CAPÍTULO 1

107 16 5
                                    

—Maldita sea —dije mientras observaba la hora del móvil.
Rápidamente corrí hacia mi armario al darme cuenta que llegaba tarde. Si, otra vez.

—No hay nada mejor que llegar tarde al examen —pensé mientras me ponía las zapatillas dispuesta a salir corriendo hacia el instituto.

Para mi sorpresa, llegué puntual, incluso un poco antes. Creo que se debe a que casi me como cuatro niños y dos abuelas con mi espléndida carrera para llegar a tiempo.
Al fondo  de la clase pude encontrar con la mirada a unos de mis mejores amigos, Adrián, Miriam y Mónica.

—¿Qué hacéis? —pregunto intentando mirar lo que tenían en las manos.

—No lo se, tenemos un examen ahora, ¿Tu qué crees? Estamos jugando parchis. —me responde Miriam con cierta calma y un poco, pero muy poco sarcasmo.

—Estamos repasando las funciones —me aclara Adrián.

—Buenos días, sentaros y guardad los apuntes. Recordad que ya ha empezado el examen —dice mi amargado profesor entrando por la puerta, con un buen montón de papeles que sujetaba con su brazo.

                       (***)

Alfinal de clases, fuimos a mi casa para poder continuar viendo nuestras series favoritas.

—Bien, ¿Palomitas? —pregunté sentándome en el sofá al lado de Miriam y Adrián.

—Listo —me responde Adrián enseñándome el bol con las
palomitas.

—¿Refrescos?—

—Listos— afirma Miriam mientras me entrega mi botella de Fanta.

Al ver que todo estaba listo, puse en marcha nuestra maratón de The Walking Dead y Z Nation.
Después de unos cuantos capítulos llenos de sangre, muertes y zombies, algo ocurrió. La televisión dejó de funcionar.

—AVISO, ALERTA MUNDIAL, AVISO, ALERTA MUNDIAL—
Todas las personas que viven en España o han estado en dicho pais y han sido vacunadas con la nueva sustancia contra todo tipo de virus, eviten cualquier incisión en cualquier parte del cuerpo, y sobre todo que se infecte. Vayan urgentemente al hospital más cercano para permanecer en cuarentena. La vacuna falla.
La sustancia altera a los linfocitos B de memoria que se encargan de eliminar a las bacterias, virus o patógenos ocasionados  por una infección o enfermedad. Esta sustancia hace que los linfocitos que se encarga de destruirlos, destruya a la vez las células (dicha vacuna se "activa" en caso de enfermedad o infección) lo que produce la muerte de la persona, pero queda una zona viva en el cerebro que les permite realizar acciones involuntarias cuando la persona fallece. Algunas de estas acciones son el canibalismo, locura y sed de sangre. La gente los llama los muertos vivientes pero son más conocidos como Zombies. Dicho virus se contagia a través de la saliva y de la sangre.

Después de este inesperado aviso, nos miramos entre los tres esperando a que alguno diga algo.

—¿Qué cojones acaba de decir ese señor barbudo?— dice Miriam mientras se rasca la nuca un tanto confundida—¿Vamos a tener que matar zombies como en The Walking Dead?

—No se, pero ¿qué tal si nos "preparamos"? —digo haciendo comillas con los dedos ya que no me creía ni un pelo de la noticia.

—Al parecer solo te lo creerás cuando un Zombie te coma la pierna— dice Adrián molesto por mi indiferencia.

—Vale, venga, señor matador de Zombies profesional, vamos a mi desván a buscar algo útil— digo tirando de su brazo para ir a la puerta que daban a unas escaleras que llevaban al desván.

Después de unos minutos rebuscando siento en mi parte trasera del vaquero la vibración del móvil. Me estaba llamando Tatiana, la solemos llamar Pez o la Ápostol, es una compañera mía y buena amiga, es bajita, su pelo es rubio , largo y rizado. Tiene unos preciosos ojos azules muy hermosos. Eso sí, de personalidad es borde y no se calla nada pero eso no quiere decir que no sea un amor de persona. y no es para nada, una persona que confíe en cualquiera.

Unos segundos después reaccioné y le contesté a la llamada.

—¿Has visto la maldita noticia? —me pregunta de forma desesperada.

—Si, creo que es la mayor mentira que habré escuchado en mi vida.

—Es totalmente cierta —grita Adrián lo suficientemente alto para que Tatiana lo escuche.

—Mentira —digo tapando el altavoz con la intención de que no se escuche.

—No, es realmente cierto, hay personas corriendo de un lado a otro yendo hacia el hospital —me contradice Tatiana.

—Ya, ya, claro y ahora una apocalipsis zombie va a devastar la Tierra —digo con un tono sarcástico.

—Piensa lo que quieras, te cuelgo.

—Ad... —no llego a terminar la palabra ya que Tatiana me había dejado con la palabra en la boca.

La zona viva de los muertos. #GoldenLA2018Where stories live. Discover now