Querido Tiempo,
La primera vez que me castigaron fue por dos meses. Mi vida solía pasar volando, pero durante ese castigo todo pasó taaan lento, tantas cosas divertidas pasaron y que por culpa del castigo no pude disfrutar.
No culpo a mi madre por el castigo, me lo merecía, con seis años, me lo merecía, te culpo a ti por haberte quedado dormido y no acabar nunca.
Solo era una niña, me perdí tantas piñatas... No tiene perdón, tiempo, ojalá a tus agujas le den un colapso,
Victoria.
YOU ARE READING
Querido Tiempo
Humor¿Sabes, Tiempo? Agárrate bien fuerte de esa silla mística donde sea que te encuentres, gira cuantas veces te de la recorcholis gana, porque cuando leas esto, las agujas de tu reloj se van a quedar más petrificadas que la petrificación de las piedra...