La Estatua y Yo (Genyatta)

Día 1

Como era aún muy temprano el pequeño decidió subir de nueva cuenta a los brazos del "monje" y desear poder sentir ese calor como aquella vez. Ese calor abrazador que no quemaba, como si te abrigaran con una cálida y suave manta. Para su suerte, fue mejor de lo que imaginó, en cuanto quedó dormido en sus brazos por segunda vez sintió esa paz y tranquilidad que aunque no la haya buscado antes ahora la había encontrado, y no quería perder ese sentir, era simplemente exquisito.
Mientras tomaba una pequeña siesta, el ninja comenzó a soñar con que la persona que estaba tallada se levantaba de su "eterno descanso" y lo miraba con ternura. Soñaba que lo cargaba y mecía en sus brazos. Que acariciaba sus mejillas y atendía sus heridas mientras que le susurraba sin voz que le agradecía el que halla vuelto. Que se encontraba muy solitario en aquel lugar en el medio del bosque. Genji sólo se sonrojaba con lo que hacía o decía, aún era un niño pero aunque ese monje le llamara la atención seguía siendo un extraño para el pequeño Shimada. Claro que todo estaba en su sueño, pero se sentía tan real, incluso podía sentir sus gélidas caricias.

Después de varias horas que parecieron tan sólo unos minutos despertó de golpe. Miró a sus alrededores y después a su reloj; eran 15 para las once. Aún era temprano, tenía tiempo de regresar a casa, comer, jugar un rato y volver al claro con su amigo monje. Era raro llamarle así, pero no sabía siquiera si tenía un nombre y mucho menos si tenía sexo alguno. Luego investigaría en el famoso mundo del internet, pero por ahora quería hacerlo secreto. Cree que el misterio mantiene una relación en pie, aunque ellos sólo tenían una especie de lazo sentimental, o al menos eso sentía Genji. Aquella figura tallada en la piedra era muy especial para el menor de edad, tal vez lo consideraba como su primer mejor amigo ya que Hanzo no contaba del todo como tal por el hecho de ser su hermano, pero también era su amigo y le tenía un inmenso cariño.

Sin hacer más redondeos se bajó de los brazos de su mejor "amigo" y salió corriendo directo hacia la entrada del bosque; tuvo dificultades en encontrar el sendero nuevamente así que la próxima vez que venga a visitarle se llevará consigo unas banderitas de color para no perderse, y claro que estas brillarán en la noche porque también se entrenará en la oscuridad por si un día llegara a necesitarlo. En fin, después de muchas confusiones el pequeñín llegó a la orilla o entrada del bosque y se dispuso a caminar con cuidado hasta llegar a su casa, un baño y ropa nueva no le haría nada mal, incluso la necesitaba si no quería que Hanzo lo reprendiera por verle en tales harapos. Ya se imaginaba su cara de desaprobación, sería gracioso ver eso, pero no había que arriesgarse.

Tanto Hanzo como Sojiro no se preguntaron a dónde es que Genji había ido. Para ellos era normal que el ya mencionado saliera sin pedir permiso a sus pequeñas aventuras por Hanamura. No que les molestara que lo hiciera, pero sabían que nunca salía de los mismos lugares por los que pasaba. O eso creían pues el japonés ahora frecuentaba mucho el bosque, y no precisamente por los tipos de plantas o belleza natural que pudiera encontrar, vaya que su padre se llevaría una sorpresa si  lo descubre.

Hanzo siguió con sus estudios en su hogar en lo que Genji estaba fuera. Caminó por los pasillos de su casa hasta llegar a la alcoba de Genji; no le sorprendió encontrar la cama del menor en desorden, era muy común, incluso le daba algo de ternura ver que su hermano seguía aún siendo un niño normal despreocupado de lo que pasaba a sus alrededores. Hanzo espera que lo disfrute al máximo ya que cuando crezca podría terminar privado de aquella diversión como él en esos momentos y era algo que no quería ver en su vida, sabe que Genji adora salir y pasearse por las calles de Hanamura, conocer nuevas personas y de vez en cuando hacer sus travesuras y salirse con la suya. Le rompería el corazón verlo encerrado en su cuarto odiando a su padre... pero entiende que el negocio también es lo que le da tal libertad, si hubiera una manera de que él fuese el único en gobernar para que su hermano sea libre de hacer lo que quisiera lo haría, además, siempre es bueno que alguien te deba un favor, pero es más placentero si es tu hermano quien te debe uno.