Brotherhood.

Los padres de un "amigo". .

-¡Estoy en casa!- Exclamó Kiyotaka al por fin llegar... Durante su camino ninguno de los dos había podido hablar, Mondo evitando su mirada mientras el muchacho más bajo en cuestión de estaturas completamente recto seguía con su camino con las manos a sus costados, esto a diferencia del motociclista, quien había preferido meter las manos en los bolsillos de su pantalón y andar un poco descuidado...

Estaba nervioso, sí, pero a la vez estaba dando un gran paso en eso lo que consideraba era su objetivo... Estaba ya en casa de Kiyotaka, a punto de conocer a sus padres y... Por algún extraño motivo sentía como si esto fuese mucho más que un simple "ven a mi casa"... ¿Por qué un "desconocido" le pedía eso? ¿Qué clase de padres tenía...? ...Era ya muy tarde para comenzar con esas dudas, tenía una promesa que cumplir y lo iba a hacer sí o sí.

-¡Taka! ¡Bienvenido de vue...!- La madre del monitor de pasillo apenas había dado unos pasos hacia ambos muchachos con una sonrisa encima de sus labios bastante amigable, así hasta que había visto a ambos, pasando saliva haciendo una especie de mueca rara, no con la intención de parecer grosera, claramente, sino que... Esto parecía haber sido un acto reflejo, algo que no había podido evitar al ver al "delincuente" que había "salvado" a su hijo...

... Bien... Que quizás Kiyotaka había exagerado un poco, este tipo no se veía como una mala persona en realidad... No tanto... Sí, que quizás tenía un estilo algo desaliñado y además usaba ese cinturón extraño con una hebilla que Yumeko no podía reconocer qué era... Pero... A sus ojos no parecía del todo un "delincuente"... Al menos no porque no estaba usando uno de esos tupés ridículos que estos usaban... Rio ante el pensamiento, enseguida esa expresión amigable se colocaba encima de sus labios -...Bienvenidos...-

Mondo, quien no sabía exactamente cómo comportarse sonrió con torpeza y lo que parecía ser también nerviosismo, no estaba allí para pedir la mano del maldito Kiyotaka, no había ningún motivo para que tuviera que conocer a sus padres, y, aun así...

-Taka... ¿Por qué no vas a cambiarte? Pronto llegará tu padre...- Yumeko sin perder esa actitud sonrió, estaba frente a ambos muchachos quienes apenas habían dado unos pasos dentro de la casa, permaneciendo todavía en la sala de esta.

-¡Por supuesto!- con esa personalidad (en general) efusiva hacia su madre Kiyotaka respondió asintiendo, seguido de ir rápidamente (pero sin correr por el temor de causar algún accidente) hacia el piso superior de la casa, dejando así a los dos solos... Parecía que ni Ishimaru ni su madre mostraban interés real en lo "peligroso" que podía ser tratar con un "delincuente"...

...Mucho menos tomando en cuenta lo que la mujer haría enseguida...

Había mantenido su vista en las escaleras mientras su hijo subía, atenta a esto hasta que los pasos parecían haberle guiado a su habitación y para finalizar con el sonido de una puerta siendo abierta y cerrada sabía Kiyotaka ya estaba cambiándose... Miró por un par de segundos más y cuando finalmente desvió la mirada... Lo hizo sólo para mirar a Mondo.

-Así que... ¿Tú eres Oowada, cierto?- preguntó mientras comenzaba a acercarse despacio y casi tortuosa hacia él, su sonrisa parecía tan apacible como antes lo había hecho... Fuera lo que fuera que planeaba, Mondo ya comenzaba a sentirse aún más nervioso.

-S...Seh...- Respondió, ¿Qué podía hacer? Nunca había tratado con los padres de nadie, mucho menos con los padres de alguien como era Kiyotaka, de hecho... Estos eran los primeros padres a los que conocía... Y a decir verdad ella se estaba comportando bastante sospechosa.

-¡Es un placer conocerte!- en un gesto que por muy poco podía ser considerado infantil hizo una reverencia -¡Mi nombre es Yumeko Ishimaru! ¿Sabes? Me alegra tenerte aquí...-