17 EL INFIERNO CLAMA POR TI

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Drew y yo bajábamos las escaleras hacia la reja de la entrada de la mansión. Era hora de que regresara a casa o yo estaría en un problema de proporciones colosales con el bruto de Elthon. Nada nuevo, debo agregar.

Te haré un resumen. La fiesta había sido increíble, desde que Drew y yo volvimos a hablarnos todo parecía bello de nuevo. Perdí la noción del tiempo mientras Drew y yo bailábamos. Lo increíble de él es que puedo hablar de lo que sea y dice lo que piensa sin tener que preocuparse por qué diré, creo que por eso me gusta tanto, nos comprendemos muy bien.

— ¿Qué es lo más importante para ti en la vida?—pregunté mientras lo miraba a sus ojos azules.

—Esa pregunta es difícil, no es cualquier cosa —se quejó.

—Es fácil—sugerí— Solo piensa en ¿qué no podrías dejar de hacer nunca?

Él me tenía sujeta por la cintura, el contacto con sus manos era suave, pero firme al mismo tiempo.

—Déjame pensar —Miró hacía arriba en señal de que buscaba una respuesta— ¿Por qué no inicias tú?

—Bien —Lo miré— Seguir siendo yo.

— ¿Cómo es eso? —sus cejas se alzaron en señal de duda.

—Sí —suspiré— Yo tengo defectos, al igual que todos los humanos. No me siento contenta con ellos y sé que debo cambiarlos. Fuera de ellos me encuentro yo, y mi forma de ser; no puedo imaginarme a mí sin mi forma tajante de hablar, enojarme por ciertas cosas o dejar de buscar la verdad. La lista podría continuar pero lo cierto es que no voy a cambiar algo que no es un defecto en mí sólo por agradar, complacer o ser aceptada por alguien. Las personas que de verdad te quieren, te aceptan tal y como eres; además te ayudan a mejorar en cuanto a los errores y tropiezos que tienes.

Tras decir lo último, el recuerdo de los Acker vino a mi memoria y me sentí triste; hasta éste día no sabía nada de ellos, era obvio que no iban a ponerse en contacto con mamá o conmigo inmediatamente que nos mudamos con los Cranb pero creo que ya era bastante tiempo sin saber de ellos. Ellos conocían el número de teléfono de la casa de Elthon. Tal vez nos habían eliminado de la familia, lo cual es estúpido porque aunque yo tomé la decisión de vivir con los Cranb no quise decir que no quería a los Acker.

Se supone que mi familia debería seguirme queriendo aunque no los viera tan seguido como antes. En ese momento lo supe, los Acker no estaban obligados a quererme solo porque tuviéramos una conexión de sangre con ellos. Nadie está obligado a querer a nadie; sin importar la circunstancia. Una pregunta menos de mi lista.

— ¿Jordan? —Drew me miraba preocupado

—No te escuché, lo siento— Me disculpé tratando de traer mis pensamientos a la realidad.

— Dije: ¿Estás bien?— Cuestionó

No

Claro que no lo estaba porque acababa de entender que tal vez estaba más sola de lo que pensaba; sin los Acker y con mi madre del lado de Elthon llegué a la conclusión de que acababa de perder a mi familia para poder entrar en otra, que ni siquiera me quería.

—Sí, estoy algo distraída —Mentí.

—Tienes razón —Afirmó— Lo más importante en la vida es que seamos nosotros mismos y trabajemos en disminuir nuestros defectos. Eres perfecta a tu manera, Jordan, por eso me gustas.

Un cosquilleo se expandió por todo mi interior al escuchar las palabras del chico rubio que tenía enfrente. Era como estar nadando entre miles de burbujas. Pero esta sensación era producto del amor, lo cual la hace mucho mejor.

Las flores sombrías    #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora