Capitulo 4

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La clase de Encantamientos fue una pasada. 

Estaban aprendiendo el encantamiento convocador, por lo que consisitio en dos horas de objetos volando por doquier y risas que se convertían en carcajadas cuando algún objeto se estrellaba contra la cara de otro compañero. El profesor Fitwick, un hombre de baja estatura y escaso cabello, fue lanzado varias veces por algunos de los alumnos bromistas (adivina quien), pero la mayoría de las veces logro hacer un contra-hechizo que lo salvo de unas buenas. Malfoy se llevo algunos cuantos almohadazos de parte de Jackson, quien soltaba risotadas tontas cada vez que sucedía, mientras que Rose salio impecable del asunto, aunque algunos de sus almohadones golpearon la nuca de Albus en varias ocasiones. Quería provocarlo, para ver cuanto aguantaba este sin defenderse. Habia echo una apuesta con Jackson sobre quien lo sacaría de sus cabales primero y, por el momento, este ultimo le iba llevando una gran ventaja; prácticamente, le había desfigurado la cara. Albus no había dicho nada al respecto, ni siquiera al profesor Fitwick, que le pregunto al comienzo de la clase, pareciendo muy angustiado y preocupado, pero este se limito a contestar:

--Me caí.

--Si--murmuro una chica de Ravenclaw, con quienes compartían clase de Encantamientos--. Te caíste en todos los extremos de tu cara-- y luego envió una mirada disimulada hacia Malfoy.  

El profesor dejo el tema ahí, aunque Rose sabia que iría a hablarle con el jefe de la casa. Albus no diría nada, estaba segura de ello; les tenia demasiado miedo como para hacerlo. 

No lo admitiría frente a su pandilla jamas, pero le parecía increíble como Albus podía soportarlo todo. No los insultaría ni aun que le hubieran dado la paliza de su vida (lo demostró hace unos minutos, al negarse a contarle al profesor sobre los golpes que había recibido de Jackson), ni mucho menos se atrevería a golpearnos. Era demasiado bueno, demasiado noble, como para ello. O demasiado tonto, murmuro una vocecilla en su cabeza. Rose solo esperaba que en algún momento se suelte un poco. Ella quería, no, estaba decidida, a verlo caer. 

Todos esperaban de ella lo que esperaron alguna vez de su madre. Los profesores querían las mejores notas, sus tíos esperaban que sea la primera de la clase, su madre esperaba que tomara tantas asignaturas como ella tomo algún día. Todos querían algo, incluso Scorpius, quien solo estaba con ella por la reputación de su familia. Y ella se sentía inservible, por que no podía obtener nada de eso, siempre fue pésima con el estudio, tomaba las asignaturas necesarias y nunca cayo bien a ningún profesor como para tomar ventaja de eso. Albus lo hacia, en cambio. Sacaba notas sobresalientes en todos lados, caía bien a todos los profesores, consiguió ser el primero en la clase a penas la segunda semana en su primer año. Y Rose lo detestaba, por que el lo hacia parecer tan fácil...

Así que Rose decidió ponerle algunos obstáculos de camino, por que no dejaría que alguien tan estúpido y tonto como Albus Potter consiguiera lo que ella jamas podría.  

(...)

Albus era ajeno a todo, ya sea al profesor Fitwick siendo lanzado al otro lado del salón o a los oscuros pensamientos que cruzaban la mente de su prima. Ni siquiera estaba practicando el hechizo pedido. Estaba shockeado. No sentía nada, a excepción del ardor en su muñeca izquierda. 

Era consciente de que detrás de el se encontraban todos los abusones riéndose a carcajadas. Quizá en este mismo momento estuvieran planeando su próximo paso, pero algo dentro de Albus se negaba a preocuparse por ello. Su muñeca ardía. Ardía como el demonio. Pero le gusto la sensación de control que predomino por sobre lo nervios y la ansiedad. Era algo nuevo, algo que no había sentido en mucho tiempo. Las manos no le temblaban, ni tampoco estaba aquella mano invisible que solía oprimirle la garganta. Ya no había nada, solo satisfacción. Control que había recuperado. Quizá ellos podían molerle a golpes, quizá sus hermanos podían tratarlo como si fuera una escoria y sus padres podían ignorarlo, pero ya no importaba, por que, incluso cuando eso sucedía, estaba metido en su cabeza. 

Siempre ha tenido problemas para encajar, eso jamas va a cambiar. Cada vez que sigue la corriente, cuando se sienta en el pupitre de delante, cuando sonríe a sus padres al volver a casa, se siente como si estuviera pretendiendo. Es malditamente condescendiente, ¿Por que se siente tan vació? ¿Por que no podía ser una persona normal? Alguien que no tartamudee durante una hora para decir una maldita palabra o que se desarrollara fácilmente con personas a su alrededor. 

Dejo caer su cabeza hasta que esta golpeo el pupitre. Era una estupidez. Los nervios volvían a  recorrerle el pecho. No podía cortarse cada vez que se sintiese ansioso. Respiro profundo, una respiración temblorosa. No podía rendirse por que un idiota como Jackson estaba decidido a hacerle la vida imposible. Debía continuar adelante, incluso aunque no tuviera a nadie, por que no podía darles la satisfacción de verlo caer, no aun. 

Claro que decirlo era mas fácil que cumplirlo, pensó cuando el almohadón de Rose golpeo su nuca, lanzando su cabeza hacia delante. 

¿Que les va pareciendo la historia?

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¿Que les va pareciendo la historia?

No hay razón-- SCORBUSWhere stories live. Discover now