•Detente•

244 31 4
                                    

—Sigo creyendo que el espacio es infinito, aunque hay algunos que lo dudan. Idiotas ¿Cómo no sería infinito? Hay tanto que descubrir, tantas cosas que investigar; imagínate... Encontrar un sistema solar similar al nuestro, demonios, sería un descubriendo genial.

—¿Qué es lo que te gusta del espacio?

—¿Qué es lo que me gusta? Pues... Que nunca deja de expandirse, que siempre hay algo nuevo que explorar. Que, aunque creas conocer todos los planetas y estrellas qué hay, siempre habrá y nacerá algo nuevo, algo... Único. Siempre te encontrarás con alguna cosa increíble, me gustaría tanto encontrar un planeta o estrella genial. No lo sé, bueno, además me gusta porque es lindo. ¿Qué dices tú?

—Yo digo: que deberías quedarte... Un rato más.

**~~**~~**~~**~~**~~**~~**~~**~~**

Sin nada que hacer, sin nada que pensar.

Así eran mis días desde hace tiempo, no había novedad alguna, todo era lo mismo: rutinario.
Despertaba, desayunaba a la hora del almuerzo, no almorzaba, encendía la consola y me ponía a jugar hasta que llegara Tricia y la ayudaba con sus deberes. No cenaba, comía algo y luego a la cama.

Me cansaba. Hacer nada cansa, agota, debilita. Te hace sentir un débil que sólo se la pasa jugando y comiendo aunque me sorprende que no haya subido mil kilos estando como un real cerdo, literalmente, echado en el sofá, con los ojos rojos y pesados, con los pulgares cansados y los pies sobre la mesa, cambiando su posición más de una vez porque me aburre siempre la misma pose.

¿Creen que soy un vago? Pues sí, lo soy. No me jacto por eso, me humilla ser así y eso que he salido a buscar trabajo, trabajos que nunca llegan a mí ya que siempre me dicen lo mismo: "te llamaremos, no es lo que estamos buscando, te tendremos en cuenta, creo que no servirías mucho en esa área, no tienes experiencia", me he agotado de eso así que simplemente dejé de salir a pedir empleo y me dediqué cien por ciento a vagar. Mas, odio que mi familia aún me mantenga siendo que ya soy mayor. Se supone que cuando uno es adulto se cuida solo y ve por sí mismo, pero después de la operación supongo que mis padres ya no piensan igual.

Ahora, acabo de terminar una partida y apoyo la nuca en el respaldo del sillón, dejo que mis manos descansen sobre mis muslos desnudos pues sólo ando con un bóxer. Una eterna vida en casa te da ciertas libertades. Miro el techo con cautela, cada mancha que veo es un nuevo diseño y me quedo como estatua por unos veinte minutos hasta que escucho la puerta chillar a mi lado izquierdo.

Mis vértebras giran por mera inercia y Tricia arroja su mochila al sillón. Se ve molesta pero me abstengo a preguntar; no me saluda y yo tampoco, sólo pasa caminando tapando la pantalla por unos segundos y se dirige a la cocina. Escucho el refrigerador abrirse y cerrarse rápidamente, ahora vuelve con un trozo de chocolate en su boca. Levanta su mochila, me saluda y se va a su habitación.

Creo que sólo quería comer.

Vuelvo a mi posición anterior y un escalofrío recorre mis dedos, se contraen y luego se sueltan. Curiosa sensación. Los miro y están igual que siempre pero juro haber sentido un ligero apretón, como sea, la pantalla sigue encendida y bufo pensando en que hacer ahora. Rasco mis ojos con los nudillos, haciendo que un molesto chasquido provenga de ellos, luego de eso veo manchitas decorando mi visión. Mastico sin tener nada en la boca, sólo un sabor salado almacenado en mis muelas por la reciente comida que tragué, además de eso, nada.

Supongo. No. ¿O sí? Tal vez deba salir, no lo sé, caminar un rato. Sentir aire fresco, respirar algo más que sólo comida y encierro. Sí, creo que saldré, por un rato.

"A tres lagunas de ti"『Creek 』Where stories live. Discover now