1. Bogotá, dulce Bogotá

Start from the beginning
                                    

—Valentina no quiere irse —Dijo Poché a su padre unas horas después de que Valentina se hubiera encerrado en su habitación

—Dime algo que no sepa —respondió su padre

—Papá yo también tengo miedo, mira es como si estuviéramos retrocediendo a todo lo que avanzamos en una año —dijo Poché desesperada

—Poché, amor —Dijo su padre mientras se acomodaba en el sofá —Necesitamos irnos querida, me despidieron de mi trabajo acá en Medellín y en Bogotá no paran de enviarme correos para que regrese a mi puesto antiguo—

—Yo necesito que Valentina sea feliz papá, y está aterrorizada —respondió Poché con tristeza —Tú sabes lo difícil que es Valentina y lo que menos quiero es que se vaya a deprimir y a llorar todos los días

—No lo hará —dijo su padre —Tú y yo nos vamos a encargar de eso María José —su padre nunca la llamaba por su verdadero nombre a no ser que fuera un tema importante —Además soy el alma de la fiesta, mira ya tengo muchas actividades planeadas para ustedes

—No quiero saber de qué se trata —se burló Poché antes de dirigirse a la cocina por una manzana

—No te burles, sé que lo van a amar —gritó su padre en tono divertido

La semana que seguía empezaron a empacar todo para dirigirse a Bogotá, ya Valentina estaba un poco más motivada y convencida, Poché aún seguía con su miedo, pero pasaba en ratos, ya hasta habían rentado un departamento donde vivir, porque no iban a quedarse en su antigua casa, simplemente les traía mucha nostalgia el recordar la vieja casa con su madre. Para Poché decir adiós a Medellín era muy difícil especialmente porque tenía que decirle adiós a su mejor amigo Mario, que desde hacía un año era su confidente numero uno, además de que siempre la escuchaba y se divertían juntos, extrañamente Poché se sentía atraída hacia él en los últimos meses, lo cuál lo hacía más difícil despedirse.

—¿No vas a llevar el ratón de felpa que te regalé? —Preguntó Mario, el mejor amigo de Poché, mientras le ayudaba a empacar sus cosas

—Claro que lo voy a llevar tonto —vaciló Poché antes de echar el ratón en sus cosas

—No puedo creer que esto esté pasando la verdad —admitió Mario mientras veía hacia el techo

—Ya lo hablamos —contestó Poché —Es lo más difícil ir a vivir, sin tú estar ahí para molestarme y ver películas y todo, pero esto está pasando y no puedo hacer nada al respecto —

—Iré a vivir a Bogotá —dijo Mario muy convencido

—No lo harás —respondió Poché rodando los ojos —Además tu mamá te mataría

—Quédate Pochosaurus —Dijo Mario con pucheros

—Hola Mario —dijo el padre de Poché mientras entraba a la casa

—Díselo a mi padre —Dijo Poché como respuesta a la petición de Mario

—Juan Carlos quédense —Reiteró Mario con pucheros

—Lo haría hijo, más no podemos —admitió el padre de Poché y eso causó más tristeza en Poché y en Mario —Tampoco es como si no existiera internet —añadió el papá de Poché

—No es lo mismo —Respondió Poché

—Es muy similar —Contestó su padre —Además a como va la tecnología evolucionando no se me hace extraño que pronto se puedan teletransportar con tan solo un click

—Señor le juro que me quedaré aquí en Medellín solo para inventar la teletransportación —admitió Mario burlón

—¿Por que mejor no se casan ya? —Interrumpió Valentina la hermana de Poché —Parecen casados la verdad –

Rio Juan Carlos el padre de las chicas mientras Poché le hacia muecas a Valentina

Dos días después la familia de tres integrantes estaba abordando el vuelo hacia Bogotá, la despedida de Poché y Mario fue muy triste, y Valentina tuvo un ataque de tristeza la noche anterior, porque no quería regresar a Bogotá, sin embargo, Juan Carlos trataba todo lo que podía de animar a sus hijas hasta que llegaron al nuevo hogar.

—Señoritas he aquí nuestro nuevo nido de amor familiar —Dijo Juan Carlos mientras abría la puerta de su nuevo departamento y entraba la familia

—¡Wow! — decía Valentina antes de lanzarse a un sofá en la sala y encender la televisión enorme que su padre había conseguido

—Está muy lindo, Pa —confesó Poche mientras se iba a ver su nueva habitación

—Traté de elegir sus colores favoritos, decoraciones muy personalizadas, un estilo muy Poché y muy Valentina, obviamente también mezclado con el estilo de su madre y esto quedó —Dijo su Padre mientras daba el recorrido a las chicas por todo el departamento —Yo sé que falta decorarla y todo eso pero con ayuda de unos amigos pude amueblarla y hacer un poco para sorprenderlas —Admitió Juan Carlos a sus hijas

—Gracias papi, está muy lindo —dijo Poché antes de abrazar a su papá

—Ya me siento más como en casa —dijo Valentina y ambos su padre y Poché soltaron una carcajada

—¿Quién quiere cenar?— Preguntó Juan Carlos y las dos chicas levantaron su mano muy rápido —Sé que están cansadas por el vuelo y todo eso así que preparé pasta -dijo su padre muy entusiasmado y las chicas rieron

—¿Preparaste pasta? —Preguntó Valentina riendo

—¿Las azafatas te ayudaron a prepararla? —Bromeó Poché y eso causó la carcajada en Valentina y en su padre

—Ok si —dijo su padre en tono de rendición -Acabo de pedir la pasta a este restaurante que mamá amaba.

Dijo eso y hubo un silencio total en la casa, ambas chicas intercambiaron miradas de tristeza y miraron hacia abajo, Juan Carlos fue consciente de lo que dijo, y siempre que hacía esos comentarios provocaba una nostalgia en sus hijas y en él mismo también así que siempre era cuidadoso con el tema, ya que aún dolía mucho y no quería desatar tristeza en sus hijas, menos ahora que han regresado al lugar donde todo inició.

—¿Saben? —Preguntó Juan Carlos para romper el hielo —Quiero que hoy se acuesten temprano porque mañana vamos a hacer algo mega divertido, algo que amamos mucho, especialmente Vale —Guiñó él mientras veía la cara de sus hijas volver a verlo con una sonrisa.

—¿Que vamos a hacer? —Preguntó Vale con mucha emoción y duda en sus palabras

—Ya lo verán —respondió su padre antes de verse interrumpido por el timbre de la casa, que avisaba que su comida había llegado al fin.

Ese día en la noche Poché no pudo dormir, pensando en que será su vida ahora que estaba en Bogotá, hay tantas cosas que quiere hacer, tantas cosas en las que quiere convertirse y no sabía como lo iba a hacer, tenía mucho miedo de su futuro, ya que no era la persona más segura del mundo, y no era tan valiente como sus padres siempre le decían; además extrañaba mucho a Mario, y no sabía que nuevas personas iba a conocer, o con cuantas se iba a reencontrar a lo largo de su nueva pero antigua vida en Bogotá y eso llenaba de dudas su cabeza.

El Campo Margarita • Caché (Terminada) Where stories live. Discover now