Deshecha

428 46 7
                                    

Es preferible escuchar la canción cuando se lea 💜


Maia leyó y releyó el último capítulo de esa historia que tanto había amado desde el comienzo, no sabía por qué pero, en cierta medida, se sentía identificada con Amelia; ambas eran juzgadas apenas las veían sin esperar a conocerlas lo suficiente como para formar un criterio realista.

¿Por qué las personas juzgan antes de conocer, de saber? ¿Por qué no simplemente se quedan calladas? No, deben de hablar y hablar sin siquiera saber lo básico de esa persona a la que atacan, creen que la vida es sencilla para todos, que criticar no tiene nada de malo sin saber que destruyen en segundos lo que se ha construido en años.

Todos tenemos problemas, todos lloramos y reímos, caemos y nos levantamos, pero hay quienes tardan más en superar una caída o que tan solo hacen como que no pasó nada... y es mentira.

Si tiras un cristal al piso este se rompe, lo mismo pasa con los humanos, porque son tan frágiles por dentro pero siempre intentan aparentar lo que no son; ser fuertes, inteligentes, felices y algunas veces hasta aparentan ser idiotas sin sentido de la razón... eso hizo Maia un tiempo para mantenerse en un perfil bajo, se hizo pasar por una despistada sin saber que sus compañeros usarían eso en su contra; nadie estaba feliz con ninguna de sus facetas.

Si participaba en clases era una lame botas, si no lo hacía, era una burra; si le hablaba a alguien era ignorada, pero si ignoraba era la peor de todas; reía a carcajadas y todos la llamaban escandalosa... si lloraba le decían dramática.

Fue entonces cuando lo entendió, jamás podría hacer felices a los demás.

Pero para el momento en que se mostró tal cual era parecía que todo estaba en su contra; padres, maestros, compañeros y hasta los que llamó amigos.

Quería alejarse del grupo que la hacía menos y sus deseos fueron cumplidos cuando la mandaron a la tarde con otro grupo, claro, eso pasó hacía más de un año y le hizo bien. Ahí la querían, la integraron rápidamente. La vieron tal cual era y la aceptaron, eso creó en ella un haz de esperanza que se vio rota cuando, después de un semestre, combinaron ambos grupos rompiendo su burbuja de felicidad. Siguió siendo como era en realidad pero eso no hizo que sus primeros compañeros la siguieran creyendo una "zorra arrastrada que iba de cama en cama".

¿De dónde sacaron aquello? Si bien había tenido uno o dos novios y no era del todo una santa, nada de lo que ocurrió en su vida fue su culpa y tampoco debían intervenir esos idiotas sin saber lo que ocurrió de verdad.

Sollozó recordando ese día en que su vida terminó de irse al basurero, el idiota había obtenido, de una u otra manera, todo lo que ella tenía y no le fue suficiente sino hasta que la desdichó por completo arrancándole eso que jamás regresaría.

¿Qué pensaría su madre? La trataría de zorra, de puta, tal vez hasta la correría de su casa como tantas veces había hecho, criticarla como todos, sin siquiera escuchar media palabra de lo que debía de decirle.

Puteó, golpeó la pared de su habitación hasta que sus nudillos sangraron, poco le importaba, nadie se fijaría en ese detalle.

- ¡Te odio! - se dejó caer con todo su peso, decir que ya lo había superado estaba de más - ¡Te odio con todo mi corazón!

Sus últimas palabras apenas y fueron un hilo. Miró sus brazos con pequeñas cicatrices de lo que fue el inicio de su muerte, se rasguñó, era una costumbre, cada que lloraba y miraba su blanca piel en busca de sangre se frotaba hasta dejarse rojiza la zona repitiendo "no lo haré, no lo haré de nuevo".

Su corazón amó y lo rompieron, buscó en quien confiar y la decepcionaron, encontró a alguien que decía preocuparse por ella y esa misma persona dio inicio a su tormento... ella está hastiada del mundo, de la vida, está a punto de morir por completo.



Adivine Quién SoyWhere stories live. Discover now