones restantes caigan —le explicó con tranquilidad. Había ya hecho el plan en su cabeza, no debía tomarle mucho tiempo acabar con los cuatro que había decidido llamar "generales" o "manos derechas".

Es un buen plan, —admitió Snow —confío en que lo harás.

E Intercambiaron una sonrisa"

El tiempo pareció detenerse y pudo ver como una lanza surcaba los cielos, una lanza cristalina como la que se había casi incrustado en su brazo. Con los ojos llenos de terror y asombro contemplo la escena al mismo tiempo que podía ver como uno de los espectros venía a toda velocidad con la intención de apuñalar a Snow.

Tuvo que decidir.

Empujó a Jon con fuerza para poner su mano casi a tiempo en el pecho de la criatura haciendo que está básicamente se desintegrara, la lanza dio en el blanco haciendo que Rhaegal comenzara a caer en picada. No tuvo más tiempo, alejó a Jon como pudo de su lado y comenzó a correr a gran velocidad, sus piernas incluso aun cansadas (cosa que ignoraba) se movieron pesadas. Podría haber detenido la lanza, pudo desintegrarla en el aire antes que esta hiriera a la majestuosa criatura... ya no importaba, había tomado su decisión.

Caía en picada y aunque quiso estirar sus brazos para impedir la caída sabía que no podría evitarla. Bajo la sombra del animal pudo ver como los espectros se hacían a un lado, esperando para proteger a la criatura hasta que el Rey de la Noche lo reviviera, o simplemente para acabar con su vida.

¡No! —gritó la mujer de cabello blanco.

Y todo su cuerpo comenzó a arder en llamas consumiéndose a cada paso que daba, poco a poco expandiéndose a su alrededor atrapando a los caminantes blancos que habían en su camino, atrapando el cuerpo de Rhaegal en el acto formando una fogata tan grande que quizá en King's Landing podrían verlo. Ninguno pudo acercarse al fuego, ni los muertos ni los vivos.

Nieve y Oscuridad [Segunda Parte]Where stories live. Discover now