Capítulo 26| Tártaro

Start from the beginning
                                    

—No soy real pequeña, soy producto de tu mente —respondió dándome tranquilidad —Te trató como quisieras que lo haga tu abuelo de verdad —comentó haciéndome entender que en realidad esto es un deseo subconsciente que tengo desde que la niñez y ahora que estaba en este sueño profundo mi mente lo trajo a colación.

—Eso explica todo —respondo analizando sus palabras. Pero tenía mucho sentido, la última vez que mi papá decidió visitar a mis abuelos, volvió cerrando el portal del tártaro por unos trescientos años. Y si esto era producto de mi imaginación, quería aprovecharlo —¿Puedo darte un abrazo? —consulto en voz baja. Siempre quise poder abrazar a mis abuelos, pero jamás tuve la oportunidad, mi padre no permitía que mis hermanos o yo visitáramos el tártaro.

—Claro princesa —alegó mi abuelo. Con cuidado me apoyo sobre su hombro y lo abracé como pude, fue una sensación agradable, aunque ficticia. Separándome del titán, el me elevo hasta una puerta cerrada.

—Adiós abuelo —me despedí con la mano, girando a la puerta que se abrió despacio, respire hondo dando una última mirada hacia atrás y atravesé el marco.

Al abrir mis ojos lo primero que note fue el techo cubierto de nubes, estaban arremolinadas encima de mi cabeza esperando a que despierte. Apenas moví mi mano llamando la atención de mi acompañante, frente a mi rostro apareció Artemis que sonrió al verme despierta y pocos segundos después apareció mi prima Ylenia que nada más verme despierta corrió a abrazarme.

Hablamos de mi pelea con Demi y Alida, les conté todo lo que recordaba y que no quería lastimarlas, todos merecemos una segunda oportunidad y yo no quería repetir la misma historia que mi padre. Somos diferentes y yo no seguiré sus pasos, ni los de mi madre, la venganza no me parece la mejor solución para nada. Ellos aceptaron mi pedido y siguieron escuchando, pero si me guardo la parte donde creí que Damián me hablaba.

Lo que pasó con Demi y Alida me hizo entender que las consecuencias de mi padre estaban siendo pagadas conmigo y aunque no es mi deber enmendar sus errores lo haré por el bien de mi familia. Es momento de que los secretos comiencen a salir a la luz y en cuanto pude salir de la cama le pedí ayuda a las ninfas para alistarme, tenía que ir a buscar a Diomenes, el hermano menor de Demi. El pequeño niño se encontraba recluido en un campamento especial para niños, mi padre lo tenía recluido en ese lugar como un castigo hacia la gorgona por intentar dañarme a mí. Fue muy cruel por parte de mi progenitor el arrebatar a su hijo a una madre que ya había perdido a su marido por la mano de mi tío Poseidón, quien fue el culpable de que castigaran a la gorgona. Viaje con mucho dolor todavía al campamento de niños, encontrando a mi pequeño amigo almorzando y una espina se me enterró en el corazón. Jamás debí permitir que lo alejaran de su familia.

⚡️⚡️⚡️

—¡Gané otra vez!, esto es muy divertido, prima deja de quejarte —gritó Apolión volviendo a acomodar las piezas en el tablero, Ylenia se quejó de que no ganaba porque no entendía el juego de Grioses.

—¿Pasa algo malo Aileen? —indaga Artemis mirándome con una sonrisa un poco preocupada, desde que desperté todo había sido una cuesta arriba por buscar hacer lo correcto.

No pude contestarle de inmediato, mi mente seguía divagando en todo lo que había vivido mientras estuve en ese sueño profundo. En la forma de cómo desperté, ¿en verdad fue mi abuelo quién me ayudó a salir de ahí o fue mi imaginación? También había oído la voz de Damián, en medio de esa oscuridad, me hacía sentir acompañada. La idea de querer verlo de nuevo me invadió, pero esta vez también deseaba ver a alguien más. Necesitaba conocer con mis propios ojos a mi abuelo, saber su historia, entenderlo de alguna manera y aunque a mi padre no le agrade necesitaba verle. Debía de empezar a usar algo del carácter de mis padres, algo que muy en el fondo tenía, pero que ocultaba y es que todos esperaban que fuera de carácter fuerte y explosivo. Una vengativa y amargada princesa que nunca podía estar en paz con nada. Soy un poquito diferente a mis padres, pero igual dentro de mí está ese carácter explosivo que identifica tanto a mis progenitores. Por eso estaba tan decidida a lo que iba a hacer. No importaba si los demás no estaban de acuerdo, ya soy bastante mayorcita para hacer lo que quiera.

La hija de Zeus y Hera [1.2]Where stories live. Discover now