Capitulo 66 2/3

6.8K 308 2
                                    

Hi Baes♥ espero les guste!! comenten porfavor!!

▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼▲▼

Gustav: Escucha, supongo que ya has estado al contacto de lo que ha pasado, ¿No?
Taylor: ¿Con ella?
Gustav: Si, ha huido y todo eso.
Taylor: Si, lo sé.
Gustav: ¿Estás en… aquí? –Preguntó mientras formulaba la pregunta correcta a su petición.
Taylor: Sí, he llegado hoy en la mañana. 
Gustav: Bueno, ella está en casa de una de sus amigas desde hace unos días. He querido ver si puedes ir a hablarle sobre… regresar a casa.
Taylor: Yo… -Apresuró Gustav.
Gustav: Sé que no es una niña chiquita, pero tú tienes influencia en ella más que todo lo inimaginable, si ella ve que tú quieres lo mejor para ella, ella irá por ese “Mejor”. ¿Me entiendes?
Taylor: Sí, entiendo.
Gustav: Bueno, -Suspiró- está en tus manos intentar convencerla. Ya verás, la tía es orgullosa el doble, imagínate ella.
Taylor: -Soltó una risita- lo sé, espero poder hacer algo.
Gustav: Manténte al contacto conmigo, ¿Sí? Necesito intervenir en esta mala vibra de la casa.
Taylor: Sí, está bien.


Después de hablar con Gustav, Taylor te habló a ti para ver si podía pasar por ti a la hora de que terminaras de trabajar. Lyla te había invitado a cenar y no pensabas quedarle mal, aunque deseabas con todo tu ser ver a Taylor.
En la noche, cuando habían regresado de comer, avisaste a Taylor que fuera a visitarte a casa de Lyla, quién te permitió invitarlo. Esperabas viendo por la ventana, imaginabas mucho que al verlo saldrías corriendo a abrazarlo o tal vez lo besarías hasta cansarte. 
Minutos más tarde de la llamada, llegó. Fue muy rápido, sabías que algo pasaba, o algo tenía mucha importancia como para llegar temprano y verte.
Abriste la puerta y con el frío que hacía, te abrazaste a ti misma. Caminaste hacia Taylor quien bajaba del auto con una sonrisa y con ropa como la que diario usaba.  

Tu: Hola. –Sonreíste y lo abrazaste- 
Taylor: -Te besó- ¡Hola! ¿Cómo has estado? –Dijo al volverte a besar- desde lo de tu tía claro.
Tu: -Levantaste los hombros- Igual. ¿Tú cómo has estado? –Sonreíste. 
Taylor: Bien. –Sonrió- ¿Y no piensas arreglar los problemas con tu tía?
Tu: La verdad estoy dolida, ha sido muy dura conmigo.
Taylor: -Se recargó en su automóvil, tomó tu muñeca y te acercó un poco a él- Lo fue porque quería protegerte de mí… oh no sé. 
Tu: de todo…
Taylor: Oh vamos amor, -colocó sus manos en tu cintura- perdónala. Si fueras madre… -Interrumpiste.
Tu: Taylor, ella es mi tía no mi mamá. ¿Podemos cambiar de tema? No quisiera hablar de ello.
Taylor: No quiero cambiar de tema, quiero que te reconcilies con tu tía. 
Tu: -Quitaste sus manos de tu cintura- ¿Te mandó ella?
Taylor: No.
Tu: ¿Entonces?
Taylor: Quiero que estés bien emocionalmente.
Tu: ¡Todos quieren eso! –Dijiste exasperada- todos se preocupan por mí, antes nadie y ahora todos. –Comenzaba a molestarte el hecho de que Taylor insistiera en querer arreglar algo en lo que sabías no tenías culpa.
Taylor: Amor… 
Tu: ¿Has venido a convencerme de su parte? 
Taylor: Ya te dije que no amor… 
Tu: Creerás que soy una paranoica y todo, pero es que me molesta que no acepte que ella tiene la culpa.
Taylor: Tú te fuiste sola de la casa, ella no te corrió.
Tu: Pero ella fue quien tuvo dominio en ello. Sus insultos y todo eso no son cosa que quieres escuchar diario.
Taylor: Amor… -Intentaba ablandar la conversación hablándote tiernamente, pero no lo lograba. Estabas exasperada, pero sabías que no debías desahogarte así con él- es cobarde huir de tus problemas.
Tu: -Tus ojos se humedecieron, pero te repetías no llorar- ¿Cobarde? –Soltaste una carcajada- gracias. –Dijiste irónicamente. 
Taylor: Lo siento amor, es que es enserio… te lo digo de todo corazón. Te quiero muchísimo, lo sabes y me duele ver que no estás siendo completamente feliz con ese tipo de vida. Arregla las indiferencias, mínimo trata.
Tu: -Tus lágrimas corrían por tus mejillas- Yo quiero tiempo. Mi orgullo dice que no tengo la culpa de nada, pero así me siento: Mala mujer.
Taylor: Eres una increíble mujer. –Enjugó tus lágrimas con su dedo pulgar- no tienes la culpa de que ella sea así, de hecho no tienes culpa de nada. Pero debes aceptar que solo hiciste el problema más grande. No debiste irte de casa de Gustav, él y ella están preocupados por tu regreso. 
Tu: -Negaste con la cabeza- no quiero regresar.
Taylor: ¿Por cuánto? –Dijo al acercase a ti y verte a los ojos.
Tu: Nunca… 
Taylor: -Metió sus manos en sus bolsillos, mientras estaba inclinado hacia ti- ¿Qué te parece si lo piensas en una semana? –Levantó las comisuras de sus labios- Vente a vivir conmigo mientras piensas en cuando regresar.
Tu: -Enjugaste tus lágrimas de nuevo- Sabes que si voy a tu casa menos querré regresar. –Él rio, y te hizo sonreír- 
Taylor: Me gusta que sonrías. Por mí mejor, pero para un mejor resultado, intenta considerar regresar. ¿bien? Si no, serás bienvenida conmigo. 
Tu: -Asentiste- bien.
Taylor: ¿Vienes a dormir hoy conmigo?
Tu: -Volviste a asentir mientras te enjugabas de nuevo las lágrimas- Le avisaré a Lyla, ahora vuelvo.

Él te espero en la entrada, tomaste algo de ropa ya que pensabas regresar a casa de Lyla. En camino a casa de Taylor él se detuvo por algo de cenar, aunque ya habías cenado le hiciste compañía cenando algo. Él se encontraba en el baño mientras veías una revista en su cama.
Cuando él salió, se dejó caer en la cama abrazándote a ti y jugar un poco entre ustedes.
Portabas un pijama que era de tirantes y un pantalón grande y holgado, él comenzó a besar tu brazo y hacerte vibrar por dentro.

Tu: basta… -decías entre risas- Taylor… viajaré en navidad a mi país… pasaré allá hasta año nuevo. 
Taylor: Tengo vacaciones hasta después de mi cumpleaños.
Tu: ¿Enserio?
Taylor: Sí, a menos de unos días entre esos meses que tengo reuniones y algunos viajes. Pero nada que dure mucho. 
Tu: Supongo que estaremos juntos de nuevo hasta mi cumpleaños… 
Taylor: No lo sé, supongo que todo puede pasar… -Dijo sonriéndote. 

No pudiste responderle más, él comenzó a besarte. De momento a otro Taylor se encontraba sobre ti besándote, tenía sus manos en tus piernas, acariciándote cada rincón de ellas. Tú perdías tus manos en sus cabellos, sentías su calor y toda energía sobre ti. Cada momento que ustedes tenían aprovechaban para acurrucarse uno con el otro, y aunque a veces intentaban irse a extremos siempre algo les detenía. 
Comenzaste a recordar muchísimos momentos con Taylor, tan hundida estabas en esos pensamientos que besar a Taylor se convirtió solo en inercia, algo que hizo perder todos tus sentidos… pronto te interrumpió el acto de…

Nothing To Lose (Taylor Caniff y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora