CAPÍTULO 5

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—Tengo hambre. —digo.

—Tengo sed. —dice Kei

—Tengo sueño. —dice Cristina.

—Tengo que hacer pipí. —dice Lau.

—¡Tengo ganas de morirme! —exclama Pablo.

—Pues ahí tienes tu oportunidad. —dice Nat señalando con la cabeza al zombie que iba andando lentamente hacia nosotros.

—No quiero que mi muerte sea penosa, quiero morir siendo un héroe. —responde Pablo yendo a la vez hacia al abuelito-zombie para matarlo con un cuchillo.

—¿Podemos ir a ver que hay dentro de ese supermercado? —pregunto, ya que me estoy muriendo de hambre.

—Okay, vayamos. —me dice Pablo.

En unos minutos nos encontrábamos delante de un Mercadona que se encontraba en el peor de los estados.

Tenía las ventanas rotas, el suelo con manchas de sangre, y  las estanterías estaban casi vacías.

—Okay, alparecer a nadie le interesa con qué limpiarse el culo en una apocalipsis. —dice Pablo al ver que la estantería del papel higiénico estaba completamente lleno.

Las chicas y Pablo comenzaron a recorrer los pasillos.
Alfinal nos reunimos para ver que habíamos recolectado del supermercado.

—Yo tengo: una botella de agua, unos chicles y comida de perro. —digo avergonzada.

—Yo recogí: un tomate, galletas saladas y condones. —dice Pablo mientras me miraba de forma pervertida.

Al darme cuenta le echo una mirada de asco.

—Yo no tengo nada. —dice Nat.

—Yo tengo papel higiénico. —dice Lau.

—Yo tengo unos sándwiches precocinados y jugo de uva. —aparece Kei detrás.

—Dios mío Kei te amamos. —Digo levantándome para ir a por un sándwich.

—Chicas y Pablo, iré fuera a buscar algo en el supermercado a unas manzanas de aquí, ya vuelvo. —dice Lau.

Nos encontramos a las afueras de la ciudad, por lo que no había muchos muertos vivientes.
Al estar tan cansados decidimos quedarnos ahí toda la tarde y cuando anochezca nos quedaríamos ahí.

(23:59)

Puse mi pelo debajo de mi cabeza para simular una almohada en ese frío y duro suelo.
Cuando porfín conseguí dormir un poco un ruido me despertó.
Abrí los ojos y pude ver cómo Nat rebuscaba en cada una de las mochilas de las chicas.

—¿Qué coño haces? —pregunto levantandome.

—Sobrevivir, niña estúpida. —espetó Nat mientras seguía rebuscando.

—A quien llamas estúpida. —exclamo Pablo con su voz ronca.

Al ver que Nat no tenía intención de parar de resbucar entre las cosas decidí  levantarme del suelo.

—Quieta ahí. —dejó de buscar y me apuntó con el arma.

—Hey, hey cálmate chica...—dijo Pablo levantándose de su sitio.

—Quieto ahí tu también —apuntó esta vez a Pablo.

Intenté hacerme la valiente y corrí hacia Nat aprovechando que estaba distraída con Pablo. Grave error.
Con unos pequeños movimientos Nat me tenía agarrada del cuello mientras que apuntaba a Pablo con el arma.

—Vaya... Yo solo me quería llevar vuestras cosas pero veo que me tendré que llevar una vida también. —dice Nat.

P.O.V KEI

Debido a unas voces me desperté y vi como Nat sujetaba a Emma y apuntaba a Pablo con su pistola.

—Vaya, vaya, la belleza durmiente ha despertado. —dice Nat refiriéndose a mi.

—Si, me desperté gracias a ustedes. —espeto molesta.

—¿De verdad?¿ Te importa que te hayamos despertado y no que esa chica de ahí me esté apuntando? —dice Pablo molesto.

Sin responder a este comentario pude ver como Lau iba lenta y sigilosamente hacia Nat con su pistola cargada en la mano.

—Parece que lo único que te vas a llevar va ser un balazo en la cabeza como no sueltes a Emma y dejes de apuntar a Pablo. —dice Lau a la vez que coloca la pistola en la nuca de Nat.

—¿Te crees súper-heroína?¿Qué te parece si bajas tú el arma a cambio de que no mate a esta princesita?—dice mientras deja de apuntar a Pablo y apunta a la cabeza de Emma.

—No me creo súper-heroína, pero me creo capaz de reventarte la cabeza como no sueltes a esa chica. —dice Lau sin mover ni un segundo la pistola de la cabeza de Nat.

Ni si quiera me di cuenta de lo que sucedía pero Emma le dio un cabezazo a Nat, lo que hizo que está se echase para atrás. Lau siguió apuntando a Nat la cual perdió su pistola y Emma estaba abrazando a Pablo sintiéndose segura.

—Maldita gilipollas. —espeta Nat.

Todos estábamos despiertos pero tanto Cristina cómo yo nos quedábamos calladas observando en shock.

—¿Por qué la defenfeis tanto? Es una débil. —dice Nat.

—Por que igual es mucho mejor persona que tu y tiene oportunidades de mejorar y ser la puta ama en matar a esos bichos, pero en cambio tú, ya no tienes la oportunidad de demostrarnos tu lealtad. —dice Pablo mientras aprieta más a Emma entre sus brazos.

Cristina fue donde Pablo y Emma y comenzó a consolar a Emma.

—Tranquila, yo te enseñaré como disparar correctamente. —le tranquiliza.

—Gracias, eres una gran persona. —dice Emma limpiándose las lágrimas.

—Tranquila pequeña todo está bien. —dice Pablo despeinándole un poco el pelo.

—Oh, y ahora de repente se va a convertir la domadora de Zombies ¿No? —espeta Nat con sarcasmo.

—Tu te vas a convertir en un cadáver como no cierres la boca. —le amenaza Lau.

—Okay, te ataremos y te dejaremos aquí— afirma Pablo.

—No, no podéis hacerme esto. —dice Nat asustada.

—Claro que podemos hacerlo—exclamo ya harta de quedarme mirando la conversación que tenían.

Cogí una cuerda que llevaba en mi mochila y comencé a atar a Nat. De repente noté un dolor enorme de cabeza y  comencé a agobiarme ya que no veía, todo era oscuro. Los oídos me zumbaban y lo único que logré escuchar fue:

—Ya te pasaste perra.

A continuación escuché un disparo.

La zona viva de los muertos. #GoldenLA2018Where stories live. Discover now