Pídele tu deseo a una estrella

Capitulo 4

Gracias por la paciencia que tienen con este fic, el cual va lento pero seguro 😁. Los personajes son propiedad de Disney a excepción d la historia y algunos personajes que son de mi propia invención.
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La calma del mar abierto, el cielo plagado de estrellas y la frescura de la noche daban pie a ese momento de paz que la isleña necesitaba, se encontraba sentada abrazando sus rodillas con la cabeza escondida entre estas. De pronto una luz tenue le hizo levantar el rostro y ahí, frente de ella se encontraba el mar en su peculiar forma tomada siempre que se comunicaba con ella, el mar no había vuelto a presentarse, ni a entablar cualquier tipo de comunicación con la chica desde el día que ella y Maui habían entregado su corazón a Te Fiti, después de todo ese tiempo, el mar volvía a reestablecer el contacto, dándole a la chica ese consuelo que necesitaba.

-Gracias por ayudarme hace rato.-
El mar permaneció imperturbable.- ¿Sabes en donde está Maui?- El mar se movió negativamente, un sentimiento de decepción embargo a la chica- ya veo, ¿Podrías ayudarme, una vez más?-el asintió, formó un remolino hacia el cielo dispersando después cayendo en un chorro que empapó a la isleña que soltó una carcajada de buena gana, poco a poco sintió como fue creciendo un calorcito reconfortante en su pecho y supo que las cosas iban a mejorar, que había esperanza y que todo podría llegar a resolverse.

Moana se paró enérgicamente y con las manos en la cintura exclamó:
-¡Bien! en marc...-no terminó la frase cuando el océano arrancó en una velocidad vertiginosa haciendo que la chica perdiera el equilibrio y cayera.

Transcurrió el tiempo, el océano seguía con su carrera persistentemente, Moana no estaba muy segura a donde era que la llevaba, pero decidió confiar. Así, pasaron dos días y una noche; el amanecer del tercer día Moana distinguió una porción de tierra, poco después se percató que era la isla de Te Fiti y comprendió, si había alguien que pudiera ayudarle era la diosa.
El océano la acercó a la costa, Moana procedió a arrastrar la balsa a la orilla y la aseguró a un tronco anclado en la playa, el calor era abrumador.
-Supongo que con esto será suficiente- comentó la chica pasando una mano por su frente perlada debido al sudor, lanzó un suspiro preguntándose qué era lo que debía hacer primero y llegó a la conclusión de que iría al lugar exacto donde se encontraba el corazón de la diosa para pedirle su divina ayuda en ese lugar sagrado.

Caminó el trecho correspondiente hasta llegar al centro de la isla, la paz y la armonía se respiraban en ese lugar.
Bajo la cabeza en señal de respeto y procedió a decir:
-Te Fiti, hola soy yo, Moana, solo quería pedirte un poco de ayuda, necesito encontrar Maui y salvar a mi pueblo y yo...- En eso unas cuantas lágrimas corrieron por las mejillas de la isleña- Por favor...
Moana esperó un largo rato, pero no sucedió nada y cuando empezó a oscurecer decidió regresar a la costa.
Sentada frente a la fogata que había armado el fuego la arrullaba con su armoniosa danza y calló profundamente dormida.

La isleña.entre sueños escucho una voz profunda y melodiosa que la llamaba.

- Moana, Moana despierta.

Ella abrió los ojos, con la visión aún borrosa se incorporó y se encontró cara a cara con Te Fiti.
Un intenso aroma a flores inundaba todo el lugar, ella se apresuró a arrodillarse.
-De pie Moana- la diosa apenas unos centímetros más alta tomó sus manos, con su voz profunda prosiguió diciendo- Te he escuchado, mi niña y tus súplicas serán atendidas. Eres muy valiente y una vez más tendrás que hacer acopio de tu valor, no será fácil, pero con la ayuda de un semidiós estoy segura de que no hay nadie que pueda hacerte frente.

-¿Entonces es verdad, Maui está vivo? Preguntó Moana recuperando la esperanza.

-Si, lo está.

-Maui está vivo.... ¡MAUI ESTÁ VIVO!- exclamó la chica extasiada de felicidad soltando una carcajada de alivio.

-Moana- La diosa tomo las manos de la isleña entre las suyas, la miró con un dejo de pena en sus ojos y prosiguió- No será fácil, llegar a él, pero como te he dicho antes eres muy valiente, posees esa fuerza interior, que no todos los humano tienen, y eso es lo que te hace tan especial, ahora escucha voy a mostrarte en donde esta maui.

Te fiti colocó una mano en la cabeza de Moana y está experimentó una sensación de vértigo, sentía que ella se transportaba a una velocidad desbordante, pero pronto se dio cuenta que sucedía al revés, eran como si todo su entorno de desplazara mientras que ella tenía los pies fijos en la tierra.

La sensación frenó bruscamente, y se percató de que se encontraba en la costa de una isla , el cielo lucía gris, el viento golpeaba violentamente contra su cuerpo , la arena era de las más ásperas que había sentido y le rasguñaba las plantas de los pies. El olor a flores volvió a inundar sus fosas nasales, y se dio cuenta de que Te Fiti estaba a su lado.

- No estamos aquí realmente, es solo un representación de mi mente. Maui se encuentra ahí- prosiguió la diosa señalando le a la isleña un imponente volcán- Esta justo en la crater, encadenado, sin la oportunidad de escapar.

-¿Qué es este lugar? ¿Por qué Maui está encadenado, quién le hizo eso?

La diosa la miró con tristeza.

- Fue mi hermana, Pele, diosa del fuego y señora de los volcanes y este es su hogar. Ella se encaprichó con Maui y le declaró su amor, pero el la rechazó y en su ira, despecho lo apresó aquí.

Nuevamente Moana se vio inundada por la sensación de vértigo y en un pestañeo se encontraba de nuevo en la isla de Te Fiti.

- Moana, tu labor será difícil pero imposible , esto va ayudarte.-La diosa tomó una de las flores que adornaban su corona y se la dio a Moana.- Es protección, cuando sientas que las cosas se ponen muy difíciles arranca un pétalo y sopla sobre él, pero debo de advertirte, cada vez que arranques un pétalo, la magia irá perdiendo fuerza y efecto, así, que úsala con sabiduría.

Moana aceptó el obsequio y se inclinó una vez más ante la diosa.

-Agradezco infinitamente su regalo.

Te fiti le sonrió con dulzura y le dijo:

-Estás bajo mi protección Moana de Motunui.

Moana abrió los ojos, el sol pintaba ya alto en cielo, cuando se disponía a frotarse los ojos se dio cuenta de que tenía algo en la palma de sus manos, era la flor que le había dado la diosa, la chica sonrió con gratitud y esbozo un gracias que salio desde lo más profundo de su corazón.

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Holaaaaaaaa, ¿ qué tal? =)

Muchas gracias por sus paciencia, por sus votos y comentarios que como ya he dicho anteriormente son un motor importante que me motiva a seguir con el fic, les pido perdón por la demora, se que tardo demasiado en actualizar, pero les aseguro que jamás lo abandonaré.

otra cosa diganme que les parece Moana, ¡Creen que si me apego al personaje o no? Yo siento que.... bueno mejor diganme ustedes, de verdad que necesito saberlo.

Ciao Bellas