33 EL SILENCIO DE LA MUERTE

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Amber Stole tenía una melena rubia que le caía por debajo de los hombros, sus ojos color café eran idénticos a los de los Cranb, facciones ligeramente marcadas, nariz un poco respingada y cuerpo bien cuidado. Usaba un vestido beige que tenía un estampado de flores moradas y tacones. Podía ver que ella utilizaba su belleza como arma. Su voz era suave y encantadora.

Yo estaba sentada al lado de mamá en el sillón. Mamá aún traía puesto su vestido de novia. Intentaría algo para poder escapar pero Amber tenía una pistola en su mano. Luke me había traicionado, él era también parte del plan Cranb desde hace tiempo. Él y Julie estaban de pie cerca de la puerta, Luke tenía cierta expresión de culpa en su rostro. Maldito.

Marysse que seguí portando su vestido lila estaba sentada al lado del señor Cranb. Elthon y Amber estaban parados en el centro de la sala mirándonos a mamá y a mí. Yo tenía miedo, no podía dejar de temblar. Es gracioso cómo valoras más tu vida cuando estás a punto de perderla. El ambiente era tenso, parecía que existiera una carga eléctrica que estallaría en cualquier segundo.

—No sé cómo, pero Aveline y Jordan descubrieron nuestro plan y todo se jodió —aseguró Amber volteando a ver a los Cranb— No tengo tiempo para regañar al traidor o traidora que echo todo a perder.

Lo que ella no sabía era que no había traidor. El Señor Cranb nos había dicho la verdad.

Nadie respondió.

Trataba de pensar en algo rápido, pero no se me ocurría nada, solo podía pensar en que había una gran posibilidad de que mamá muriera, mi vida no me importa llegado éste momento, la de ella sí. Respiré y traté de calmarme. Una idea comenzaba a formularse en mi cabeza. Nada es perfecto, todo tiene errores, aquí debía de haber alguno. Los Acker, Tifanny y Drew estaban abajo, no tardarían en subir. Al menos eso espero.

—Ahora, lo que necesitamos es que Aveline nos firme un simple cheque, lo cobramos y listo. Nadie sale lastimado —aseguró Amber mirándonos a mamá y a mí.

Mamá ni siquiera tiene chequera así que tal vez estos serían nuestros últimos segundos de vida. Una risa comenzó a sonar en la habitación, era del señor Cranb.

— ¿De qué te ríes? —preguntó Amber dirigiendo el arma hacia él.

— ¿Qué? ¿Vas a matarme? —cuestionó.

—Si no te callas tendré que hacerlo —aseguró.

—Adelante —la retó— Ya no puedes hacerme más daño, Amber. Desde el momento en el que dejaste de importarme ya no podías herirme.

Amber se puso tensa, acercó la pistola a la cien del señor Cranb.

—Déjalo ya —pronunció Elthon— Tenemos que irnos.

Elthon usaba un traje negro exceptuando la camisa que era blanca.

Amber separó el arma del señor Cranb. Miré a Julie, ella y Luke parecían aterrados, ellos no creían que Amber fuera capaz de matar a alguien, ellos...ellos tal vez no sabían el plan original de Amber.

Eso es. Tal vez tenía solo una oportunidad.

Amber caminó, se acercó a mamá.

—Aveline ¿Podríamos comenzar ya?

Mamá me miró asustada.

—Sí, necesito mi bolsa. Está en la habitación—dijo mamá para ganar tiempo.

—Luke —ordenó Amber— Ve por su bolsa.

El chico pelirrojo fue temblando hasta la habitación y en pocos segundos trajo un bolso color verde pastel. Se lo entregó a mamá, él me miro a los ojos.

Las flores sombrías    #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora