Ayer no hubo muchos comentarios!!! quiero comentarios!!♥
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Lyla estaba entreteniéndote un tanto.
Lyla: Compré una revista… sales en la portada. –Rio- y me pareció interesante enseñártela.
Tu: -Miraste la portada. Eras tú sentaba en una banca con Taylor, tu rostro no se veía ya que estaba hundido en besos con Taylor- Ah mira… ni se me ve la cara. –Reíste.
Lyla: Hacen una pareja bonita, ¿Sabes? Se ven tan distintos pero compatibles. No sé, eres diferente para él, supongo.
Tu: -Sonreíste- gracias, me alegra saber que a alguien le parece bien.
Lyla: ¿Soy la única?
Tu: Algo así, todos le ven peros. Pero bueno, tienen derecho.
Lyla: Locos. Seguramente ellos no lo conocen como tú, y por ello temen.
Tu: Tal vez. –Te encogiste en hombros.
Seguiste atendiendo, y cada descanso respondían uno de los “Test” que venían sobre tu pareja perfecta. Si salía Taylor de opción, claro.
Minutos después la puerta se llenó de fotógrafos, eran seis o siete. Miraste dentro del café y no había casi nadie, no sabías a quien habían ido a fotografiar, el de seguridad trataba de quitarlos de la puerta, pero no se iban. Minutos después viste que ahí estaba Jamie Wise, el chico que le gustó a tu tía para ti.
Tu: ¿Tú atendiste a ese chico de allá? –Preguntaste a Lyla.
Lyla: No, pero a su amigo sí.
Tu: Ah, qué raro. No lo vi entrar…
Lyla: ¿Lo conoces?
Tu: Sí, es… un… viejo conocido. –Miraste el reloj- por suerte en unos minutos nos vamos.
Los fotógrafos se quedaron fuera del café, el de seguridad les dijo que podían quedarse con la condición de no estorbar, y accedieron. Aunque debió correrlos.
Cuando llegó la hora de salir, tomaste tus cosas y saliste detrás de Lyla. Jamie estaba fuera del café, firmando unas hojas y coqueteando con algunas chicas. Cuando lo viste, él conectó con tus ojos. Te sonrió, y se despidió de las chicas. Solo deseabas que no se quedara contigo, ni te pidiera llevarte a casa.
Jamie: ¡Ey! –Dijo sonriendo-
Tu: Ey… -Sonreíste.
Jamie: Gustav está en una prensa de moda, con tu tía. Me han pedido que viniera por ti.
Tu: Ah, qué lindo de tu parte, pero he aprendido a irme sola a casa de Gustav.
Jamie: Insisto, él me pidió que viniera por ti. Si quieres revisa tu celular, texteó algo antes de que yo llegara.
Sacaste tu teléfono y así era. “Jamie irá por ti, necesito que vengas a ver el desfile, te fascinará!!”
No tenías opción. Era eso o desobedecer a quien te está regalando un techo. El fotógrafo siguió los pasos de Jamie y se posó detrás de él, tomándoles fotografías.
Jamie: Oye, ¿Podrías dejarnos solos? –Le pidió Jamie a aquel.
Paparazzi: ¡Es la novia del chico de Bandanas! Tengo que tomarle fotografías… esto valdrá oro.
Pensabas: ¿Oro? Ni que fuera Angelina Jolie o alguien famosa.
Jamie: Déjala en paz, por favor… -Dijo al ver que los flash de sus cámaras estaban cegándote.
Tu: Vámonos, ¿Sí?
Jamie: Sí, allá está mi auto. –Dijo al apuntar.
Seguiste el paso de Jamie, el paparazzi no dejaba de molestar. Como un mosquito un día caluroso y húmedo, o una mosca en una tarta. ¡Terrible! Comenzaba a darte jaqueca los flashes.
Paparazzi: ¿Dejaste a Taylor por él? ¿Ya no andas con él? –Decía mientras te seguía.
Lo ignoraste, no tenías por qué darle explicaciones a un chico como él. Jamie te abrió la puerta y el paparazzi casi entraba contigo al automóvil, si no fuese porque le cerraste la puerta en el rostro.
Tu: ¡Son tan odiosos! –Dijiste mientras tallabas tus sienes.
Jamie: Acostúmbrate, eres buena cosecha para ellos, ahora que estás con Taylor.
Tu: Yo no quiero esto… no me interesa salir en revistas, no quiero que nadie sepa… pero bueno ya todos lo saben.
Jamie: Espérate a la reacción de las fans, son más rudas cuando se trata de Taylor.
Tu: ¿Por qué? Si él está horrible. –Bromeaste
Jamie: Ni tú te la crees. –Rio
Tu: -Reíste- ay es que no se vale, yo no quiero esto… pero bueno. Sacrificios son sacrificios, y consecuencias de cada acto estarán por venir, obviamente.
Jamie: Claramente. Pero tranquila, una vez que los ignoras se te hace costumbre… y verás que ya ni te acordarás de este día. –Dijo al intentarte calmar.
Tu: Ahora dirán que engaño a Taylor contigo.
Jamie: Pero si tú sabes que no es así, ¿para qué te alebrestas?
Tu: Taylor tal vez no me crea, oh tal vez sí. Pero las fans son el problema, ya vi todos sus insultos… -Suspiraste-
Jamie: Ignóralas, al menos por un tiempo. Cuando vean lo feliz que haces a Taylor te dejarán de molestar.
Tu: ¡Eso nunca pasa! Yo fui fan. –Reíste- a menos de que la novia me cayera bien, si me caía mal ni aunque le compre un país me caería bien.
Jamie: Ya no sé qué decirte, sueles ser evasiva. –Rio
Tu: Ya sé… -Dijiste al recargarte en el vidrio de tu puerta.
Llegaron a donde estaba Gustav, habían jóvenes de todas las edades, guapos, altos y con un caminar elegante. Portaban ropa muy de buen ver y Gustav era el “Padrino” de la ceremonia.
Las fotos tuyas y de Jamie eran chisme mundial. Encabezados terriblemente dolorosos: “¿Será que Taylor está siendo engañado?” “¡El cornudo de Taylor Caniff!” “¿Cuernos hacia la misma dirección?” “Mujeriego no, cornudo tal vez” eran un y un millón de encabezados hirientes. Apenas ibas iniciando la relación y ya sentías culpa, ¿Por qué siempre giran las cosas?, no podías de dejar de pensar en cómo le dirías a Taylor esto, aunque sabías que él solo fue por ti, temías que él no te creyera. En unos días él regresaba a Los Angeles, solo dos días y se volvería a ir. No podías esperar a ese día, tenía que ser ya.
Él no te llamó en un día completo, seguro se había enterado ya y estaba pensando como terminarte, oh tal vez tu mente estaba haciéndote pensar eso. No pudiste esperar más, pasaban de las dos de la madrugada, tomaste el teléfono y llamaste a su celular.
Tu: ¿Hola? ¿Taylor? –Dijiste al escuchar que contestaron.
