Iris

✶3 ✶

Cada uno ya estaba en su hogar, encerrados en sus habitaciones.

Uno de ellos lloraba incondicionalmente, lágrimas salían sin parar de sus lindos ojos negros, tenía su labio roto, estaba sangrando pero siguió sin mover un músculo.

Sin previo aviso se escuchó un fuerte golpe contra la pared,una y otra vez, gritos de odio y dolor resonaban en su cabeza.

Sentía que el rencor invadía su cuerpo, la sangre le hervía, lágrimas traicioneras se deslizaban por sus mejillas.

Inhalo y exhalo.

Se recostó en su cama, acomodó sus mantas y cerró sus ojos, dejando que el sueño lo llevase lejos de allí.

Mientras que en la otra casa, una sola luz reinaba la habitación de la pelirroja, además de la luna.

Su computadora resaltaba, sus dedos presionaban rápidamente las teclas; estaba apurada.

Era su pequeño secreto, estudiar por línea, específicamente; la universidad, y si, con 17 años, estaba estudiando para poder salir de allí lo más rápido posible.

Sonaba una completa locura, pero sabía que mientras más duro trabajaba y estudiaba más rápido pasaría eso, y ahí estaba ella, lográndolo.

Una melodía se escuchó, lenta y dando el sentimiento de dolor, notas graves eran mayormente, tocadas con fuerza.

-Sean-murmuró indiferente, su nombre sonaba extraño saliendo de sus labios.

Se levantó cuidadosamente de su cama y se acercó a la ventana, que daba en dirección a a la sala de piano de los Black.

Y como bien dicho anteriormente,si era el, no estaba solo, tenía a su fiel acompañante sobre el piano; su querida Bourbon.

Caracterizada por ser ligeramente aromática y con un sabor acaramelado, sin duda, uno de los mejores licores de la familia del Whisky.

Le dio un largo trago, que hasta Iris pudo sentir ese ardor en la garganta cuando ya ha pasado, una extraña rareza.

Sin darse cuenta de que sus ojos se habían conectado con esos verdes cristalinos ojos, el sonrió de lado, sin que ella lo notase.

-Princesa Iris-susurró mientras el ardor en su garganta desaparecía tan solo con decir ese hermoso apodo que invadía su mente.

Luego de estar un minuto pensando en la pelirroja, levantó del pequeño asiento y salió de la habitación

Mientras que ella llevaba sus ojos a la habitación de Isaac, en la cual su mirada cayó para quedarse ahí durante varios minutos, quizás porque creyó verlo descansando en su cama y que segundos después ya no estaba.

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Descansaba a un lado de la lápida de su hermano, mientras con su pulgar acariciaba la fotografía que tenía en sus manos.

"Te perderás el baile" repitió una de ls últimas palabras de su hermano mayor "querida hermana"

Trató de formar una sonrisa al ver la imagen que sostenía, pero se transformo en una mueca mientras rodaba los ojos al inspeccionarla por milésima vez.

Lo más notable eran 4 niños, dos de ellos eran de 11 años, y por el otro lado, dos de 14.

La familia Dixon había invitado a los Black a pasar la víspera de navidad junto a ellos, desde entonces eran muy unidos gracias al lazo de amistad de sus hijos mayores.

Ella llevaba un vestido de color azul marino, resaltando sus ojos, al igual que Ares, que llevaba puesta una corbata del mismo color de vestido de su hermana junto con un traje negro.

En cambio, los Black, ambos llevaban traje negro y corbata roja.

Artemisa Dixon posaba a un lado de su nieta, sonriendo con orgullo prestando toda su atención a la pequeña niña que tenía al frente, sin mirar a la cámara.

Ares sostenía la mano de Iris, tenía una gran sonrisa en su cara, que formaba pequeños hoyuelos en sus mejillas, sus grisáceos ojos azules brillaban como nunca lo habían echo.

Sean e Isaac estaban abrazados, se podía deducir que era uno de esos abrazos cálidos y llenos de amor por la cara del menor de los Black, que tenía sus ojos cerrados.

-Si el mundo o el amor fueran aún nuevos,
o si dijeran siempre los pastores
la verdad, lo que me ofreces me haría
ir a vivir contigo y ser tu amor.

Por la costumbre vuelven las ovejas
desde el prado al corral, cuando se encrespa
el río, el tiempo hace callar al músico,
todos se quejan de los compromisos.

Las flores se marchitan y los fértiles
campos le dan paso al invierno luego:
lengua de miel con corazón amargo,
primavera feliz y otoño triste-relató con un nudo en la garganta, una lágrima resbaló por su mejilla, la cual secó rápidamente al sentir una voz.

-Promesas de vestidos y coronas,
lechos de flores y fragantes ramos,
nacen muy fácil, pasan, y se rompen,
cuando al final se pudre el entusiasmo.

Tu cinturón de paja y tiernos brotes,
tus broches de coral y tachas de ámbar,
no son motivos suficientes para
irme a vivir contigo y ser tu amor.

Más si crece el amor y dura joven,
si no se agosta la alegría y crece,
estas delicias sí me moverán
a irme a vivir contigo y ser tu amor-finalizó burlonamente alguien más-Dios!tu hermano era tan insoportable cada vez que repetía ese poema una y otra vez.

-Vete-murmuró enfadada.

-No-sonrió arrogante.

-Sean-pronunció su nombre-Vete.

-Eso quisiera hacer-soltó honesto-Pero recuerda que hoy es el baile, soy tu pareja y tendré que estar todo el día junto a ti.

Ella negó, su pareja de baile siempre había sido Ares, cada año en los bailes eran inseparables, que hasta juraron mantenerse unidos hasta que la muerta los separará, y vaya que se hizo realidad.

Guardó la fotografía en el bolsillo de su bolso, mientras tocaba por última vez la lápida de su hermano en forma de despedida.

-No me podría perder el baile por nada en el mundo, querido hermano-susurró y se marchó, sin respuesta alguna, dejando a esos hipnotizantes ojos verdes atrás.

-Al parecer sigues viviendo en otro planeta-sonrió sincero mientras veía la delgada figura de la pelirroja irse-Princesa de Saturno.

                                 ✶✶✶✶

Despertó en un callejón, sus manos y ropa estaban manchados con sangre, mientras que un filoso cuchillo pintado de rojo descansaba a unos centímetros de el.

Su corazón comenzó a latir rápidamente, le faltaba aire, vio sus manos con nerviosismo, su cuerpo comenzó a temblar; El había vuelto.

"Para cuando la razón entiende lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas."

Carlos Ruiz Zafón.