Día 1

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Al día siguiente Genji se levantó temprano, se dio una ducha, se arregló, almorzó junto con su padre y hermano e hizo algunas tareas en la casa. Todo eso en la mañana la cual era tranquila, esta vez se fijó en el color del cielo, era gris; debía tener cuidado si no quería volverse a empapar.

Salió fuera de su palacio contento y paseó por los locales que siempre solía visitar. Era muy temprano para que un niño estuviera despierto, pero algo motivó a Genji para que en cuanto saliera el sol pudiera despertar. Debía darle las gracias a la estatua que lo cuidó durante el tiempo en que estuvo solo en aquel bosque. O al menos eso era lo que creía el pequeño Shimada.
Genji recordó lo que sintió al estar en los brazos de aquella escultura, se sintió seguro, completo, feliz, tranquilo, un calor que no supo bien cómo explicar, pero si pudiese compararlo sería como... el abrazo que una madre le otorga a sus hijos, aunque el pequeño no supiera muy bien el sentimiento exacto.

Hanzo se quedó en la casa junto a su padre, ambos hablaban de negocios familiares, algunas tradiciones, comportamiento, porte... básicamente todo lo que una princesa de hace siglos debía saber. La cultura japonesa era organizada, se basaba en el honor, las etiquetas, marcas, dinero, negocios... todo en lo que Hanzo no quería convertirse, pero ahí estaba, obedeciendo a su padre sólo por el hecho de ser mayor. A veces envidiaba la enorme libertad que Genji tenía, podía ir a donde él quisiese, y aunque su padre dijera no tener favoritos, él sabía que prefería más a Genji, era obvio, no lo obligaba a nada.
Hanzo observaba como Genji salía cada día sin preocupaciones mas que la puesta de sol, que significaba la hora de volver a su residencia antes de que su padre mandara a los guardaespaldas por él, o que Hanzo llegara antes para evitar que Sojiro lo reprendiera, y no lo hacía por que fuese tarde, sino que era peligroso para un niño con su apellido andar por las calles sin protección alguna.

Genji trató de recorrer el mismo camino por el bosque, pero había olvidado su locación... la primera vez había llegado porque se había perdido ¿cómo haría para volver a ese mágico lugar? Pensó un buen rato lo que haría, y aunque sonara algo estúpido decidió que volvería a perderse y si tiene suerte regresaría al mismo lugar donde le vio la otra vez. No tardó mucho en correr hacia todas direcciones, estaba seguro de que al menos tenía que estar cerca o en el centro del bosque, tal vez si buscara un claro tendría más oportunidades de encontrar su destino.

Habrán pasado algunas horas para que Genji encontrara al fin el paradero de aquella extraña estatua. Del cielo volvían a caer gotas, suerte que el menor de los Shimada venía preparado esta vez. Con mucha lentitud sacó su sombrilla de donde la ocultaba y con algo de torpeza trató de abrirla sin éxito hasta después de varios intentos. Se sintió apenado pero como nadie lo pudo haber visto en ese lugar tan desolado dio un respiro de alivio. Caminó un poco más, el pueblo ahora ya no se veía o se escuchaba, aún seguía lloviznando y apenas eran las ocho de la mañana, eso quería decir que le quedaba mucho tiempo antes de que se ocultara el sol.
No tuvo que caminar demasiado pues su pie hizo un desliz y cayó directamente a el lugar en donde el monumento se encontraba, claro que se ensució la cara, y no sólo eso, también su ropa había sufrido de algunos desgarres, pero eso no desmotivó al pequeño ninja. Con total asombro admiró y contempló por segunda vez aquella figura del monje ómnico. Era lo más bello y placentero, y vaya que había visto muchas cosas bellas e igual de placenteras, pero ninguna se comparaba con la paz que esta estatua de piedra podría otorgarle.

El menor de los Shimada se arrodilló en frente de la piedra tallada y juntó sus manos, estaba rezándole y agradeciendo que le haya cuidado cuando más lo necesitaba, que si él o ella no hubiese estado seguro habría muerto del miedo, o peor, en las garras de un animal salvaje.
Poco después se levantó del suelo con sumo cuidado apoyándose con sus manos.

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⏰ Last updated: Mar 31, 2018 ⏰

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La Estatua y Yo (Genyatta)Where stories live. Discover now