Capitulo 84 1/5

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Helloo!♥ espero les guste!!! comenten porfavor... Subi 3 capitulos de la novela de Jack Gilinsky!! para que la lean y comenten si les gusto o no!!

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Comenzó a aburrirles. Los caramelos cerrados aún, te llamaron la atención. Los tomaste y comenzaste a abrir uno. Tenían envolturas y era difícil no hacer ruido. Taylor te miraba abrir el caramelo, ya que también le había aburrido la película. Era un filme subtitulado de una película portuguesa. El segundo intento fue otra película que era de idioma español, y no tenía subtítulos en inglés. 

Taylor: ¿Vemos la otra? –Dijo esbozando una sonrisa nerviosa. 
Tu: Bien. –Sonreíste- 

Colocó la tercera película, y también tuvieron problemas con el audio. Ni español, ni inglés. 
Taylor se sentó frente al DVD, metía los discos en sus cajas y tú lo veías detenidamente mientras comías más caramelos. Volteó a verte, y le sonreíste. 

Taylor: ¿Qué pasa?
Tu: Nada. –sonreías- estoy feliz.
Taylor: -Sonrió- yo también. 

Siguió manteniendo el contacto visual, hasta que recordó que tenía que apagar el DVD.
Guardó las películas. Tenía su computador a un lado y lo conectó a uno de sus estéreos. Comenzó a sonar una canción lenta, miraste la pantalla de la computadora y aproximadamente duraba veintitrés minutos. 

Tu: ¿Qué canción es? –Decías al hacer espacio a tu lado, para que se sentara. 
Taylor: Shine on You crazy Diamond… -Se estiró- de Pink Floyd. 
Tu: ¿Y dura tanto? 
Taylor: Ajá. –Sonrió- mi canción favorita con mi chica favorita. 
Tu: -Arqueaste una ceja- ¿Hay más?
Taylor: Mi mamá… por ejemplo. Eres mi favorita. –se sentó a tu lado- y con la que quiero estar ahora… -Te miró- y siempre. –Sonrió-

Le regalaste un tierno beso. Y luego te alejaste. Cruzaste tus piernas y te encorbaste un poco.
Se relajó a tu lado, dándose un masaje con sus dedos en su cabeza. Sosteniendo su cuerpo con su codo.
Intentabas abrir un caramelo, por lo cual estabas haciendo un poco de ruido. Taylor volvió a admirar tu habilidad de no poder abrirlos. Quiso ayudarte, pero lo alejaste de sus manos. Aunque lo alcazaba aunque te pusieras de puntitas, él hizo como que no lo alcanzaba. Reíste, y él intentó quitártelo de nuevo. Sostuviste el caramero con tus dientes, creíste que ya no te lo podría quitar. Doblabas la envoltura ruidosa y Taylor no dejaba de mirarte. 

Tu: -No quitaste el dulce de tus dientes y hablaste así- Es como mirar “Animal Planet” –Taylor rio- estas bien entretenido viendo como un orangután abre un dulce. –Bromeaste.
Taylor: Y también veo cómo está hablando con el dulce entre dientes. –Bromeó. 
Tu: -Ruborizaste, esbozando una sonrisa- es que si no me lo quitarás… 
Taylor: Aún tengas dónde lo tengas, puedo quitártelo. –Dijo desafiante. 
Tu: -Arqueaste las cejas- ¿Cómo lo harás?

Intentó acercarse a tus labios y te apartaste. Reíste victoriosa, y él sonrió. 

Taylor: Es simple… -comenzaba a hablar suave y bajo- hasta dándome la espalda puedo. 

Volteaste la cabeza, y tus cabellos cubrieron tus hombros. Te comiste el caramelo, y abriste otro. Sentiste que Taylor movió tus cabellos de tu hombro derecho. Acomodó cuidadosamente tu cabello en el otro hombro. 

Tu: ¿Sigues? –Dijiste con el dulce entre los dientes.
Taylor: No soy yo quien sostiene el dulce entre los dientes… aún. –Sonrió. 
Tu: -Ruborizaste- estoy esperando que lo robes, claro está. 

Se acercó a ti como si fuese una piraña, y te volteaste. Reíste de nuevo, la victoria era para ti. Pero perdiste al sentir que sus labios besaron tu cuello. Con la inercia de tu cuello, volteaste a verlo, esperando recibir un beso. Sentiste sus labios rosar los tuyos, pero sólo era para robarte el caramelo. 
Lo comía con una sonrisa triunfante, mientras tú aún estabas repasando tus sensaciones respecto aquellos besos en el cuello.

Taylor: Hace frío, ¿No?
Tu: Un poco.
Taylor: ¿Prendemos la chimenea? 

No esperó tu respuesta, y se acercó a prenderla. Algo pasaba en ti, no podías distinguir si estabas deseándolo él, o estabas siendo hipocondriaca respecto a la plática del almuerzo. Mirabas el suelo de la sala, buscando una explicación a todo tu sentir. Te hacías mini debates en la cabeza, ignorando por completo que en realidad estabas deseándolo, como siempre lo hiciste. 
Volviste a la realidad cuando la habitación se atenuó, ya no era tan blanca la pared, ni tan clara la sala. Miraste a Taylor y se acercaba a ti. Sus calcetines negros no se alcanzaban a ver por la luz tenue, como una velada romántica de película.
Se sentó a tu lado, y aún proseguía la canción de Pink Floyd. La canción era relajante, Harry solía escuchar música tranquila, en especial de este grupo, quién honoró con un tatuaje en el brazo. 
Se sentó a tu lado, cruzando sus piernas al igual que tú. Aun seguías pensando en el deseo que comenzabas a sacar de la envoltura; metafóricamente, no te dejaba proseguir con lo pensado. Te recargaste un poco alejada de él, lo miraste y podías ver como miraba al techo. 
Comenzó un pequeño recorrido. Miraste sus calcetines negros, y poco a poco subiste la mirada por sus piernas. Ese pantalón tan ajustado que siempre te hacía reír. Sus abdominales en reposo, sus tatuajes ocultos por esa camiseta de cuadritos, esos brazos y ese cuello. Su cabello estaba peinado diferente, tenía el flequillo hacia arriba… soltaste un suspiro, y volviste a mirar al cuello. Sus lunares te tentaban a tocarlos y unir los puntos…

Nothing To Lose (Taylor Caniff y Tu)Where stories live. Discover now