Querido Tiempo,
Ay, 13, el número de la mala suerte.
Recuerdo la primera vez que dije que los martes treces eran mentira. Aquel día fue el peor de mi vida.
Me dijeron que me quedó una materia, el chico que me gustaba me dijo fea y me fracturé una pierna bajando las escaleras.
¿Cómo es posible que todo pase en un día, Tiempo? ¿Quieres explicármelo o seguirás pasando leeeeeeento como sueles hacer?
Ash, no sé qué hacer con las agujas de tu reloj, si pudiera las rompiera como se rompió mi pobre pierna.
Seis meses con yeso, los seis meses más lentos, todo por tu culpa,
Victoria.
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Querido Tiempo
Humor¿Sabes, Tiempo? Agárrate bien fuerte de esa silla mística donde sea que te encuentres, gira cuantas veces te de la recorcholis gana, porque cuando leas esto, las agujas de tu reloj se van a quedar más petrificadas que la petrificación de las piedra...