Vendido » ziall.

4.

(Punto de vista; Niall)  

Ese día me voy a la cama temprano.

Zayn había dicho que por primera vez merezco una buena noche de descanso antes de empezar a buscar pistas. Me pregunto qué esconde. ¿Qué secreto tengo que averiguar?

No estoy seguro de donde tengo que buscar, pero eso es una preocupación para el mañana.

Me acurruco más profundamente en el cálido edredón. El colchón es tan suave. Quizás por una noche voy a tener un buen sueño. Espero que las pesadillas no lleguen hoy.

Para ser honesto, me gusta bastante Zayn como mi jefe. Él no es nada como las personas horribles de los otros esclavos en la sala de subastas que me habían hablado. Zayn me trata bien. Me dio tanta comida como necesitaba. Él me dio acceso a su baño y me permitió tomar una ducha. Una de las pocas primeras que he tenido en mi vida ¿Y ahora me sale este dormitorio agradable con una hermosa vista sobre el jardín y una cama aún mejor? Debo ser el esclavo más afortunado de la Tierra.

Zayn me dijo que todo lo que tengo que hacer es recordar una cosa. Yo no tengo que trabajar ni nada y cuando necesite algo, sólo hay que preguntar.

Me pregunto por qué es tan agradable y amable conmigo. Lo atrapé mirándome unos minutos hoy y cada vez que miraba para arriba, él volvía la cabeza rápidamente y actuaba como si nada.

Tal vez tiene que ver con lo que tengo que recordar. Tal vez sólo un hijo de puta falso que quiere hacerme daño más tarde, después de que me averguence a mí mismo.

Un suspiro alto y claro se desliza más allá de mis labios. Supongo que sólo tengo que esperar y ver cómo funciona esto.

Cierro los ojos y poco después me duermo.

— ¡No, déjala ir!,— Le grito, corriendo hacia el hombre que está azotando a una chica. No sé, pero tengo la sensación de que tengo que protegerla. Los ojos de la chica se cerraron y está respirando apenas. Levanto la mirada llena de rabia a el hombre, —¡Que se vaya!,— Grito de nuevo, —Ella no se merece esto.

El hombre me mira enojado.

—Ella lo merece. No me obedeció. Olvidó lavar mi ropa. Y además, ¿Por qué, un esclavo, está hablándome y me dice qué hacer?

Sinceramente, no tengo ni idea, pero es como que no puedo controlar mi cuerpo ya.

—¡Ella es mi amiga! ¡Usted tiene ni un puto derecho a castigarla por eso!,— Le grito.

El hombre ahora se sacude con furia, pero no tengo miedo. No voy a dejarme herir por él nunca más. Estoy preparado para cualquier cosa.

Bueno, nada, excepto por lo que hace a continuación. El hombre deja caer el látigo y se agacha a recoger a la niña, pero él sólo toma su cabeza entre sus manos. Luego, en un movimiento rápido, se ajusta el cuello, el crujido repugnante llega a mis oídos y los ecos en mi cabeza.

Observo cómo la chica exhala su último aliento y en ese momento, algo se rompé en mí.

Me lanzo al hombre y le doy un puñetazo a la cara. Al principio se sorprende y tropieza un poco, pero no soy lo suficientemente fuerte como para noquearlo a la vez. La falta de alimentos es la causa de eso.

—¡Vas a morir!,— El hombre grita y camina hacia mí. Yo no tengo tiempo para protegerme o aún parpadear antes de que los primeros golpes llegan a mi pómulo izquierdo.

Y no se detiene allí. A partir de ese momento, todo lo que siento es dolor. El hombre no deja de hacerme daño y puedo sentir la sangre que gotea de mi cara. En un débil intento de protegerme, ruedo sobre mi mismo en posición fetal y envuelvo mis brazos alrededor de mi cuello.

Estoy gritando y pidiendo que se detenga, mientras las lágrimas corren por mi cara. Por supuesto que es una pérdida de tiempo. Ahora le di un acceso perfecto a mi espalda desnuda.

No sé cuando el látigo empezó a golpear mi espalda. Sólo sé que siento un dolor demasiado fuerte en mi espalda. Yo grito en voz alta cada vez que hace impacto. Toda mi espalda está sangrando, pero eso no impide que el hombre golpeé de nuevo. Esta vez él me golpea en la cara.

El dolor horrible en mi mejilla izquierda es la última cosa que siento antes de desmayarme.

Me despierto sudoroso y jadeante. No me había escapado de la pesadilla. Todavía estaba allí, todo igual, sólo que esta vez, había sido mucho más detallada.

Todas las otras noches sólo había visto escenas borrosas y yo había sentido el dolor, pero eso es todo.

Ahora, yo sé lo que realmente había sucedido. El hombre era mi dueño anterior y la niña había sido mi mejor amiga en ese entonces. Se llamaba Sara y ella sólo tenía trece años y se olvidó de hacer su trabajo para ese día. Él la había matado.

Y entonces me doy cuenta.

Finalmente me he acordado de algo de mi pasado. No es mucho, pero es algo. Mi cabeza no deja de doler cuando veo la puerta de mi habitación abierta y un preocupado Zayn caminando a pulgadas hacia mi.

—Niall, ¿estás bien?,— Él dice cuando se sienta a mi lado en la cama y envuelve sus brazos alrededor de mi, —Te oí gritar.

Todavía estoy temblando un poco por la pesadilla, pero yo asiento embargo.

—Sólo fue una pesadilla,— digo débilmente. No protesto contra los brazos de Zayn a mi alrededor. Se siente bien y reconfortante, justo lo que necesito ahora.

—Oye, está bien,— Zayn dice y tira de mí en su regazo. Inmediatamente entierró mi cabeza en su cuello y siento su olor. Huele bien. Es un agradable y acogedor olor.

Siento la mano recorrer mi pelo y yo suspiro en su acción.

—Vuelve a dormir ahora,— él susurra en mi oído y un escalofrío recorre mi espina dorsal. Dejé que mis ojos se cerraran después de que él se acostó en la cama conmigo aún en sus brazos.

Suavemente Zayn empieza a cantar una canción. Yo casi no puedo escuchar, pero todavía él canta.

Una pequeña sonrisa se arrastra en mi cara mientras me relajo y me quedo dormido de nuevo.

Las pesadillas me dejaron solo por el resto de la noche.

[Editado, 27/08/15].