Capítulo 9 "Tentaciones" (+18)

203 13 6
                                    

Narra Sarah:

Mi corazón latía con fuerza, mis pulmones me oprimían el pecho casi incapaces de tomar una gota de oxígeno del exterior y mi garganta se sentía seca. Intente no pensar en nada y acaricie mi muslo mientras esperaba que desabrochaba mi vestido; sus dedos se sentían tan cercanos y mientras lo hacían sentían como casi rozaban mi espalda. ¡Esto es tan...!-Pensé.  

¿Quieres que tambien te desabroche el sujetador?-Escuche a mi espalda, eso me sorprendió bastante y gire mi cabeza alerta para negarme. Aunque antes de poder hacerlo note como introducía sus manos dentro de mi vestido para acariciar mi tripa y arrimarme para besar mi espalda. Eso se sentía demasiado bien pero a la vez me daba tanta vergüenza que deseaba negarme. -¡Pa...para!- Susurre con mi voz casi quebrada, esta era la primera vez que experimentaba todo esto.

Narra Alex:

Mi nariz se acariciaba contra su espalda, olia tan bien y su piel sabia tan bien. Mis colmillos y garras poco a poco se afilaban mas, deseaban superar ese limite y subir o bajar hacia donde ellas desearan. Pero era demasiado pronto para eso, primero tenia que seguir debilitando su mente y que ella misma ansiara que la devorara. -Dejate llevar, olvidalo todo-Susurre a su oido, mordiendo con fuerza su cuello. Sarah respondio con un pequeño salto y un leve gemido, me parecia tan linda y estaba comenzando a volverme loca.

¡Esto es tan divertido!-Pensé sacando mis manos de su ropa para abrazarla y besa su cabeza, podía oler su duda y tentación desde lejos. Ahora solo te queda superar un pequeño paso.-Sonreí. ¿Quieres que durmamos?- Sarah se giro mirándome sorprendida como un pequeño cachorro que no comprendía que pasaba y luego desvió su mirada al suelo como algo decepcionada, triste y murmuró -¡Vale!

¿Segura? O ¿Es que todavía no tienes sueño?-Sonreí bajando levemente su vestido para besar sus hombros, seguí bajando todo lo que pude mientras notaba como se encogía por la sensación como si un escalofrío recorriera su cuerpo y me levanté para ponerme frente a ella.

Narra Sarah:

Mi mente había perdido completamente la cordura, envolviendose en una mirada perdida y mi cuerpo se mecía como si la brisa se lo fuera a llevar en cualquier momento. Quería volver a besarla y que siguiera besando mi cuerpo; aunque tambien sentia a la vez que aquello no era lo correcto pero la lujuria comenzaba a devorar mi cuerpo. -¿Que es lo que deseas?-Gruño, acercándose a mi. Estaba tan cerca que podía notar como sus ojos claros se tornaban a un brillo más rojizo y su rostro seguía con esa sonrisa ansiosa. -No puedo negarlo más...-Murmure dentro de mí acariciando su rostro. Era tan bella y a la vez tan sexy, nunca me había fijado plenamente en ella pero su cuerpo era atlético y decorado con una pequeña tableta en el. -¡A ti!-Susurré muy bajito lo minimo que podia para no morir de la vergüenza. En aquel momento fue cuando descubrí que esa noche no había hecho más que comenzar y que ya no podría salir nunca de este juego. 

Narra Alex:

¡Así que me deseas a mi!-Susurre quitandome completamente la camisa, luego desabroche mi pantalón mientras me miraba. Podía notar como su mirada me analizaba, tal vez debido a que como me suponía nunca había tenido delante de ella otra persona en esas condiciones. Suspire divertida y coloque mi rodilla sobre la cama justo a su lado para lanzarme sobre ella tumbandola, cuando lo conseguí me mantuve encima de ella mirándola con una sonrisa. Me apetecía decirle cosas que tal vez solo había escuchado en las películas para adultos para ver como reaccionaba pero preferí guardarlo y simplemente le quite completamente el vestido dejándola en ropa interior debajo mia.

¡Eres preciosa!-Gruñi mientras se intentaba ocultar de mi mirada desviando el rostro y protegiendo con una de sus manos su cuerpo. La verdad es que cualquier chica me parecia preciosa pero aquella noche ella era la única que debía serlo. -No estes nerviosa, solo estoy mirandote.-Sonreí acariciando con mis dedos sus labios. -Cuando quieras podemos parar.- Indique aunque sabía que eso seria mentira.

¿Es la primera vez que haces esto?- Preguntó Sarah con sus ojos nerviosos y su rostro sonrojado. Me sorprendió su pregunta y sabía que ella misma conocía aquella respuesta, aunque su corazón no estaba del todo preparado para oírla. -¿Debería mentirle?-Pensé. -¿Crees que si fueras la primera podría hacerte todo este tipo de cosas?-Exclame acariciando el interior de su muslo hasta rozar levemente el interior de su ropa interior, su cuerpo dio un pequeño calambre escogiendo sus piernas para evitar que volviera a rozarla y sus labios eran mordidos para impedir reaccionar a eso. 

-¡Para!-Bufo intentando evadirse de mi. -¿Que haces tonta?-Reí viendo como se resistía sin poder levantarse completamente por mi peso. -¿No querías que fuera tuya? Pues aqui me tienes.- Exclame agarrando sus manos para que rodearan mi cuello, ella cedió mirándome algo menos nerviosa y molesta, pero sin entender mucho que me proponía. -Si me prometes que no dejaras de abrazar mi cuello, yo te prometo que sere buena.-Sonreí robandole un beso. Sarah se mordió los labios dudando y finalmente cedió acercándome para que la besara en ese momento aproveche para cumplir nuestra promesa.

Mientras los besos nos consumian como dos peces que ansiaban por beber agua uno del otro, fui acariciando su cabello con una de mis manos enredandolo entre mis dedos y con la otra buscaba la ruta mas corta hacia sus piernas. Intente distraerla lo mas que pude para que no supiera mis intensiones y finalmente acabe llegando a aquel pequeño oceano. Al inicio intento volver a partarme pero mis caricias en su clitoris y mi lengua acariciando a la suya le impedia negarse ante el deseo.

Al separarnos pude escuchar su voz suave maldecirme y quebrarse aún mas. -¡A...Alex para!-Susurraba. -¿Estas segura? Hicimos una promesa, tu no dejas de abrazar mi cuello y yo seria buena... buena en darte placer.- Sonreí victoriosa, colocando sus manos de nuevo sobre mi cuello. -¡Te odio!-Gruño arqueando su cuerpo, mientras mis manos seguían acariciando. No tardo mucho más en acabar suspirando de nuevo de placer y mojarse aún más de lo que ya lo estaba para finalizar con un pequeño orgasmo. Intente callarla con besos para que su amiga o los vecinos no nos escucharan y luego me separe de ella.

-Vaya... creo que es demasiado pronto para que me odies.-Murmuré besando su frente; su respiración era agitada y todo su cuerpo desprendía un calor constante. Tenía que pasar a la siguiente fase aunque aquella noche no quería devorarla por completo. - ¡Ven!-Ordene sentándome de nuevo en la cama, al hacerlo sentí como yo misma también me notaba algo agitada y sensible. -¡Tengo ganas de tocarme!-Pensé.

Narra Sarah:

Mi cuerpo temblaba de placer debajo de mi extraña amante, no podía negarme ante ella tal vez debido a su trato dulce y suave que te invitaba a suplicar mas de el. Nunca había experimentado las caricias de nadie, ni quiera de yo misma. Pero se sentía tan bien que comenzaba a pensar que me volvería adicta a sus manos y su mirada; aun asi seguia sintiendo vergüenza de que viera y acaricia mi cuerpo. -Estoy tan...-Susurre intentando incorporarme como ella me indicaba pero mi cuerpo se sentía cansado, agitado y notaba como mi entrepierna seguía latiendo.

Como me ordenó me senté sobre sus piernas mirándola, eso me hacía experimentar aún más vergüenza y era casi incapaz de mirar su rostro. -¿Estas bien?-Susurro a mi oído mordiendo mi oreja, asentí con mi cabeza incapaz de responderle con mis palabras y me apoye en su hombro escondiendome. -¿Te apetece acariciarme?- Separandome la mire sorprendida, Alex también estaba algo avergonzada. -Solo soy dulce contigo porque imagino que es la primera vez... pero no creas que soy así con todas-Gruño, aquello me pareció muy mono y acabe cayendo de nuevo sobre ella. - No te preocupes.- Y sin poder hacer nada acabe durmiendo entre los brazos de Alex, me notaba tan cansada por todo lo que había pasado y se sentía tan lleno mi cuerpo. -Buenas noches, pequeña-Fue lo ultimo que escuche.

Cuando volví a abrir los ojos me encontraba durmiendo en la cama de Alex, con una de sus camisetas que me quedaba grande y nadie a mi lado mas que una almohada vacía. Aquella noche no sabía si había salido a por algo o si había preferido no dormir conmigo.

The Wolf girl (YURI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora