¿Qué estás diciendo?, es Draco, ¡Draco Malfoy!

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-¿Todavía sigues leyendo eso?- preguntó Harry con desprecio dirigiéndose al diario. Hermione asomó la cabeza por detrás de él.

-Hay que mantenerse informado- dijo misteriosamente.

Harry y Ron se miraron y levantaron las cejas en un signo de interrogación, pero antes de que lograran comentar nada la puerta del compartimiento se abrió. Draco Malfoy se asomó por ella flanqueado por sus dos amigotes, Crabbe y Goyle.

-Miren lo que me encontré aquí, el famoso Harry Potter y sus patéticos amigos- murmuró Draco con una pequeña risa. Al escuchar la voz del muchacho, Hermione cerró el diario y se preparó para replicar. Pero cuando lo vio algo hizo que se frenara. Draco la miraba intensamente con sus ojos azules, tenía un gesto de repugnancia en el rostro y su media sonrisa se había quedado paralizada en él.

-¿Qué quieres imbécil?- escupió Ron con los puños apretados a los costados de su cuerpo. Pero Draco no lo había oído, miraba a Hermione con un gesto extraño en la cara, su sonrisita de suficiencia había desaparecido, pero su seño fruncido permanecía, aunque esta vez no demostraba repugnancia sino… ¿Qué era?, ¿sorpresa?

-¿Quieres largarte Malfoy?- preguntó Harry con odio mientras se levantaba seguido de Ron.

Draco por fin reaccionó, sacó su vista de Hermione y al instante su rostro volvió a denotar repugnancia y un leve signo de desafío. Miró a Harry de arriba abajo y rió socarronamente. Crabbe y Goyle lo corearon.

-Potter- exclamó como si recién lo hubiera visto- ¿Has dejado de firmar autógrafos?, qué lástima, yo que quería uno…- Crabbe y Goyle le festejaron la broma con risitas tontas.

-Lárgate Malfoy- inquirió Harry acercándose un poco más a él.

-Ya, ya. Pero recuerda Potter, tendrías que haber elegido tus compañías con mejor ojo- concluyó el muchacho rubio mirando con desdén a Ron y Hermione. Le echó una última ojeada a Harry y salió del compartimiento.

-Imbécil- fue lo único que dijo Ron antes de sentarse con los brazos cruzados y la vista fija en la ventanilla.

Hermione en cambio no lo escuchaba, tenía la vista fija en el diario pero no lo leía. Se había quedado impresionada, pero… No, no podía ser… ella, ¿ella?, no, no, claro que no… Malfoy, él era un imbécil, pero sin embargo…Hermione sacudió la cabeza y volvió a su lectura. Definitivamente necesitaba descansar, como bien había dicho Ron anteriormente.

Draco estaba sentado en la mesa del Gran Salón con la barbilla entre las manos y los codos sobre la mesa, se aburría, Dumbledore estaba dando su pequeño discurso antes del gran banquete. Levantó la vista y la vio. Hermione escuchaba atentamente a Dumbledore en la mesa más cercana a la de Slytherin, llevaba el cabello recogido en una cola de caballo y su rostro ni se inmutaba, estaba atenta, como siempre que un profesor hablaba.

“Idiota” pensó Draco, pero inmediatamente una vocecilla en su cabeza le contradijo: “claro que no”.

El silencio fue interrumpido por un repentino parloteo, los alumnos comenzaban a hablar entre ellos y a servirse la cena, eso significaba que el profesor Dumbledore había terminado su discurso y la comida ya estaba en la mesa, Draco, que no se había dado cuenta, se sobresaltó cuando Crabbe le empujó el hombro con el suyo en su carrera por coger una pata de pollo.

-¿Cómo han ido tus vacaciones Draco?- le preguntó Pansy Parkinson sirviéndose puré de papa.

-¿Humm?- dijo Draco distraído, aún miraba hacia la mesa de Gryffindor.

-¿Qué cómo han ido tus vacaciones…Draco?- repitió Pansy.

-Ah sí- exclamó Draco mirándola- Bien, mi padre nos ha llevado a mi madre y a mí de paseo a Rumania, hemos visitado a los dragones, ha sido fabuloso.

-¿Rumania?, wow, siempre quise ir allí- confesó Goyle asestándole un mordisco a un pedazo de pan.

Pero Draco ya no lo escuchaba, la mesa de Gryffindor había acaparado su atención, hacia el centro, un grupo de personas reían a carcajadas, Hermione se encontraba entre Ginny y Neville, el cual tenía la cara cubierta de puré de papa, en frente de ellos Harry casi se caía de su asiento por la risa y Ron se agarraba las costillas mientras reía con la cabeza apoyada en la mesa.

Hermione tomó su tenedor con una sonrisa, y estaba a punto de metérselo en la boca cuando se dio cuenta de que Draco la observaba. El muchacho no había probado bocado aún, miraba a Hermione con intensidad, sus ojos azules destellaban bajo la luz de las estrellas del techo encantado. Hermione quería quitar la vista pero no podía, ¿qué le estaba pasando? “Ese corte de pelo le queda tan bien” pensó, pero al segundo se arrepintió. “¿Qué estás diciendo?, es Draco, ¡Draco Malfoy!”. Estaba decidida a sacar la vista de los ojos de Draco cuando Ginny la interrumpió.

-¿Hermione?

-¡¿Qué?!- preguntó un poco brusca- Perdona, ¿Qué?

-Neville te pidió la ensalada.

-¡Oh!, sí- exclamó pasándosela.

En el lado oscuroNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ