Forgive me - Capítulo 6

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—Sí, gracias —dijo contra su camisa, tragándose las lágrimas. Sin apartarse mucho se limpió el rostro y murmuró su frase de salida—. Voy a bañarme y después termino de preparar la cena —Se escabulló por un costado y subió las escaleras rápido, buscando el lugar habitual para descargar su angustia: bajo la ducha.

Arrojó la muñeca, todavía en la caja, sobre la cama y se desnudó camino al baño. Sin encender la luz, tanteó a un costado de la ducha, metió su corta cabellera en la cofia plástica que parecía extraída de una novela de los 60 y abrió el agua caliente antes de entrar al cubículo de acrílico.

Bajo el spray potenciado de la ducha sintió el agua caliente clavarse sobre su piel y se concentró en cada punto de contacto, en cada sensación, para no pensar, ni en ella, ni en su hija, ni en las mentiras sobre las que tenía construida su vida. Vida. Interesante palabra para alguien que no hacía más que vivir a través de los demás, justificando su existencia en esas pequeñas personas que había dado a luz.

Abrevió la rutina todo lo que pudo. Se envolvió en la bata de toalla blanca que colgaba de la pared y se sacó la cofia, que voló por los aires para caer sin saber dónde. Encendió la luz en cuanto entró a la habitación y se sentó frente al tocador. Se peinó con una sola mano mientras con la otra buscó en el fondo del cajón del centro, el sobre donde escondía sus pastillas anticonceptivas.

Otro chiste en su vida. Su vida sexual en los últimos dos años no necesitaba ningún método anticonceptivo, pero por cualquier cosa, a estas alturas no podía quedarse tranquila con ello. Se tragó la pastilla sin agua y cerró los ojos mientras bajaba por su garganta. Sólo por si acaso, cuatro hijos eran suficientes para ella y su líbido, estaba tan enfocada fuera de su cuerpo que no sentía ni un ápice de deseo por nada ni por nadie.

Abrió los ojos de nuevo y se enfrentó a su propio reflejo. Se alisó el pelo y lo llevó hacia adelante, enmarcando su rostro. Sin mirar abajo, estiró una mano y alcanzó el único envase de crema que había sobre el tocador, entre el joyero y su necessaire de maquillaje. El asunto de la depresión no tenía sólo que ver con que Lauren hubiera vuelto a Londres, ni que Dalia cumpliera dos años. Su esencia egoísta, encubierta con cuidado al poner el foco de atención en los demás, sabía la verdad desnuda. Estaba a menos de un mes de cumplir 38 años y algo en ella latía como si estuviera acercándose al final. El recuerdo de su mejor amiga, muerta hacía dos años, le marcó el paso.

Se acercó al espejo en busca de la verdad. Eso que latía en su corazón, en su mente, bajo su piel, era el tic tac de un reloj que corría a un final que estaba cerca y un escalofrío la recorrió entera al pensar en la muerte. Aunque morir no era la única manera de terminar con una vida. Eso ella lo sabía.

Movida por una fuerza interior que no le era desconocida, que la impulsaba cuando la razón la abandonaba, salió de la habitación y se metió en el estudio que estaba al final del pasillo. Se sentó en el sillón tapizado y levantó la tapa de la laptop que allí descansaba, que se activó de inmediato.

Tecleó su usuario y abrió al mismo tiempo el explorador y el servidor de correo electrónico. Entró en su buscador habitual y digitó palabras que hacía siglos que no buscaba: "Lauren Jauregui"

Los resultados fueron Cerca de 105.000.000 resultados en 0,27 segundos, pero sólo el primero le importó: la entrevista en la revista que había estado viendo en todos los puestos, escuchando a la fuerza en la peluquería. Movió el cursor deslizando el dedo sobre el sensor plateado y la página se abrió develando la imagen que era portada. Leyó con rapidez hasta donde su amiga secreta Gail, había relatado en voz alta y buscó el párrafo siguiente, no sin antes posicionar estratégicamente el cursor sobre la equis de cierre de la pantalla.

"La Opera del Fantasma es un gran desafío. No soy cantante lírica, pero me eligieron entre cuatro mil postulantes. Tuve suerte... y aunque la producción ha enfrentado muchos altos y bajos, creo que el cambio de rumbo artístico que tomó, es altamente positivo."

Lie to me - Camren G!PWhere stories live. Discover now