👉Lo más raro que pueden hacer👈

3K 153 80
                                    


Sakamaki

Shu

La mansión Sakamaki estaba llena de habitaciones que jamás habías visto y tenías mucha curiosidad por saber que escondía cada una de las habitaciones, Reiji te había dejado bastante claro que no podías curiosear, pero tu falta de voluntad y la propia curiosidad te estaban matando. 

Esperaste a que fuese por la mañana, los seis hermanos estarían durmiendo y sino hacías mucho ruido no se darían cuenta de nada. 

Comenzaste a abrir habitaciones, casi todas parecían ser para invitados, una cama grande, un par de mesillas y un tocador, no había mucho más.

Ya llevabas un buen rato viendo habitaciones parecidas y preguntándote que le molestaba a Reiji si todo era igual. Antes de darte por vencida empezaste ha escuchar música de una de las habitaciones, era música moderna. 

—Extraño — dijiste para ti misma antes de aventurarte y abrir la puerta. 

No pudiste evitar soltar una carcajada después de una cara de sorpresa al ver a Shu dándolo todo mientras jugaba al Just Dance, no te extrañaba nada que por las noches estuviese tan cansado. 

Shu al escuchar la puerta abrirse pausó el juego y se quedó mirándote con cara de susto, para después suspirar.

—Eres una molestia, pero mejor tú que Reiji.    

(Así es como se mantiene tan sexy)

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

(Así es como se mantiene tan sexy)

Reiji

Buscabas a Reiji por todos lados, era muy extraño que a esas horas no estuviese en su habitación y pensaste en volver al instituto por si se había quedado en el laboratorio. 

Antes fuiste a preguntar a sus hermanos, Shu ni se molestó en contestarte, Ayato y Laito habían intentado morderte pero habías conseguido huir y Subaru había estado apunto de pegarte.

—Dios, buscar a Reiji es más peligroso que saltar al vacío sin paracaídas, bueno, falta Kanato. 

Buscaste a Kanato en su habitación y te equivocaste al no llamar al entrar, cosa que Reiji te había enseñado a no hacer.

Solo tuviste unos segundos para asimilar la situación, Kanato y Reiji jugaban con muñecas a tomar el té, antes de que Kanato te tirase una de las tazas mientras te gritaba que te marchases. No volverías a entrar sin llamar nunca. 

 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Headcanons ||Diabolik Lovers||Where stories live. Discover now