Capítulo V

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Los días pasaron rápidamente y la extraña cercanía de aquél par de chicos no dejaba de sorprender a los demás alumnos. Por un lado, los chicos se habían atrevido a comentárselo a Denki, en cambio las chicas habían decidido ser más discretas. Todas tenían sospechas, especulaciones y muchísima curiosidad; Mina había planeado con Hagakure preguntarle sutilmente a Kyouka qué estaba ocurriendo entre ella y el rubio, sin embargo, Momo les advirtió que no lo hicieran.

Aún era temprano y las clases no daban inicio, por lo cual dos chicas decidieron conversar en el aula.

– Tsuyu ¿crees que sea buena idea? – preguntó una preocupada Uraraka, jugueteando con sus dedos índices y volteando constantemente a la puerta para asegurarse de que nadie pudiese oírlas.

La chica rana asintió con la cabeza, mientras musitaba un tierno "ribbit".

– Ochako-chan, a la hora del almuerzo tenemos que hacerlo ¿de acuerdo? –

– De acuerdo. –

[...]

La cafetería estaba totalmente llena de alumnos, algunos formados para pedir su comida y otros, permanecían sentados ya con sus platillos en la mesa.

Tsuyu y Uraraka sostenían en sus manos una charola con sus respectivos pedidos para el almuerzo y se abrían paso entre la gente, buscando un sitio lo más alejado posible de sus demás compañeros de clase. Aquello era algo común, a veces comían con Midoriya y los demás, en otras ocasiones preferían tener un tiempo de chicas.

La castaña se detuvo abruptamente para después, salir corriendo hacia la dirección donde se encontraba otra joven.

– ¡Kyouka! – Exclamó Uraraka, llegando a donde la contraria se encontraba.

– ¡Chicas! ¿Qué sucede? – Preguntó una muy confundida Kyouka. Ella igualmente llevaba su comida en una charola.

– Kyouka-chan, es bueno verte. Tenemos que hablar contigo, "ribbit". –

– Uh... Está bien. – Aceptó, siguiendo el paso de las otras dos chicas quienes la guiaban a una mesa vacía que quedaba prácticamente hasta la esquina de la cafetería.

Era la mesa más apartada del lugar. A pesar de que el ruido era inevitable, en ese sitio se podía mantener una charla sin problema alguno. Tsuyu colocó con cuidado su charola sobre la mesa y giró la cabeza a ambos lados para confirmar que tenían el perímetro despejado. Ningún alumno de la clase 1 – A se encontraba cerca. Podían comenzar con la discusión.

– Verás, Kyouka-chan... – Tsuyu tomó asiento a un lado de Uraraka, dejando a la chica de cabellos color púrpura frente a ambas.

– ¿Si? – Tenía un mal presentimiento sobre dicha plática.

– Todas hemos notado lo cerca que has estado de Kaminari-kun últimamente. Queríamos preguntarte qué está sucediendo, pero las demás no querían hacerlo porque temen incomodarte y hacerte enfadar, "ribbit". –

Y ahí fue detonada la bomba. Para bien o para mal, Tsuyu era una chica sumamente directa que siempre decía lo que pensaba sin chistar; poco le importaba la reacción de los demás. Esa lengua de rana era un arma de doble filo, no literalmente.

Las mejillas de Kyouka comenzaron a tomar un color rosado, instintivamente se llevó el dedo índice de la mano derecha hacia su lóbulo del mismo lado para enredarlo delicadamente, manía que había tenido desde mucho tiempo atrás. Las tres se quedaron en silencio.

– Kyouka... ¿Kaminari te gusta? – Interfirió Uraraka.

El tono rosa suave pasó a ser un rojo intenso, totalmente notorio en la pálida piel de la joven interrogada. Dejó caer ambas manos sobre la mesa, levantando un poco los platos que se encontraban en la misma.

Still into you (My Hero Academia)Where stories live. Discover now