Italia es la razón.

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Canción: Mi chica es la razón. [Mulan]


— ¡VAYANSE A LA REVERENDA MIERDA! —gritó Romano, arrojando la mesita de su sala, con florero incluido.

España, Prusia y Francia salieron corriendo de la casa, cubriéndose las cabezas, evitando las cosas al azar que lanzaba el nieto mayor de Roma. Alemania estaba afuera de la casa de Romano, con una expresión arisca en el rostro, fingiendo no conocer a ninguno de los cuatro. ¿Por qué estás cosas le tenían que pasar a él? ¡Y por Italia!

— ¡MALDITA PATATA, ES TU PUTA CULPA! —chilló al verlo. Alemania tuvo que hacer uso de unos reflejos (que no sabía que tenía) para esquivar el televisor de plasma que le lanzó Romano.

— ¡Romaa~! —llamó España, en la copa de un árbol. — ¡Sólo será fingido!

— ¡Te voy a pegar una paliza que no vas a poder fingir!

—Pensé que querías ayudar a tu hermano, lindo Romano. —dijo Francia, sentado encima de la barda que rodeaba la casa del italiano.

— ¡Pues piensas por el culo si crees que me voy a prestar para sus estupideces! —vociferó el italiano, tomando una de sus macetas del jardín, lanzándosela a Prusia, que intentaba en vano subir por el poste de luz.

— ¡España te recompensará muy bien, crío maldito! —le escupió el albino, decidiendo que West era la mejor barrera contra Romano.

¡No lo provoques más! —gritó bajito el hispano, notando que los colores se apoderaban de la cara de su pareja.

—Hermano de Italia. —Alemania tomó extrañamente la palabra, mientras intentaba apartar a su hermano con una mano. —No tienes porque hacerlo. Yo tampoco lo deseo.

— ¿Ah? —Romano bajó una piedra, mirando con sospecha al germano. — ¿Qué mierdas dices, macho patatas?

—Quiero decir que todo este asunto ya se salió de los límites. —explicó, suspirando. —Italia es mi mejor amigo, no quiero perder eso o que se sienta incomodo estando a mi lado por lo que están haciendo.

Bien, los cuatro se habían quedado callados, Alemania sonrió para sus adentros, no importaba si le tenían lastima la prioridad de aquí era librarse de ser el experimento de ellos.

— ¡Ohhh, West necesita un abrazo! —gritó su hermano con lágrimas en los ojos, rodeándolo con sus brazos por la espalda. —Tranquilo, West, tu increíble y asombroso hermano mayor está aquí para ti. Puedes llorar en mi hombro.

Allemagne.—lloró Francia, bajando de un salto de la barda, uniéndose al abrazo de los germanos. —No sabía que te sentías de esa forma.

España con mucho cuidado, se unió al abrazo, dándole unas palmaditas en la cabeza al rubio. —Tranquilo, hombre, sabemos que es difícil decir tus sentimientos. Pero no debes rendirte.

—Está bien. —dijo Romano en un hilo de voz. —Te ayudaré maldita patata. ¡Pero más te vale que jamás en la vida te vuelvas a acercar a mí!

Un momento, ¿qué?

Alemania gritó en su interior unas diez veces al menos, causando incluso espasmos en su cuerpo, que los demás interpretaron como un llanto de agradecimiento comprimido. Seguro que hoy por la noche vería en las noticias que las zonas del centro de Alemania habían tenido ligeros temblores.

Les había generado demasiada lastima a esos cuatro. ¡No lo dejarían en paz jamás!

—No, hablo enserio...

Plan BWhere stories live. Discover now