El pequeño descanso que tenían había llegado a su fin. Solamente faltaba la última clase: inglés, impartida por el profesor Present Mic. Aquella resignación al no poder convencer a Kyouka se esfumó más temprano que tarde y todas las jóvenes estudiantes se dirigieron al aula que les correspondía.

La hora pasó demasiado lento para gusto de Kyouka. Esa materia en específico le parecía sumamente aburrida puesto que ya hablaba inglés perfectamente, los ejercicios en clase eran bastante fáciles y los resolvía rápidamente. Le quedaba un buen rato libre mientras esperaba a que sus compañeros terminasen y, aunque odiara admitirlo, no podía dejar de pensar en la fastidiosa fiesta.

"Quizás debería ir, no debe ser tan malo... además, podría ayudarme para interactuar e integrarme. Solo seremos los de la clase ¿qué hay de malo en ello?" Pensaba, dándose suaves golpecitos en el labio inferior con su lapicero.

El glorioso sonido de la campana dio la señal para que todos los alumnos se fueran prácticamente corriendo hacia la residencia. Kyouka se tomó su tiempo, guardando cada una de sus pertenencias con cuidado; tomó su maletín y fue la última persona en salir del aula.

Después de lo sucedido en el campamento, los alumnos de la clase 1 - A tuvieron que mudarse a una residencia de la academia UA, con el fin de mantenerlos a salvo y sin preocupar más a sus padres. Dicha residencia era colosalmente increíble, todos tenían su habitación propia, la sala común donde podían pasar su tiempo libre, cocina, duchas, lavandería y prácticamente todo lo que pudiesen necesitar y más. Las habitaciones de las chicas estaban del lado derecho y las de los chicos del lado izquierdo, había cuatro habitaciones por piso así que era común encontrarse con alguien por los pasillos.

Kyouka llegó con toda la tranquilidad del mundo a la residencia, para su sorpresa, la sala común estaba completamente vacía ¿sería verdad que nadie había vuelto? Subió entonces al primer piso de habitaciones del lado de las chicas, piso donde se encontraba su propia habitación. La suya era la primera y, hasta el fondo del pasillo, se encontraba la habitación de Hagakure; Ese día específicamente, la habitación de la chica invisible parecía ser un desastre pues había más ruido que el de costumbre. Decidió no darle mucha importancia, así que se limitó a ingresar a su pieza.

Se cambió de ropa, quedando en un par de shorts negros, una camisa holgada de mangas cortas color blanco y con el estampado de una gran equis en color negro.

- ¡No puede ser! -

Un rotundo grito la alarmó, provenía de la habitación de Hagakure. Salió corriendo por el pasillo hasta llegar al lugar del cual provenía el escándalo. La puerta estaba abierta y la escena que encontró le confundió bastante; una preocupada chica invisible se encontraba tirada en el suelo el cual estaba cubierto por cantidades inmensas de ropa de todo tipo.

- ¿Qué sucede Hagakure? - Preguntó Kyouka, con una evidente confusión en su rostro.

A juzgar por ese par de shorts y blusa sin mangas color celeste, supo que ella la estaba mirando. Desesperada, comenzó a agitar los brazos de arriba abajo, era complicado para la chica de cabello púrpura descifrar los movimientos de la contraria.

- ¡Kyouka! Es terrible...-

- Me imagino que lo es, no encuentro otra razón por la cual tu habitación se encuentre así. - Supuso que había perdido un objeto importante, que alguien le había robado o algo por el estilo.

- Así es, lo que pasa es que... No tengo nada que ponerme para esta noche. - Hagakure, desesperada, comenzó a lanzar diversas prendas de ropa que yacían en el piso por todo el lugar.

Kyouka sintió como si un balde de agua fría le cayera por todo el cuerpo. ¿Realmente era esa una razón para desordenar todo? O peor aún ¡¿Para hacer tal drama?! Quería decirle que no era para tanto, que usara algo sencillo pero bonito, pero lucía realmente preocupada o al menos eso alcanzaba a percibir. Se puso en cuclillas frente a ella, cambiando su expresión a una mucho más relajada y amigable.

- Escucha, no soy una experta en esto, pero creo que deberías ponerte un vestido con estilo fresco. El clima es algo caluroso, sería lindo, cómodo y te luciría muy bien. - Aconsejó, sonriéndole con los labios cerrados. Hagakure se abalanzó sobre ella, envolviéndola en un abrazo semi imaginario.

- ¡Muchas gracias, Kyouka! Eres muy linda, creo que me pasé un poco. -

- Para nada... está bien. - Respondió la peli morada, desviando la mirada y agitando sus manos a modo de negación.

Después de aconsejarle que ordenara un poco sus cosas y recordarle que aún le quedaban suficientes horas antes de la fiesta, volvió a su sitio. Cerró la puerta y entonces comenzó a dudar.

"¿Y qué debería ponerme yo?"

Still into you (My Hero Academia)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ