Capítulo 5 (Parte 2)

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Esos grandes ojos lo miraban fijamente. Casi sentía que esos ojos lo dejarían ciego, de lo hermosos que eran... Pero era obvio que esos ojos lo miraban, porque estaban intentando ver a través de él, y descubrir lo que había pasado.

—Seok Jin... Por favor, confía en mi... Dime quien fue... —Pidió Bella, rompiendo el silencio que se había entendido entre ambos.

Seok Jin no tenía escapatoria, Bella no dejaría de insistir, hasta saber lo que había pasado. Así que era mejor decir la verdad de una vez, y no torturarla más, preocupandola por él... No lo merecía.

—Fue Jang... —Susurró en voz baja.

Bella se quedó en silencio al escucharlo, mantenía la mirada fija en él. Pero ahora su mirada había cambiado nuevamente, era una mirada fría y vengativa. Una mirada que no había visto en ella, en el poco tiempo que llevaban conociéndose.

—Fue Jang... —Repitió Bella, a lo que él solamente asintió—. Fue ese maldito bastardo. —Afirmó, entonces soltando su rostro.

Seok Jin hizo una pequeña mueca, no entendía como ella cambiaba tan rápido de humor. Pero eso no era lo que ahora importaba.

—Bella...

—Bella, Nada... ¿Quien se cree ese idiota para venir a golpear a todo el que le pase por el frente? ¿Eh? ¿Quien se cree?

—El hijo del dueño del hospital. —Respondió Seok Jin e hizo una corta pausa, antes de continuar—. está aquí como un vigilante... Pero en realidad, no es tan insignificante como tú crees...

Bella se quedó recalculando esas palabras un momento, tenía sentido entonces... Tal vez por eso él no se defendía.

—Así que por eso no te defiendes... Tienes miedo...

—No tengo miedo... Simplemente, no vale la pena... Estoy aquí desde hace años, he sufrido como no te imaginas y seguiré sufriendo... Defenderme ahora, no cambiará nada. —Respondió Seok Jin, congelando ese momento.

El silencio se extendió entre ambos, nuevamente, realmente ya era una costumbre entre ambos, que hubieran esos momentos de silencio tan incómodos.

Aunque sus miradas estaban separadas, la una de la otra... Estaban juntas... Porque no se estaban viendo, pero ambos estaban pensando en el otro.

—Solo por que lleves años acá, no significa que debas dejar que te maltraten... —Susurró Bella.

—No hay más nada que pueda hacer... Solo soportarlo.

—Deja de fingir que puedes soportarlo... Porque no puedes... Ni siquiera yo puedo. —Admitió—. Créeme... Llevo poco tiempo aquí... Y también me han hecho daño, más de el que crees, pero...

—Pareces mi madre ya. —Habló Seok Jin interrumpiendola—. Eres contradictoria... Me pides que no me deje lastimar y tú te dejas lastimar... No te entiendo... Estás matándome, siendo tan extraña... Siendo tan distinta. —Se quejó.

Bella lo escuchó con atención, antes de responder:

—Lo sé... Soy terca, soy extraña... Y sé que no puedo regañarte por esto, cuando a mi me hacen lo mismo... Pero no puedo evitarlo... No puedo evitar sentir odio al ver que te lastimen... —Admitió en un tono de voz bajo y cerró los ojos, ante la defensa del chico—. en este tiempo... Has sido tan bueno conmigo... Que quiero serlo también...

Esas palabras golpearon su pecho, cuando menos lo esperaba... Ella estaba preocupada por él, como él se había preocupado por ella.

Pasó su mirada hacia ella sorprendido, por lo dicho antes y llevó una de sus manos al rostro de la chica, moviendolo hacia un lado. Entonces cuando esas hermosas facciones y esos grandes ojos color esmeralda frente a él, susurró:

—¿Es eso? ¿Te preocupas por mi como yo antes? —Preguntó a lo que ella solo asintió tímidamente—. Bella... Eres demasiado inocente... No sé... No necesitas pagarme el preocuparme por tí.

—No es eso... —Inquirió Bella—. La bondad no se paga...

Seok Jin se mantuvo en silencio, escuchándola con atención, ella era furiosa como un huracán, pero tan inocente y delicada como una mariposa.

—Eres muy inocente, Bellanssie Whinett... Eres como una niña... Que obligaron a crecer.

Bella miró por unos segundos a Seok Jin, formando una sonrisa de labios susurró en voz baja:

—Y tú... También eres inocente...

—¿Por qué lo dices? —Cuestionó Seok Jin.

—Porque sigues creyendo que no tienes posibilidades de ser libre y extender tus alas... —Respondió Bella y sin más que decir, volvió a romper la distancia abrazándolo.

Su tibio cuerpo, le daba a Seok Jin el calor que necesitaba, y la inocencia que tanto amaba ver en ella.

Ambos se mantuvieron en silencio por un rato, como era de costumbre, Bella fue quien rompió el silencio antes;

—Hoy me harán nuevamente unos exámenes... Me volverán a hacer las mismas preguntas estúpidas, una, otra y otra vez... —Susurró bajando un poco la mirada.

Los cabellos cayendo en su rostro le negaban la vista de la contraria a Seok Jin, por lo que tuvo que llevar una de sus manos al rostro de la muchacha y con sus delgados dedos torcidos, abrirse camino, hasta poder ver esos ojos, antes cubiertos por la mata de cabellos.

Seok Jin, aun sosteniendo la mirada en ella, tomó su delicada barbilla y le levantó el rostro, haciendo que ella lo mirara.

—¿Por qué te molesta que te hagan preguntas? Así pueden ayudar...

—Ellos no pueden ayudarme... —Interrumpió Bella, luego hizo una pequeña pausa, pero continuó—. Solo me preguntas sobre mi pasado... Sobre algo que no me gusta hablar... Pero no ganan nada así... Porque... Por más que intenten, no pueden liberarme ya de lo que pasó.

—¿Y qué pasó? —Preguntó Seok Jin, con un tono curioso.

—Yo... No...

Seok Jin notó que ella se alteraba cada vez que preguntaba algo con respecto a su pasado, quería saber, pero no podía obligarla a hablar... No si eso la lastimaba tanto.

—Tranquila... No voy a obligarte a hablar, sino quieres... No te puedo obligar. —Susurró dándole una sonrisa comprensiva. Luego la soltó.

Bella se quedó en esa posición unos segundos, pero luego volvió a mirar hacia el suelo dando un suspiro pesado.

—Yo... Debo irme ya... Si ellos no me encuentran para las pruebas, me castigarán... —Susurró con las manos temblorosas.

Seok Jin, asintió con la cabeza baja.

—¿Volveré a verte? —Se atrevió a preguntar nuevamente, como antes lo había hecho.

—Sí... Si no vuelvo a verte, entonces no tendré a nadie a quien fastidiar... —Respondió con cierto tono de diversión, muy bajo.

Seok Jin soltó una corta risita, al recordar que él le había dicho algo similar antes.

—Ni yo un cachorrito adorable... —Respondió viéndole y formando una sonrisa.

Bella sonrió nuevamente y se incó un poco más hasta el rostro del mayor, dejando un pequeño beso en su frente. Luego se levantó con suavidad y dándole una última sonrisa, se alejó de ese lugar.

AWAKE [Cancelada]Where stories live. Discover now