Capítulo 7, La fiesta

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P.O.V Kendall

Ya estábamos dentro de la fiesta. Dan y Sarah se habían separado de mi. Yo lo único que buscaba era a Summer. Había mucha gente, estaba oscuro y con luces que cambiaban de forma y color dependiendo el ritmo de la música. La casa de Summer era admirablemente grande, aunque desde mi vista, innecesariamente grande.

Sus padres realmente eran ricos. Eran de esos que se veían en las películas, llenos de dinero, sin sentimientos y tratando mal al servicio. Una copia, diría yo. Summer no era así, ella se limitaba a los comentarios. Eso me alegraba bastante, porque me generaba confianza en hecho de saber que mi hija no estaba siendo criado con alguien que no solo le importaba el sistema capitalista.

Durante el viaje hasta allí, puede reflexionar lo que me había pasado la última vez que había salido de fiesta. Mi beso con Ashley y mi pelea con aquel pelele. Había estado mal, muy mal. Yo amaba a Summer a pesar de que últimamente estaba insoportable. Tenía una hermosa hija con ella; aunque tambien tenia un niño precioso con Ashley pero eso no tenía importancia aquí. Yo no podia dejar sola a Summer en esto, ademas Ashley ya habia hecho notar que ya no le interesaba ni estar cerca mio.

Seguí caminando por los distintos pasillos, casi como un laberinto, hasta que de repente vi a una morocha llevando un largo vestido morado que realmente le sentaba bien. Estaba de espaldas, con el pelo recogido y la espalda al aire. Que sorpresa fue la mía cuando la morocha volteo, y me deslumbró. La madre de mi hija. Mi novia. Estaba radiante; me genero orgullo al escuchar los pronombres posesivos en mi cabeza. Esa era mi mujer.

A paso firme fui hasta ella, la tome por la cintura y le plante un gran beso posesivo. Esta vez había sido yo el que la había sorprendido. Me lo respondió sin dudar, mientras que con mi brazos la apretaba mas hacia mi. Estuvimos unos minutos así hasta que lentamente Summer fue deshaciendo el beso.

-Hola mi amor. -Me saludo con una sonrisa de oreja a oreja.

-Como estas? -Pregunte tambien sonriendo como un idiota.

-Bien y tu? Como anda ese resfriado? -Cierto. Le había mentido sobre eso.

-Perfecto mi amor, ya casi ni lo tengo. Aunque ayer parecía drogado de la cantidad de jarabe para la tos que tome, jajaja.

-Ay, jajaja, Me alegro Ken. -Y luego me dio un corto beso. -Ven, vamos a saludar a mi padres. Que ya sabes cuánto les encanta verte. -Y con eso me tomo de la mano y saludamos a Cristina y a Mateo. Ella era una mujer de unos cincuenta y picos de años pero parecía de menos por las grandes visitas al quirófano que su cara tenía. Era flaca y morena, y era no era muy alta. Vestía un vestido negro con brillos en la parte superior, el cual era demasiado extravagante para mi gusto. En cambio Mateo era bajo, y panzon. Tenía una gran nariz, y usaba anteojos. Vestía un traje blanco y negro a juego con el vestido de su mujer, que por lo visto le quedaba bastante chico para su tamaño. Ambos era bastante despreciables; criticaban a la gente en todo sentido, desde sí eran feos o lindos, o que tan gordos eran. En mi opinión, una clara muestra de la sociedad.

-Como estas querido? -Me pregunto Cristina con una sonrisa en la cara mientras me saludaba con un beso el cual estaba seguro que me había dejado una marca de carmín.

-Muy bien gracias, cómo está usted Cristina? -pregunte para sonar educado.

-Muy bien por suerte. Te gusta como quedo el lugar? Mi planeadora de eventos hizo un muy buen trabajo, no te parece?

-Si está muy lindo. -Dije tímidamente con una sonrisa.

-Ay tu siempre tan amable! -Luego de eso me dio otro beso en la mejilla, que si el anterior no había dejado marca de carmín, este sin duda lo hizo.

SOLO BESAME!Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin