Capítulo 50.

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"Alistair Cerrey."

Observé como su cuerpo se doblaba por la fuerza al devolver lo poco que había comido.

─Tienes que parar con esto, amor─ susurró a su estómago una vez que dejó de vomitar.

Caminé hasta ella y tomé su mano para ayudarla a ponerse de pie. La semana había pasado muy extraña, luego de la visita de Alistair0, las cosas cambiaron, él habló de algo con Megan mientras yo atendía una llamada de un embajador de Francia. Lo extraño era el hecho de no verla llorar más.

─Hoy vendrán Perrie y Alistair─ susurró tomando su cepillo dental─, necesito preparar una buena cena.

Sonrió y comenzó a cepillarse.

─Cuando acordamos que vendrían.

Se encogió de hombros. Siguió cepillándose mientras me veía por el espejo.

─Alistair siempre me avisa cuando vendrá, entenderás que es un sujeto que no puede aparecerse en un lugar así como así, Megan.

No me molestaba la presencia de personas ajenas a mí equipo de seguridad en casa, pero tampoco me gustaba nada que vinieran sin antes consultármelo, siempre tenía el control de todo lo que pasaba a mí alrededor. No había manera de que algo se me escapara, todos, siempre me mantenían al tanto de lo que quería. Sin embargo, Alistair y mi esposa siempre pasaban mi maldita autoridad por alto.

─Bueno─ exclamo con la boca llena de pasta─, lo acordamos hace una semana, cuando se apareció aquí, solo y sin Perrie.

Asentí.

Ella enjuagó su boca.

─Además─ enfatizó mientras se limpiaba la boca─, él está completamente dispuesto a hacer excepciones por su buena amiga Meg.

Fruncí el ceño ante tal mención de ella misma como si fuese realmente buena amiga de Cerrey.

─No me hagas que llame y cancele su cena.

Sonrió.

─Vamos, Zac─ caminó hacia mí─. No te enojes, solo quiero distraerme un poco. Quizá la visita de nuestros amigos sea buena para ambos.

─Si tú estás bien con eso, por mí no hay problema, cielo.

Suspiró mientras me abrazaba.

Talvez solo aparentaba, quizás había dejado de llorar hace una semana, pero sus preciosos ojos demostraban todo el dolor que una persona puede tolerar antes de romperse completamente.

Y estaba completamente seguro de que no faltaba demasiado para que eso le pasara a ella.

─ ¿Qué fue lo que tú y Alistair hablaron la otra noche?

Sonrió bufando.

─No empecemos con lo mismo.

─Sabes que no me agrada que me ocultes cosas, Megan.

Entornó los ojos mientras caminaba fuera del cuarto de baño.

─Crees que debo ponerme un vestido o debo vestir informal.

Sin esperar una respuesta, entró en su armario y comenzó a mover ropa de un lugar a otro.

La seguí hasta llegar al marco de la puerta. Podía observarla todo el día, pero esto era lo que ella quería, buscaba distraerme y acabar con las preguntas.

─Será una cena en casa─ colocó un dedo en su mentón─. Creo que usaré un vestido sencillo y que disimule un poco este enorme bulto.

Sonreí. Ni siquiera estaba tan grande y se veía hermosa.

Despiadado ©Where stories live. Discover now