Querido Tiempo,
Quisiera que entre las doce de media noche del domingo y las seis de la mañana del lunes, hubiese un siglo, que hubiese demasiado de ti.
Soy un humano, los humanos tendemos a dejar todo para última hora.
Así que, recapacita, y extiende las horas que te acabo de nombrar.
Verás como la vida de todos fluirá mejor.
Pacífica por siempre,
Victoria.
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Querido Tiempo
Humor¿Sabes, Tiempo? Agárrate bien fuerte de esa silla mística donde sea que te encuentres, gira cuantas veces te de la recorcholis gana, porque cuando leas esto, las agujas de tu reloj se van a quedar más petrificadas que la petrificación de las piedra...