Capítulo 11

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Aprovechando que el cruel amarre había liberado la muñeca, sin perder un solo segundo la chica arrancó el pétalo.

-¡NO!

Pero era tarde para que Kóonul pudiera intentar algo.

De inmediato el dolor desapareció una oleada de corriente eléctrica recorrió todo el cuerpo de Moana embriagándola la sensación de alivio y energía renovada, en su mano se dibujó una bella lanza esculpida de jade con grabados en a lengua de los dioses.

"Pelea", escuchó una voz en su cabeza.

Moana no era precisamente una guerrera, contaba con una agilidad única era verdad  y fuerza física tampoco le faltaba pues los trabajos en la isla y las inclemencias del clima que se presentaban cada cierto tiempo había forjado en los isleños el que tuvieran  buena forma pues para enfrentarse a cada obstáculo de la naturaleza no quedaba más remedio que aquello. No obstante, el pueblo de Motunui era pacífico, como los otros de los alrededores, jamás se había presentado una circunstancia parecida a aquello.

 "Pelea" volvió a ordenar la voz.

Kóonul se aproximaba a ella con el rostro descompuesto de fiereza y blandiendo el extraño cuchillo para encajarlo sin piedad en la muchacha, con presteza Moana hundió la lanza apoyándola firme en la tierra y con su pierna se balanceo girando con impulso, lo que hizo que pudiera esquivar la estocada de Kóonul y propinarle una patada voladora en la espalda con la suficiente fuerza para que callera de bruces. Ella aterrizó con presteza y adoptando una pose defensiva con la lanza fuerte mente tomada en la mano.

Kóonul hervía en ira.

-Bien princesita, ¿quieres jugar? ... Juguemos.

"Prepara el flanco izquierdo, él hará una finta hacia tu rostro pero es solo eso, va para desestabilizarte sacándote el aire, con la lanza barre sus pies". La misteriosa voz volvió a hacerse presente en su cabeza, sin tener tiempo de poder preguntarse a quién pertenecía. Tal y cómo predijo Kóonul atacó sus costillas pero ella anticipada había bloqueado el golpe con el antebrazo, el impacto fue brutal al punto en el que de no haberlo evitado seguramente le habría roto las costillas. El movimiento de su lanza fue directo a los pies del villano pero este saltó esquivando la barrida, con media vuelta dio patada que le dio en el estomago a la chica y la mando volando, Moana vio todo borroso.

"¡De pie!"

Moana se incorporó con dificultad y desorientada cogió la lanza le costaba recuperar el aire.

"Esquiva hacia abajo"

La estocada del cuchillo pasó a centímetros de su cuello, con la lanza golpeo con fuerza las costillas de Kóonul y enseguida devolvió con la punta de su lanza la estocada al cuello que le pasó rozando causándole un fino corte  pero que logró librarse de un daño mayor al arquear la espalda hacia atrás, impulsándose con los brazos hizo un flic flac propinando en el acto una patada en la barbilla a Moana. Calló con estrépito y sintió el sabor metálico de la sangre en la boca, la lanza había caído a unos metros alejada de ella y comenzó a arrastrase para poder alcanzarla pero se vio detenida con un pie sobre su espalda.

-Es conmovedor el ver como te esfuerzas tanto querida, tan conmovedor que me dan ganas de llorar, pero mira todo está perdido,- con rudeza tomó su cabello y lo jaló para que mirara en la dirección de Maui,- por más que uno implore, la fuerza de un semidiós no se compara con a de los dioses, solo deberías rendirte y tal vez su muerte no sea tan tortuosa. 

La diosa Kapo había adoptado la forma de una boa constrictor que se apretaba cada vez más al rededor de un Maui que se revolvía por liberarse.

"Impúlsate con todo hacia la la derecha y gira." 

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