Vainilla & Chocolate

6.5K 826 379
                                    

Youngjae se encontraba en clases de piano, su celular había vibrado una vez llamando su atención pero decidió ignorarlo porque no podía interrumpir al profesor. Una hora después su clase habia terminado y por fin tomó su celular, su corazón se aceleró cuando notó que se trataba de Jaebum, de inmediato su semblante alegre cambió a uno preocupado cuando leyó el mensaje, ¿Necesitaba su ayuda? Tal vez ya no servía... ¿Y si pasó algo malo?

Rápidamente eliminó todos esos pensamientos de su mente y respondió el mensaje.

"¡Jaebumie! Lo siento mucho (ㄒoㄒ) estaba en mi clase de piano, ¿Aún sirvo?"

El mensaje fue enviado y recibido con éxito. Su celular volvió a vibrar de inmediato dándole a entender que el mayor había respondido.

"No te preocupes (。・・。) claro que aún sirves... ¿Podrías ayudarme a estudiar inglés? Por favor..."

Youngjae leyó el mensaje y una gran sonrisa se formó en su rostro, ¡Jaebum le estaba pidiendo un favor! Por supuesto que lo ayudaría.

"¡Por supuesto!   (≧▽≦) Podríamos juntarnos... ¿En mi casa?"

Jaebum tardó un poco en responder el mensaje, al menos unos tres minutos.

"Por mi no hay problema  ( 〃..) "

"Bien~ El sábado a las 2 p.m, hasta luego Jaebumie (〃∇〃)"

"Está bien Jae, nos vemos ("ー )"

Youngjae miraba la pantalla de su celular con una sonrisa boba, en dos días Jaebum estaría en su casa, no solo eso, ¡Estaría en su habitación!

Por alguna razón esa idea le emocionaba demasiado. Sus mejillas se ruborizaron y soltó una pequeña risita llamando la atención de un profesor que pasaba por ahí.

—¿Choi Youngjae? ¿No debería estar en casa?— el nombrado dio un pequeño saltito en su lugar y miró avergonzado al profesor.

—S-si, lo siento mucho. Hasta mañana profesor.

El rubio salió rápidamente del lugar con su mochila al hombro mientras guardaba su celular en la misma.

Cómo cada mañana, Youngjae se levantaba bastante tarde, de hecho de no ser por su madre el aun estaría durmiendo plácidamente.

Bajó las escaleras emocionado, era el último día de la semana, su profesor de matemáticas se ausentaría y además, tocaba su clase favorita nuevamente. La señora Choi había preparado su desayuno favorito y esa mañana también estaba su padre desayunando con ellos.

La relación de Youngjae y su padre era más que buena, el hombre fue el primero en enterarse sobre la homosexualidad de su hijo y por supuesto, el primero en apoyarlo.

—Preparé chocolate caliente.— Youngjae le sonrió a su madre.

—Y yo preparé panqueques.— Youngjae miró extrañado a su padre.

—¿N-no se quemaron?— el hombre rió y negó con la cabeza.

—No ésta vez campeón.— Youngjae se unió a las carcajadas de su padre y se sentó a su lado. La mujer miraba la escena enternecida mientras ella también soltaba leves risitas.

Cuando finalmente terminó de comer, buscó sus cosas y salió de su hogar. El día estaba fresco y el cielo bastante despejado, ¿Podía ser mejor? Claro que sí. Afuera de su casa estaba la persona qué más esperaba cada día. De inmediato tiró su cajita de leche a uno de los basureros y corrió hacia el encuentro del pelinegro que lo esperaba sonriente.

—¡Jaebumie! ¿Q-que haces aquí?

—Vine por tí, ¿N-no te molesta?— Youngjae se sonrojó y una pequeña sonrisa se formó en sus labios mientras negaba.

Vanilla boy [2Jae]Where stories live. Discover now