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Ahí estaba ella, caminando por ese largo y silencioso pasillo, mientras veía cada fotografía.

Hasta que se detuvo, específicamente en una bastante "importante".

"ARTEMISA AMÉLIE DIXON. LA PRIMERA MUJER EMPRESARIA DE "DIXON COMPANY". MADRE,HERMANA Y ABUELA. 1945-2018"

Eso fue lo más ridículo que Iris haya leído en su vida, otra estupidez más tonta de su familia, además de la pequeña obsesión que todos tenía con los dioses griegos, era una tradición que siempre se hacía.

tan pocas palabras para una mujer de muchas se dijo a si misma.

Luego de pasar unos cuántos cuadros más, visualizó a Rea a unos cuantos metros, quien estaba sentada bajo una de las fotografías.

-Sabes algo?-escuchó a su prima decir-Hoy han hecho un minuto de silencio para ti y fue una de las cosas más tontas que haya escuchado en mi vida-Rea comenzó a reír sin parar, mientras que soltaba una que otra carcajada.

Iris ya estaba en frente de ella, mientras observaba el cuadro de su hermano, pero no leyó lo que decía, porque sabía que habría algo malo de el.

-Vaya,vaya mira quien esta aquí, Ares-Rea soltó una carcajada-La bella Iris, que te trae por aquí?

La pelirroja no respondió, solo miraba a su prima, estudiando cada detalle, aunque se los supiera memoria, había algo que no encajaba.

Tal vez era su cabello castaño que tenía un toque de pelirrojo, sus ojos color miel o sus ojeras moradas casi negras debajo de estos, pero aunque fuera eso, ella sabía que algo no andaba bien.

-Sino te importa, me gustaría disfrutar mi risa a solas-su prima tenía una sonrisa arrogante-Además, si te vas a quedar todo el día ahí parada en silencio, mejor te vas.

-No-soltó con toda la frialdad posible, que llegó hasta sorprender a la castaña que estaba sentada en el suelo, debajo del cuadro de Ares.

-No entiendo que es lo que pasa por tu tonta cabecita-Rea se levantó-Si te dicen que no te me acerques, tienes que hacerlo pero no, la rebelde dentro de ti lo hace igual, y sabes algo más? me iré ahora y así no tenerte siguiendome todo el día, hasta nunca bella Iris.

Y así fue como su prima le dio la espalda y comenzó a caminar hacía las escaleras, dejándola ahí como si nada hubiera pasado.

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Se había escapado de aquel irritable lugar, sentía que no tenía nada que hacer ahí, así que se decidió por irse.

Su destino era la biblioteca, el trayecto era un poco largo pero daba igual, ya lo había hecho otras veces.

Pero algo no andaba bien, siendo específicos, sentía que alguien la estaba siguiendo, causando que cada segundo mirara por el rabillo de su ojo derecho y no encontrar a nadie, además de que eran las 11 de la noche.

Ya se le estaba acabando la paciencia, llevaba media hora caminando mientras que alguien la seguía.

Que suerte mía pensó espero recordar las clases de defensa personal.

Se dio la vuelta y como si tuviera ojos de águila, examinó todas las calles.

Hasta que de pronto vio una silueta entrar a un callejón, o eso le pareció a ella.

º-Se que estás ahí-dijo en voz alta-Te he visto.

Espero dos o cuatro minutos y, nada, solo sentía su respiración.

IrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora