Capítulo 25

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Lo malo de la escuela es que no permiten tener novio, entonces no nos podemos agarrar de la mano, ni mucho menos darnos un abrazo, y es lo peor del mundo, yo quiero mucho a Alan, mi pandita.
Después de las clases nos regresamos a nuestra casa, Alan me acompaño, íbamos jugando entre los 4, fue muy divertido, al llegar a mi casa, mi mamá ya tenía la comida lista, y lo mejor del caso, unas enmoladas, super deliciosas, mi mamá vio a Alan y lo invito a comer, él aceptó y se quedó a comer, después hicimos la tarea y nos fuimos al parque a platicar un rato, me divertí mucho, fue muy dulce conmigo, como siempre. Platicamos de muchas cosas, él siempre me tenía una gran sorpresa, no importará el día, o la hora, él es muy detallista y eso me encanta, esta vez eran unos chocolates Ferrero, me encanta ese tipo de chocolates, le agradecí, desempaquete un chocolate, le di la mitad y yo me comí la otra mitad, era delicioso.
Me llevo a tomar un helado, yo siempre pido de chocochip, y él pide de distintos sabores, a comido de todos ahora que me pongo a pensar, nos dieron nuestros helados, nos los comimos de camino a casa, y entre cada cucharada de helado, iba un beso en los labios eso hacia que se pasarán los sabores de una boca a otra.
Después de acabar el helado y de despedirnos, yo entré a mi casa, eran las 8:30, no era muy tarde, así que me puse a leer el libro que me había dado Alan. Era muy interesante.
Ya eran las 11:00 de la noche, ya me tenía que dormir o si no mañana no iba a pararme, ya era viernes, era el último día de esa semana, dejé mi libro, apage mi celular sin antes desearle buenas noches a mi panda, el me contestó que me amaba y que tuviera linda noche.
Al dormir tuve una pesadilla horrible...

El Amor Llega Cuando Menos Te Lo EsperesWhere stories live. Discover now